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Las mejores sensaciones y paisajes de la Rioja Alavesa en vendimia

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La Rioja Alavesa es un mundo de sensaciones. Como os adelantaba en mi anterior post, el turismo en esa zona empezó por temas de salud, y no vinícolas. Ahí se instaló un importante hospital que trataba enfermedades respiratorias y muchos viajeros llegaban a la zona en busca de nuevos aires. Para ese entonces, el vino estaba más que instalado en tierras riojanas (llegó con los romanos) pero no fue hasta hace bien poco que nació el «enoturismo». ¿No os resulta curioso que, a pesar de haber pasado los años, los viajeros siempre llegan a la Rioja Alavesa en busca de algún tipo curación? Antes buscábamos la cura a los problemas respiratorios; ahora, buscamos la cura al estrés urbano. Para eso se inventaron las escapadas y, de eso, en la Rioja Alavesa saben un rato.

El fin de semana natural en la Rioja Alavesa fue un auténtico escape para mí. Guiados por nuestra gran anfitriona, Carol, de Servicios Turísticos Thabuca.es, en la Rioja Alavesa encontré bellos paisajes de montañas y ríos, viñedos de tonalidades diversas (verdes, ocres, rojos…), momentos de inspiración y tranquilidad absoluta. Dejé mi moto aparcada en el garaje, en Barcelona, y me centré en utilizar mi cuerpo para moverme por esa tierra de sensaciones. Quizás me embriagué de naturaleza pero os puedo asegurar que estoy escribiendo este post completamente sobria.  Al final, quedaron buenas sensaciones que hoy comparto con vosotros.

rioja alavesa

SENSACIONES Y TURISMO ACTIVO EN LA RIOJA ALAVESA:

Pasear de buena mañana por Labastida

A eso de las 11h, cuando las calles todavía están tranquilas, date un paseo por Labastida. Palacios medievales, suelos de piedras, la plaza de la paz… Sube cuesta arriba por la calle del Olmo. Desde lo alto, junto a la ermita del Santo Cristo, las vistas son increíbles. Si te apetece dar un paseo más largo, desde el arco de Toloño encontrarás un par de paseos sencillos para seguir admirando las vistas. Bajando por el otro lado de la ermita, en el antiguo barrio junto a la muralla, se esconden algunos rincones encantadores, de aquellos que te sacan un Oh! al pasar. Al bajar, si tenéis opción, visitad la catedral de Nuestra Señora de la Asunción; ni os imagináis lo impresionantemente barroca que es por dentro!

Labastida

palacio labastida

La hora del picoteo, en Laguardia

Por la noche, cuando se acerca el hambre y el cansancio, la mejor opción es hacer lo que hacen los locales: ir a Laguardia y sentarse en una terraza o un bar a tomar algo. Es la hora del picoteo y en la Rioja Alavesa se acompañan los pintxos con un vinito (de cosechero o de crianza, cada cual con el precio que prefiera). Laguardia es otra de las localidades importantes de la Rioja Alavesa. Debajo de la ciudad hay cientos de cuevas que hoy se utilizan como bodegas (de uso particular, mayoritariamente). Si tienes tiempo para una visita, echa un vistazo a la Bodega El Fabulista, emplazada en la casa natal de Felix Mª Samaniego, el famoso escritor de fábulas. En cualquier caso, con el estómago lleno, ya empezarás a ver las cosas de otra forma. Pero no te despistes y podrás ver bailar a los muñecos articulados del carrillón del ayuntamiento. Entre tanto pasear, nosotros nos lo perdimos por un par de segundos – siempre hay que dejar algo para la próxima vez!

laguardia

 

El olor a vendimia

La mejor época para visitar la Rioja Alavesa es sin duda entre septiembre y octubre. Justo cuando se realiza la vendimia (aunque puede variar según el año) y toda la zona huele a uva fermentando. Un olor empalagoso pero a la vez simpático. ¡Algo se mueve en las bodegas y huele por todas partes! Obviamente, una visita a una o más bodegas de la zona es algo altamente recomendado para despertar todavía más el olfato y el gusto. En este otro post encontrarás mis recomendaciones para bodegas.

uvas

 

Racimos por aquí, racimos por allá. Vendimiadores por un día.

Durante los días de vendimia, es muy frecuente ver camiones cargados de uvas de un lado para otro. Salen de los viñedos llenos hasta arriba y van hacia las bodegas a descargar para volver de nuevo al viñedo. Un proceso que no se detiene hasta que no se ha vendimiado todo el terreno. Entre las 64.000 hectáreas de viñedos de la denominación del vino Rioja, puedes imaginar que es muy frecuente ver vendimiadores en pleno trabajo. Los verás en pequeños grupos, recogiendo los racimos en grandes cubos. Tuvimos la suerte de ser «vendimiadores por un día» o más bien por un rato. Nuestra espalda nos lo agradeció, pues estar 8 horas al día de pie recogiendo uvas tiene que ser algo cansado 😉 Un vendimiador experto nos ayudó con los truquillos para cortar racimo a racimo y elegir los mejores. Ver los racimos tan de cerca y acariciarlos fue una muy agradable sensación.

vendimia rioja alavesa

Pisar uvas y beber mosto natural

Una de las mejores sensaciones que podéis experimentar en una escapada a la Rioja Alavesa (si vais en época de vendimia) es el pisado de uvas. Una tradición de hermandad que reunía a las familias en los calados naturales para descalzarse y pisar uvas todos juntos. Y eso mismo hicimos nosotros. ¡Qué gran sensación viscosa y a la vez agradable, la de estar chafando racimos de uva con tus propios pies! Me hubiera pasado allí toda la mañana. Pudimos pisar las uvas en un lagar ruprestre cerca de Labastida. De las uvas recién recogidas, consegimos un mosto riquísimo! La verdad es que pisar uvas es más fácil de lo que parece. Con sólo caminar sobre las uvas, el mosto sale y va llenando el cuenco previsto en el lagar. Me pregunto si alguna Colla Sardanista habrá pisado alguna vez uvas bailando una sardana. Sería una combinación vasco-catalana muy interesante!

calado rupestre uvas rioja alavesa

El antes

pisando uvas thabuca

El durante

mosto natural

Y el después

Un paseo en bici entre viñedos

Si os gusta ir en bici, no os perdáis la sensación de pedalear entre paisajes de viñedos. Probablemente, os pasará como a mí, y pararéis cada dos por tres para sacar fotos. Pero eso también os irá bien para retomar fuerzas y aire, ya que el suelo de esa zona es totalmente irregular y las subidas/bajadas abundan. Prácticamente no hay terreno llano por lo que os tocará desayunar bien si queréis llegar a buen puerto. Eso sí, los paisajes desde lo alto de los montes, son espectaculares! Si os entra hambre a mitad de camino y no os ve nadie, podéis tomar un par de uvas de algún viñedo (pero eso no digáis que os lo he dicho yo!).

ruta bici viñedos rioja

escondidos entre viñedos

 

Con el estómago contento tras unas chuletillas al sarmiento

Cuando el hambre aprieta fuerte, lo ideal es satisfacer el estómago con platos típicos riojanos. La mejor opción: las chuletillas al sarmiento, es decir, chuletas cocinadas a la brasa con sarmientos de la propia vid. En el restaurante El Bodegón de Labastida los hacen exquisitas.

chuletas al sarmiento rioja alavesa

 

 

Si jamás pasáis por Labastida o Laguardia, deteneos unos segundos y respirad profundamente; puede que vosotros también sintáis todo esto. Pasad por la Plaza de la Paz de Labastida; allí está la Oficina de Información Turistica y la sede de Thabuca. Ofrecen rutas en bici, pisado de uvas, visitas guiadas por Labastida y Laguardia, visitas a bodegas, rutas a caballo, rutas gastronómicas…. Carol seguro que estará encantada de ayudaros a planificar una escapada sensacional, con los cinco sentidos – y, sino, fijaos en este video (y no es porque salga yo en él ;))

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Ah, y recuerda que hasta el 30 de octubre tienes la oportunidad de ganar una botella de vino D.O. Rioja para tomártela con quien quieras! Así, tú también podrás sentir la Rioja Alavesa un poco más cerca. Entérate de cómo participar.

 

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