El lago de Bled es fabuloso. Precioso. Fantástico. Cautivador. Sugestivo. Legendario. Soberbio. Sí, todo eso. Pero Eslovenia no se acaba ahí. En realidad, todo el país tiene una belleza natural espectacular. Por eso, pasamos un día entero en Bled -disfrutamos como niños bañándonos en el lago- y, a la mañana siguiente, decidimos explorar los alrededores.

En este artículo os propongo conocer tres de las excursiones que pueden hacerse en los alrededores de Bled. Ideales para los amantes del senderismo y la naturaleza. Montañas alpinas, bosques frondosos, playas de agua dulce, relax natural y una cascada de 60m. Todo ello a poco más de una hora desde Bled. ¿Merece la pena? Decidid vosotros mismos tras ver las fotos y recomendaciones a continuación.

Para empezar, un poco de situación geográfica. A) Bled. B) Playa Bohinj. C) Cascada Savica D)  Teleskí a la estación de Vogel.

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LAGO BOHINJ, UNA PLAYA CON IMPRESIONANTES VISTAS

Son sólo 25 km, los que separan el lago Bled del lago Bohinj, pero aún así, la mayoría de turistas no visitan este segundo. Los que piensen que Bohinj «es otro lago» andan equivocados. Bohinj es espectacular por su belleza natural y por su tranquilidad. Todavía no sabemos cómo pronunciarlo correctamente (¿bójiñ, más o menos?) pero este lago nos sorprendió muy positivamente. Es más salvaje, boscoso y no tan accesible, pero goza de unas playas perfectas para bañarse. ¡Quién necesita ir a la costa cuando hay estas playas con estas impresionantes vistas!

Los lugares más recomendables para el baño están en la orilla por la que pasa la carretera. Hay parkings amplios donde dejar el coche (de pago). Para los que prefieran algo todavía más salvaje, existe la opción de dejar el coche en uno de los extremos del lago y andar desde allí hacia el centro del lago.

Llegar al lago de Bohinj es sencillo. La carretera pasa por el valle y no hay mucho tráfico. Cerca del lago, y en el camino hacia Bled, hay varios pueblos con alojamientos, restaurantes y campings. Pero aún así, es más tranquilo que Bled.

 

CASCADA SAVICA: NATURALMENTE BELLA

Los 25 minutos de escaleras de subida no deben ser una excusa para no querer visitar la cascada de Savica. A pesar de que el camino llega a hacerse largo en algún tramo, la recompensa final merece MUCHO la pena. Una cascada natural, escondida en medio del bosque, con una caída de 60 metros de altura. Posiblemente, el hecho de no verla en ningún tramo del camino y topar con ella de repente, cuando la energía empieza a fallar, hace que sea todavía más encantadora.

Informaciones prácticas:

Para llegar a Savica hay que ir hasta el final del lago de Bohinj y seguir a partir de ahí las indicaciones. La carretera es de montaña pero es tranquila. Recorre bosques frondosos hasta llegar a un gran parking donde hay que dejar el coche y andar hasta la cascada.

La visita a la cascada es de pago (aprox 2 €) y el parking también (aprox 2,50 €). En el propio parking hay cafetería-restaurante y algún sevicio más. Si preferís comer en un entorno más natural, a lo largo del camino hacia la cascada, hay numerosos bancos y mesas de picnic para comer un delicioso bocata con vistas al valle.

¡Desayunad bien ese día porque necesitaréis fuerzas para subir tantas escaleras!

 

VOGEL: SENDERISMO Y VISTAS A SÓLO 1.500 METROS

Rescato una afirmación de un artículo anterior: los eslovenos son buenos deportistas. Y el esquí es el «deporte rey» cuando el país queda totalmente cubierto de nieve en invierno. Cuando supimos que cerca de Bohinj había una conocida estación de esquí (Vogel) a la que se puede subir también en verano, no dudamos en acercarnos a conocerla.

Desde el valle, la subida a Vogel resulta empinada, incluso brusca. En poco más de diez minutos estás arriba. Me recordó un poco a la subida a l’Aiguille du Midi en el Montblanc. Un enorme tele-cabina lleno de turistas gritando (o desesperando) a cada tambaleo del aparato. La diferencia: en realidad, dos mil metros. La estación de esquí de Vogel está a tan sólo 1.500 metros de altura (frente a los 3.800 de l’Aiguille du Midi), ¡pero nadie lo diría al ver las ezpeluznantes vistas alpinas que hay en la cima!

Desde la cima, empiezan varios senderos para explorar la zona. Incluso hay la opción de subir un poco más con otro tele-silla. Esa mañana, comprobamos que Vogel, en verano, se convierte en un lugar muy frecuentado por familias y excursionistas. Nosotros no anduvimos mucho; tan sólo lo justo para merecernos un par de refrescos y una patatas fritas en uno de los bares de la estación de esquí.

Informaciones prácticas:

Tened en cuenta que el ticket de ida y vuelta a la cima cuesta aprox 17 € por persona, así que si planeáis un día de excursiones en Vogel seguro que saldrá más rentable si pasáis todo el día allí. Si me preguntarais si vale la pena subir para una hora (como hicimos nosotros) no sabría que contestaros. Quizás no, aunque tampoco me arrepiento de haber subido. Si tuviera que elegir, me quedaría antes con pasar más tiempo en el lago de Bohinj y la cascada de Savica.

Para llegar a Vogel hay que ir hasta el final del lago de Bohinj y seguir las indicaciones (camino contrario al de la Cascada). Hay un ratillo en carretera de montaña hasta llegar al pie del telecabina, donde hay un parking gratuito, con tienda y bar.

 

¿Dormir en Bled o vuelta al Triglav National Park?

Tras un largo día de senderos y parajes naturales, llega el momento de decidir. Podemos seguir hacia el norte y dar la vuelta al Triglav Park. Bohinj y Vogel son sólo los aperitivos de lo que esconde este gran Parque Nacional de los Alpes. Descensos en Kayak, trekking, paracaidismo… Echad un vistazo a la web de Turismo de Eslovenia para conocer más detalles de Triglav Park.

Si preferís regresar y dejar Triglav para otro año, podéis volver a Bled, recuperar fuerzas en el restaurante Okarina, con exquisitos platos mediterráneos, eslovenos e hindús.

Para dormir, os recomiendo los Apartamentos Poldi, situados en pleno centro de Bled, a pocos minutos andando del lago. Ambos son negocios familiares en el que destaca el trato personal y un excelente cuidado de los detalles. Os tratarán bien.

Al día siguiente, podréis seguir disfrutando del lago de Bled, subir a su castillo o remar hasta la isla central. Os lo cuento en este otro artículo de viaje sobre el lago de Bled.