Ruta en coche Normandía y Bretaña. 5 días (10 en total, sumando las 2 etapas)
Dia 1: Barcelona – Chartres
Pese a que no era nuestra intención parar, nos vimos obligados a hacer noche en esta bonita ciudad del sur de París con una muy famosa catedral como centro de interés cultural. En verano, se celebra La Nuit de la Lumière -La Noche de la Luz– y todos los edificios y monumentos más emblemáticos de CHARTRES se iluminan de colores y luces diferentes. Es espectacular! Chartres mereció la pena.
En Chartres, nos alojamos en este hotel IBIS muy bien situado, a 10 min a pie de la catedral, y en el que podíamos dejar el coche aparcado con las maletas sin problema.
Día 2: Chartres – Rouen – Honfleur – Deauville – Caen
Una vuelta por Normandía debe pasar siempre por ROUEN, su capital, y quizás una de las ciudades con más encanto de toda la ruta. Es un buen ejemplo de arquitectura típica (con sus casas medievales de madera y colores diversos) y tiene una gran animación -sobre todo los domingos por la mañana, día de mercado. HONFLEUR es el destino turístico de muchos franceses y es que a pesar de lo que podamos pensar los mediterráneos las costas de Normandía tienen grandes (extensas y bonitas) playas y muy buen tiempo! (Normandía es una de las regiones con más sol de Francia, junto al Midi-Pyrenées; aunque de la misma manera, también es una de las más lluviosas). De Honfleur a DEAUVILLE se llega por una carreterita de costa rodeada de playas, villas y gites que dan envidia a más de uno. Por último, CAEN. Allí decidimos parar a dormir, tras una jornada larga de visitas. No hay mucho que ver en Caen pero está bien situado para continuar la ruta al día siguiente hacia Normandía. Nos alojamos en el IBIS Caen centro. En este otro enlace podéis ver otros hoteles en Caen.
Día 3: Caen – Playas del Desembarco de Normandía (Omaha Beach) – Dol de Bretagne – Saint Suliac – Saint Malô
Las Playas del desembarco merecen una visita si sois fans de la historia. La visita a los cementerios y memoriales ya depende de cada uno, pero un paseo por la espectacular OMAHA BEACH vale mucho la pena. Incluso si hace buen tiempo, es incluso una gran opción para darse un baño. Aquí desembarcaron en 1944 las tropas de aliados que frenaron a los nazis. Y ya saliendo de Omaha Beach en dirección Dol de Bretagne, abandonamos Normandía para pasar a Bretaña. Dos pueblecitos encantadores que merecen un paseito tranquilo, antes de llegar a la turística y masificada Saint Maló: DOL DE BRETAGNE y SAINT SULIAC. El segundo, se trata de un tranquilo pueblo de pescadores muy pintoresco cuya principal peculiaridad es que en la entrada de sus casa cuelgan las redes de pescar para hacer bonito. SAINT MALÔ podría ser una Carcassone pero no le llega a la suela de los zapatos. La ciudad fortificada es demasiado turística y artificial, pues se reconstruyó entera; pero aún así, SAINT MALÔ es casi una visita obligada.
Saint Malô es un lugar precioso para hacer noche. De hecho, el ambiente iba mejorando conforme se hacía de noche y los restaurantes y terrazas se llenaban. Nos costó encontrar hotel porque Saint Malô es bastante turístico. Si podéis, mejor reservad con algo de antelación; así podéis alojaros bien céntricos: tenéis que decidir si queréis estar en la ciudad intramuros (con los restaurantes y demás zonas de ocio) o fuera de las murallas (más tranquilo, peo también más alejado). Un hotel intramuros espectacular: La Maison Des Armateurs. Un hotel buena relación calidad-precio y ubicación en el puerto: Ibis Style Port.
Día 4: Saint Malô – Le Mont Saint Michel – Côte d’Émeraude – Cancale – Dinan
El MONT SAINT MICHEL está en la frontera entre Normandía y Bretaña, por lo que siempre ha sido motivo de disputa entre normandos y bretones. Actualmente, los mapas indican que la famosa abadía está realmente en Normandía, pero el resto de pueblos visitados durante esta etapa son todos Bretones. Al Mont Saint Michel hay que ir, como bien me recomendaba Rebeca, muuuuuy temprano! Sea como sea, siempre se hacen colas, por lo que seguro que vas a gastar mediodía como mínimo. La espectacularidad del lugar es sin duda ver el monte por fuera con su fortificación y su abadía en lo más alto. Si lo hubiéramos sabido, hubiéramos reservado plaza para las excursiones que se hacen a pie por las marismas de los alrededores. Eso sí que es espectacular. Incluso hay arenas movedizas! (por eso hay que ir con guía). Ten en cuenta las mareas a la hora de visitar el Mont Saint Michel. 2 días al mes, los alrededores quedan completamente inundados, incluidos los parkings de coches. El resto del mes, la marea está alta habitualmente a las 6 de la mañana y a las 18h. Y está en su nivel más bajo a las 12 del mediodía y a medianoche. (evidentemente, las excursiones se empiezan sobre las 11h).
¿Dónde dormir cerca del Mont-Saint Michel? Los que busquéis un alojamiento exclusivo o único, o simplemente queréis domir en el mismo Mont Saint Michel, echad un vistazo al Hotel La Mère Poulard. Aunque para mí, frente a dormir en el Mont Saint Michel hay una opción todavía mejor: ¡¡despertarse e ir a dormir con sus vistas!! Esto lo podréis hacer desde el hotel Relais Saint Michel. Si optáis por algo más sencillo y un poco más económico, el hotel spa Ariane está muy bien.
Dejando el Mont Saint Michel y su súper masificación de turistas (hay tanta gente y está tan mal organizado que en hora punta quedas atrapado en las calles de la fortificación sin poderte mover. un agobio), se puede hacer la COSTA ESMERALDA en coche yendo siempre en dirección Saint Malô. En la Costa Esmeralda destacan los viveres de ostras y el pueblo de CANCALE, famoso en toda Francia por sus ostras (incluso tienen un museo dedicado a la ostra!) y unas playas vírgenes preciosas que ratifican el nombre de Costa Esmeralda. En la zona del Pointe du Grouin (la punta de la península) abundan varias playas escondidas completamente vírgenes, lejos de los turistas, de los hoteles, de los edificios y chiringuitos… Un auténtico paraíso en Bretagne! La vegetación llega hasta la misma arena de la playa.
Tras dejar la Costa Esmeralda y atravesar Saint Malô, la siguiente parada es DINAN, un pueblo precioso y encantador, que conserva casi todos sus edificios medievales originales, incluida la muralla. Junto a Rouen, DINAN es una de las mejores paradas del viaje!
Nosotros decidimos hacer noche en Dinan (¡¡menudo acierto!!) y nos alojamos en el Hotel Le Challonge
Día 5: Dinan – Rennes
Como capital de Bretagne, RENNES merece una visita por su animación y su vida estudiantil y nocturna. Llegados a este punto, las casitas medievales de madera ya no nos sorprenden (Rouen y Dinan se llevan la palma con los «Ooooh» y las fotos de lugares encantadores), incluso es una parada que puede saltarse.
Nosotros pasamos por aquí obligados, ya que al día siguiente teníamos que coger un TGV en dirección a París, para volver a ver a nuestros amigos del Erasmus-Leonardo en París. Mis padres continuaron con la ruta por Bretagne (pronto escribiré la 2ª parte y continuación del viaje) y visitaron varios pueblos preciosos en Bretaña. Me pareció que la ruta no estaba «acabada» para alguien que esté buscando información para un viaje a Bretaña-Normandía, así que decidí escribir la segunda fase del viaje «de parte de mis padres». Ver la continuación de la ruta por Bretaña y Normandía