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Mi historia de amor con la región de Istria no hubiera sido igual de encantadora a no ser de sus agradables pueblos, tanto en la costa como en el interior de la península. Rovinj, Porec, Motovun, Pula, Piran… Recorrerlos por las carreteritas entre los viñedos y el mar fue de lo mejor de nuestro paso por Croacia. Aunque motorizados, esos 3 días en Istria los aprovechamos para disfrutar de la región en modo slow-travel, dejándonos seducir por sus pueblos y rincones, y entrando poco a poco en sus tradiciones y milenaria historia.

Recorrimos la península de Istria de arriba a abajo, sentando la base de operaciones en Visnjan, un pueblo especialmente bucólico en el que no me importaría pasar una temporada larga escriviendo, con el canto del gallo y el repicar de campanas de fondo. Allí encontramos un hermoso hotel rural, llamado Villa Visnjan, ideal para recorrer la región, ya que se encuentra muy cerca de la autopista que cruza la región de norte a sur. Debo reconocer que antes de llegar a Villa Visnjan, nuestra intención era la de pasar unos días en la playa, sin demasiadas pretensiones. En seguida, Silvano Risotta, el propietario de la casa rural y apasionado viajero, salió a recibirnos y, con mapa en mano, nos convenció que el interior de Istria era también muy hermoso para recorrerlo. Estos pequeños consejos de los locales son los que hacen que un viaje merezca la pena. ¡Y menos mal que le hicimos caso! Sólo me arrepiento de no haber tenido más tiempo para seguir explorando otros pueblos cercanos a Visnjan.

Dividimos nuestra escapada de 3 días en las siguientes etapas:

• Día 1: Cuevas de Skocjan y Piran (Eslovenia) y llegada a Visnjan (Croacia). Justo a tiempo para la celebración final de las fiestas locales. ¡Menuda bienvenida!
• Día 2: Porec, playas de Porec y Rovinj.
• Día 3: Motovun, interior de Istria, Pula y Premantura.

Para que te hagas una idea, la distancia entre el Piran y Premantura es de 100 km, por lo que las distancias conducidas cada día eran realmente muy cortas. Ideal para aprovechar bien el tiempo en la playa y los pueblos.

Puedes saber más acerca de las playas en las que tumbamos nuestras toallas en este otro artículo, pero hoy de lo que quiero hablaros es de los pueblos. En el mapa a continuación encontraréis la selección de pueblos que nos hizo Silvano. Lamentablemente, en el interior de Istria, sólo pudimos pararnos en Motovun, seguramente el pueblo más conocido. Sin embargo, si disponéis de más tiempo, no dudéis en hacer alguna parada en otros pueblos señalados como Groznjan, Sterna o Livade.

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PIRAN

Piran es uno de los poquísimos pueblos costeros de Eslovenia. La región de Istria está dividida entre Italia, Eslovenia y Croacia. Aunque Croacia se lleva la mayor parte del territorio, Piran también merece una visita por su encantador casco antiguo formado por calles estrechas contruidas sobre una lengua de tierra, que se ha convertido en una de las imágenes más destacadas de Eslovenia.

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POREC

Tras el relax de Villa Visnjan, llegar a un pueblo tan  turístico como Porec nos causó un shock importante.  Tiendas de souvenirs por todos lados, cientos de turistas paseando por las estrechas calles del centro histórico, bares y cafeterías a rebosar… La primera impresión no fue buena pero decidimos seguir adelante y darle una oportunidad. Más alejados de la calle principal, descubrimos un Porec tranquilo, con casas de colores, ruinas romanas y preciosas salidas al mar. Tras la visitar al centro histórico, decidimos colgarnos la toalla a la espalda e ir a explorar sus salvajes playas.

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ROVINJ

Entre Porec y Pula se encuentra Rovinj (Rovigno en italiano), para mí, el pueblo más bonito de la región. Aunque también muy turístico, Rovinj está construido en la costa, sobre un monte. Adoquines, calles estrechas y escaleras. Pasear por Rovinj es una atracción en sí mismo, en la que es fácil dejarse llevar y acabar perdido al otro lado del monte. Como en la mayoría de pueblos, hay que dejar el coche aparcado fuera del casco antiguo e ir andando. Las calles son estrechas y el ambiente, fantástico.

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PULA

Al sur de la península, se encuentra Pula, la ciudad más grande de la región. Es uno de los destinos principales de Istria por la cantidad de ocio y playas a su alrededor. Es tanta la afluencia turística a Pula y a esta zona de la Península que cuenta incluso con un aeropuerto internacional.

Pula es famosa por sus ruinas romanas esparcidas por la ciudad, entre las que destaca un impresionante Anfiteatro Romano. Lo que me sorprendió más fue ver el mal estado de algunos de los monumentos. La entrada es libre y ni siquiera está regulada por lo que no es de extrañar que encontráramos el teatro romano en un estado lamentable, con botellas de cristal por el suelo, papeles y un acceso un tanto complicado. Una lástima que no lo cuiden más…

A lo largo de la ciudad, hay un recorrido marcado con carteles y mapas para ir descubriendo los diferentes monumentos romanos: arco de triunfo, templo, teatro, anfiteatro… Una clase de historia antigua entre turistas con shorts y camisas floreadas.

Cerca de Pula se encuentra el Parque Natural de Premantura y el Parque Natural de las islas de Brijuni, dos buenas escapadas para conocer los alrededores de Pula. Además, si te gusta el cine, en julio se realiza el Festival de Cine de Pula que proyecta películas en versión original cada noche en el Anfiteatro Romano.

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MOTOVUN

Entre los viñedos de «la Toscana croata» se encuentra Motovun, un pueblo medieval fortificado sobre un monte. Encantador desde fuera y desde dentro, Motovun es, para mí, una visita obligada en cualquier viaje a Istria. Alejado de los turistas, los viajeros que se acercan a Motovun llegan siguiendo la «ruta del vino» o buscando un poco de verde entre tanto mar azul. Para llegar a Motovun hay que dejar el coche en el parking a las afueras del pueblo (arriba) o en el parking  de abajo, en caso de estar lleno el primero. Ambos son de pago pero el paseo por Motovun merece mucho la pena. No hay gran cosa a visitar; sólo se trata de admirar las vistas a los valles de Istria y disfrutar de la calma del pueblo. En Motovun también hay un importante festival de Cine que empieza a finales de julio.

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VISNJAN

Y no podría terminar este post sin mencionar al pequeño pero hermosísimo pueblo de Visnjan. Apenas hay dos o tres calles, un colmado y una excelente pizzería («La Borgonja») pero Visnjan nos cautivó por su tranquilidad y sus aires tradicionales. Seguramente, si no hubiéramos llegado en plena «Fiesta Mayor» y no hubiéramos bailado al son alegre de la orquesta local, nos habría parecido un pueblo demasiado tranquilo; pero lo cierto es que Visnjan fue el lugar ideal desde el que explorar la península y desconectar de los turistas. Porque estas vistas desde la habitación no tienen precio, ni siquiera cuando un gallo te despiertas a las siete de la mañana!

Si estáis interesados en reservar habitación en el hotel rural Villa Visnjan, podéis reservar online o contactar directamente con el propietario, Silvano, por email o teléfono. Habla varios idiomas y es el mejor anfitrión de la península. Conoce la tierra, el vino y las playas. La fiesta de Visnjan es alrededor del 20-23 de julio. ¡Diversión campestre asegurada!

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Muchos viajeros llegan a Trieste para recorrer la costa de Croacia, pero se saltan Istria. Personalmente, te animo a pasar un par de días en la región; sin duda alguna, merece la pena!