Lo primero que hay que decir en este post es que sí; que vale muchísimo la pena hacer las 4 horitas de coche hasta Monument Valley! De hecho, es a partir del Grand Canyon en adelante (dirección a Utah) que empiezanlos paisajes rojizos, el típico desierto de Arizona, los mini cactus, las bolas de paja cruzando carreteras y los verdaderos cowboys cuidando su ganado. Así que, si tienes tiempo y ganas de ver los auténticos paisajes del oeste americano, acércate a Utah; sólo allí vas a sentirte en el verdadero Far West.
El Grand Canyon es impresionante (sobre todo visto des de arriba) pero Monument Valley es más «auténtico«: está mucho menos masificado, hay menos turistas y los indios Navajos ponen un punto exótico en la visita.
Primer tramo: cruzando la reserva Navajo
Cerca de la Highway 160 no hay grandes ciudades ni sitios bonitos donde parar, pero el paisaje de la Reserva India Navajo resulta suficiente para quedar embobado durante un buen rato. Además, es habitual encontrar tenderetes y paradas de artesanía india. Están por todos lados, junto a las carreteras principales. En ellas podréis comprar collares, pulseras, dream catchers (atrapa sueños?)… todo ello hecho artesanalmente por los Navajo.
Si tenéis tiempo, podéis desviaros en dirección a Marble Canyon o Glen Canyon Dam para disfrutar de más vistas vertiginosas y espectaculares. Además, muy cerca está Antelope Canyon, que pertenece a los Navajo y os permite ver y entender mejor la formación de los Canyones a través de las aguas. Una visita a Antelope Canyon es totalmente recomendable, sobre todo si sois apasionados de la fotografía -el juego de luz y sombras que hay dentro del Canyon permite sacar unas fotos espectaculares de las texturas de las rocas.
Segundo Tramo: las carreteras rectas llegando a Monument Valley
Por el camino, encontraréis los famosos paisajes y rocas que han sido escenario de tantos westerns de John Wayne y compañía. Y es que estando en Monument Valley, uno cree estar realmente dentro de una película del oeste: que cada uno elija de qué lado está… ¡Pero cuidado con las cabelleras!
Resulta interesante saber que «la» mítica foto de Monument Valley está al otro lado, en Utah, una vez pasado el Tribal Park; es decir, en dirección a Mexican Hat. Nosotros no lo sabíamos y me pasé toda esa tarde pidiéndole a Arnau que parar el coche en un lado de la carretera, para ver si desde ese punto se veía la carretera más recta xD Lo siento, me dejé llevar por la emoción!
La visita a Monument Valley Tribal Park
La entrada cuesta 5 EUR por persona. Los tickets Multi-Parques Nacionales no sirven en Monument Valley, ya que es un Parque regentado por los indios. Por eso lo de «Tribal Park» y no «National Park». El territorio Navajo es considerado una Nación y todavía conservan cierta autonomía. Go Navajo!
Para visitar el Parque resulta casi imprescindible tener un 4×4 o un coche que no te importe estropear porque la carretera está sin asfaltar y abundan los baches y la arena. Si no tienes 4×4, los indios te dan la opción de reservar allí mismo un tour organizado: te llevan en 4×4 descapotable y te cuentan las maravillas del paisaje. Eso sí, cada tour cuesta 40 euros por persona, por unas 3 horas de tour por el parque. También tienes la opción de ir a caballo, pero nos pareció demasiado caro.
Nosotros, como la mayoría de gente, decidimos que nuestro coche alquilado podría emprender la aventura del Tribal Park… No será para tanto! –pensamos al incio. FAIL TOTAL. 15 minutos más tarde, dimos media vuelta y decidimos ver el Parque desde la entrada xD Nos asustamos un poco con el «caminito». Quizás sea una prueba de los indios para saber quien es el verdadero turista que se atreverá con la aventura (o una acción de marketing para obligar a la gente a reservar tours…).
Dónde dormir cerca de Monument Valley?
Nosotros visitamos el parque por la tarde y nos fuimos a Mexican Hat, que está a sólo 20 millas del parque. Es un pueblo realmente muy pequeño pero hay un motel precioso con mucho encanto: el Mexican Hat Lodge. 100% recomendable si queréis pasar la noche cerca de Monument Valley. Hay pocas habitaciones, así que mejor reservar por internet antes. El motel tiene internet wifi, pisicina, un jardín muy cuco y lo más genial: un restaurante llamado «the swinging steak» donde la carne se hace en una barbacoa-columpio (por eso el nombre del restaurante). Hacen unos bistec enoooormes y deliciosos. Y no tiene pérdida el cowboy que cocina la carne, «bailando» a ritmo de columpio. En la barra del bar, pudimos ver como los cowboys de la zona se sentaban en los taburetes, se arremangaban las mangas de la camisa de cuadros, se subían un poco el sombrero para ver a la demás gente y tomaban la última cerveza del día. Sí, eran auténticos cowboys. Esa noche, fui my feliz.
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