¡He sobrevivido!!! Ha sido menos duro de lo que esperaba ^^ Incluso diría que tengo ganas de volver a entrar por esa puerta (y no es para colocarme con la peste a cloro y a compañerismo).
Ya mientras preparábamos las bolsas hemos decidido que sería una sesión light. Algo para empezar con buen pie para no hacer mucho el primo pululeando sin saber dónde ir ni para agotar todas nuestras motivaciones en un par de horas. Bueno, lo del «par» se ha quedado en horita y media… o incluso horita escasa si quitamos el tiempo de los vestuarios. Pero algo es algo, ¿no? El próximo día más! Despacito y con buena letra que no queremos herniarnos el primer día de próposito.
La sala de máquinas olía mal pero una se acostumbra rápido y no sé cómo se convierte en una más corriendo sobre una cinta y viendo el resumen de la Premier League por la tele (mira, así hasta aprovecho para hacer deberes de trabajo!). 15 minutillos corriendo y luego 30 en el jacuzzi. Hay que saber compensar, en esta vida. Desde las burbujas he contemplado la clase de aquagym de la piscina de al lado. Eso parece fácil y encima mola! Iré un día! Además, como dice Arnau, si voy descordinada o lo hago mal, como estoy dentro del agua, nadie se entera! ^^
La semana que viene tengo una hora con la PeTé, la «Personal Trainer», que viene a ser una entrenadora personal pero que dicho a la english mola más. Le contaré mis objetivos de dejar de ser una vagoncia para pasar a ser una super deportista (con unos kilos menos), y a ver qué milagros me aconseja. Y si sus remedios no me gustan, siempre nos quedará el jacuzzi, no?