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¡Quién no crea que el Brunch es uno de los inventos contemporáneos más fabulosos que levante la mano! Todavía recuerdo mi época adolescente en la que tras un sábado de fiesta nocturna, el domingo me levantaba al mediodía con cero ganas de desayunar y comer acto seguido esa paella que había preparado mamá. Si para ese entonces hubiera existido (en Barcelona) el fenómeno «brunch», sin duda, habrían sido domingos más felices para mí.

Brunch, ese concepto anglosajón y trendy que combina desayuno (Breakfast) y comida (Lunch) y que ha conseguido revolucionar las horas del domingo. Levantarte a las 12, arreglarte y salir a brunchear para alimentar el cuerpo con cosas deliciosas, mezclando dulce y salado, porque… ¡qué caray, es domingo!

Este pasado domingo el Hotel Barceló Raval nos invitó a su Sunday Brunch y no pudimos negarnos a una invitación tan suculenta. Ya conocíamos la terraza 360º del Hotel, pues en verano fuimos con una amiga croata a tomar algo y disfrutar de las impresionantes vistas que hay de Barcelona. Esta vez, al ser noviembre, el Brunch lo tomamos dentro, en el modernísimo bar de la planta baja. Sin duda, merece entrar para verlo! ¿Me acompañáis?

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Brunch en el Raval

Todos los domingos, de 12 a 16h, en el restaurante B Lounge del hotel Barceló Raval se sirve un amplio Brunch para todos los clientes (del hotel y de fuera). La entrada es libre y tras pasar por una recepción extravagante y llamativa llegaréis a la mesa principal del brunch.

Como si estuviéramos en Alicia en el País de Las Maravillas, en el brunch hay mil y un montaditos y delicatessen exquisitamente emplatadas, deseando ir directas al paladar! Un brunch muy sano en el que abundan las verduras crudas, los bocadillos (veggies y normales), la fruta y las ensaladas. Pero, ojo! como nos indicó su chef Juan Gomez, el brunch hay que empezarlo por el dulce: croissants, pastas, panes de diferentes tipos, embutidos, mermeladas, nocilla… Abierto el estómago con el dulce, ahora sí, podemos continuar con los demás platos, sin olvidarnos de los postres!

 

El Raval Brunch incluye una copa de bienvenida, todos los platos de las mesas del brunch (dulces, ensaladas, bocadillos, postres…) y un huevo pochée (a elegir entre benedictine, fiorentine y arlington). Todo ello por 25 euros que no está nada mal! Sobre todo si pensamos en que hacemos desayuno y comida, 2 en 1 😉  En la web del Barceló Raval encontraréis más info sobre el Raval Brunch.

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Durante las 4 horas del brunch, hay música con DJ – música animada pero sin molestar; perfecto para hablar con los amigos y oirla de fondo. También añadir que hay otros platos como crêpes o entrecôtes, pero éstos van a parte y pueden consultarse en la carta.

En verano, los Raval Brunch se sirven arriba, en la 11ª planta, en la terraza con vistas 360º a Barcelona. Nosotros tuvimos la suerte de poder hacer la copa de bienvenida arriba (aunque tapados con abrigo) y poder volver a disfrutar de las fabulosas vistas. Nos colamos también en un par de habitaciones para chafardear lo moderno que es el hotel. Pero eso os lo contaré en un próximo post.

En definitiva, el Brunch del Raval fue una forma deliciosamente sana de empezar el domingo. Sólo eché de menos alguna hamburguesa con la que «ensuciarme» las manos, pero no nos quedamos con hambre, eso os lo puedo asegurar! Volveremos más adelante, quizás con algún amigo extranjero, para mostrarle que en Barcelona también sabemos brunchear.

 

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