Redescubriendo Blanes y Lloret de mar

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Mi conexión con Lloret de mar y la Costa Brava siempre ha sido algo especial. Ya cuando nací (un caluroso 26 de julio en Barcelona) mis padres me llevaron de la Clínica directamente a Lloret, a su apartamento alquilado para los meses de verano. ¡Con apenas dos días de vida y yo ya estaba viajando por el país! Estuvimos veraneando en Lloret unos 4 ó 5 años, y entre helados de chocolate y de nata, aprendí a disfrutar de la Costa Brava.

Unos años más tarde, seguí pasando algunos veranos con mi primo Albert en la Playa de Fenals, cerca de Blanes. Dormir, comer, bañarnos en el mar, luego en la piscina, comer un poco más, siesta, paseo por Lloret, helado, comer algo más, jugar a las cartas, dormir. ¡Eso sí que era buena vida! Algún día, su padre nos llevaba mar adentro con su lancha y ese día éramos inmensamente felices dando chapuzones en calas secretas y viendo erizos de mar.

Han pasado varios años desde entonces y debo reconocer que mi feeling por la Costa Brava sigue igual de intenso. Serán mis raíces gerundenses o esos veranos… Sea lo que sea, a todos los que visitan Barcelona o Girona, les recomiendo una escapada a los preciosos pueblos costeros catalanes. Blanes y Lloret son dos buenas opciones desde Barcelona por su cercanía y facilidad de acceso (se llega en tren y bus). Además, son un punto de ocio y turismo muy importante, con una amplia oferta. Tanto, que en los últimos años se han convertido en un punto neurálgico del turismo de borrachera europeo, con Don Francis como «persona non grata» después del follón que montó este último verano.

Hoy quiero compartir algunas de las cosas que podéis hacer en Blanes y Lloret, cerca del mar y de la naturaleza. Porque creedme, además de discotecas, casinos y alemanes descamisados, hay mucho por ver! Por ejemplo, un jardín botánico con vistas espectaculares a los acantilados de la Costa Brava, un jardín artístico donde hacer un picnic o un paseo un barco por calas no tan concurridas. ¿Listos?

QUÉ VISITAR ENTRE LLORET DE MAR Y BLANES

JARDÍN BOTÁNICO DE BLANES: MAR I MURTRA

A pesar de que no soy gran fan de las plantas, debo reconocer que la visita guiada al Jardín Mar i Murtra de Blanes merece mucho la pena. Sobre todo, si os toca un guía tan apasionado, comunicador y expresivo como el nuestro. En un par de horas visitamos el Jardín que, en realidad no es tan grande, pero está repleto de plantas y flores distintas. Un paseo por climas subtropicales, templados y mediterráneos que os acercará un poco más al mundo botánico. No es un museo, así que en Mar i Murtra se mira y también se toca. Si vais con guía, él os ayudará a descubrir distintos olores y texturas de plantas exóticas.

El final del paseo botánico por Mar i Murtra no puede tener mejor recompensa. El Jardín acaba está sobre un acantilado de la Costa Brava, con vistas impresionantes al mar. Si el día acompaña, ese será el mejor momento del tour. Si lo acompañáis con cava Mont-Ferrant (de Blanes) como hicimos nosotros, la experiencia botánica sabe todavía mejor!

JARDÍN DE SANTA CLOTILDE EN LLORET DE MAR

Situados en Lloret de Mar, los jardines de Santa Clotilde tienen muy poco a envidiar a grandes jardines como Villa Borghese, Boboli o los jardines de Luxemburgo de París. Aunque las comparaciones nunca fueron buenas, Santa Clotilde son uno de los jardines más bonitos que conozco. Vegetación por todas partes, escaleras que llevan a rincones encantadores, esculturas escondidas… ¡Un laberinto de inspiración en plena Costa Brava!

Como en el caso de Mar i Murtra, los jardines de Sta Clotilde también miran al mar. Desde casi cualquier punto del jardín, las vistas son preciosas. Seguramente una de las mejores ventanas naturales al mediterráneo. Durante mi visita me sorprendió ver a una familia descansando tranquilamente en un rincón del jardín mientras hacían un pequeño picnic. ¡Me pareció una idea genial para el próximo verano!

PASEO EN BARCO

La Costa Brava también hay que verla desde la perspectiva del mar. Por eso, un paseo en barco por las playas de los alrededores de Lloret y Blanes es más que recomendable. Además, es una forma muy cómoda de ir de una playa a otra. Podemos alojarnos en Lloret y visitar cada día una playa distinta utilizando el barco como transporte.

Los barcos más conocidos son tipo «golondrina» con piso inferior (cubierto) y superior (descubierto). Puedes tomarlos en el Passeig de Sant Agustí, junto a la playa de Lloret de Mar. Podrás ir hasta Santa Cristina d’Aro (la cala preferida de mi abuelo) o hasta la propia playa de Fanals. Los barcos desembarcan directamente en la arena de la playa, así que no hay pérdida!

DÓNDE DORMIR Y COMER BIEN

El Hotel Rigat de la Playa de Fanals es la mayor explicación de como Lloret de mar puede ser completamente distinto de la imagen que ha intentado vender la televisión alemana. Allí, el público que está tumbado en la playa son familias con niños o jóvenes jugando a las palas. Y el sonido de las olas del mar es lo único que se puede oír mientras haces un vermut con vistas a la playa desde la terraza del Rigat Hotel.

Su gerente explica que el Rigat es «un oasis en la Costa Brava» y no tengo la menor duda. Un hotel a primera línea de mar, rodeado de vegetación, con una impresionante piscina, terraza-lounge con vistas a la playa y un excelente buffet de comida mediterránea. Una muy buena opción de alojamiento (y restaurante) para los que quieren algo más que un chiringuito y buscan tranquilidad.