En 2007 nos apuntamos a CouchSurfing y viajamos gratis por todo el mundo conociendo gente de todos los lugares. No nos costaba encontrar casa porque Barcelona era un destino que siempre atraía mucho a nuestros huéspedes. Todos querían conocer «nuestra Barcelona». Ahora, 6 años más tarde, todavía seguimos «devolviendo favores couchsurfers« hospedando a amigos que un día nos acogieron amablemente a nosotros – es lo que tiene vivir en una ciudad en la primera línea turística mundial!
La semana pasada estuvieron en casa Jess y Jarrod, dos americanos de Siracusa (New York) que nos acogieron en su apartamento de Denver durante nuestro road trip por Estados Unidos en 2010. Y este viernes llega Lilian, una brasileña casada con un suizo que vive felizmente en Nyon y a la que conocimos durante una escapada a Suiza hace dos años. Con todos ellos compartimos la pasión por viajar conociendo a fondo una cultura.
Nuestro aperitivo «couchsurfer» en Barcelona
Jess y Jarrod llegaron sin guía de viajes, sin conocer nada sobre Gaudí pero con muchas ganas de recorrer la verdadera Barcelona durante 5 días. Les dimos algunos consejos para orientarlos y programar sus visitas. El resultado: un planning de cinco días en Barcelona para visitar la ciudad de una forma local, auténtica y divertida. ¿Queréis saber qué hicieron? Aquí va su plan de 5 días en Barcelona por si puede ayudar a futuros visitantes que lleguen a la ciudad y quieren un recorrido disinto.
* Disclaimer: No son gente de museos ni de colas, por eso, evitaron los lugares más turísticos – aunque no se salvaron de la muchedumbre del Park Güell.
En el Park Guell no cabe ni una hormiga más…
Día 1. El centro histórico a pie
El primer día siempre recomendamos visitar el centro histórico andando como primera toma de contacto con la ciudad y con lo más histórico. El barrio Gótico suele ser un buen comienzo: calles estrechas, balcones con la colada puesta, la plaça del Pi, las palmeras de la plaça Reial, el mar, los barcos del puerto, Colón… Moverse alrededor de las Ramblas es sencilo y agradable. Si hay tiempo, también está bien darse una vuelta por el barrio del Raval para ver la Rambla del Raval y el Macba. Una realidad muy distinta de la que se puede ver en el Gótico, mucho más turístico.
Port Vell Barcelona. Foto de Jess @jaejeanne
Por la noche, nos llevamos a Jess y Jarrod a ver el partido de Champions: Barça vs PSG. A falta de entradas para ver el partido en directo desde el Camp Nou, la mejor opción es vivir el ambiente en un bar con otros aficionados. Hay muchos bares en Barcelona que emiten los partidos del Barça y suelen anunciarlo en sus pizarras, en la puerta del bar. Nosotros nos los llevamos a Bellvitge, con unos amigos de Arnau, ya os podéis imaginar que la experiencia fue muy pero que muy auténtica!
Día 2. Ruta en bici
Para el segundo día, nuestros invitados eligieron reservar bicis para recorrer la ciudad de una punta a otra, a su aire. Encontramos un local de alquiler de bicis muy barato cerca de casa (Plaça Espanya) y se llevaron un par de bicis por 6 euros al día (cada una).
*Ojo con los precios: el alquiler en los locales del centro suele ser mucho más caro, alrededor de 5 €/h. Este local que menciono está en Gran Via con Llançà, junto a Plaça Espanya. Está abierto cada día de 9.30 a 19.30.
Barcelona está llena de carriles bici y muchos de ellos están separados de la calzada de los coches, por lo que resultan bastante seguros. Sólo hay que tener cuidado con los cruces y semáforos, así como los coches que giran.
La ruta en bici que les marcamos es la siguiente: Plaça Espanya, Paral·lel hasta Colon, seguir por el Moll de la Fusta, Barceloneta, descubrir las playas y el barrio de pescadores, subir al Parc de la Ciutadella y Arco de Triunfo, acercarse a la Torre Agbar, seguir hacia la Sagrada Familia, luego calle Provença hasta La Pedrera, pasar por la Casa Batlló en Passeig de Gràcia y acabar en la Gran Via para volver a Plaça Espanya a devolver las bicis.
Mostrar Ruta en bici por Barcelona en un mapa más grande
Día 3. Compras por el Born y Gracia
Tras el tute de bici, el tercer día tenía que ser por fuerza más tranquilo. Como buenos fans de las compras y diseñadores amateurs de moda, les recomendamos recorrer los barrios de Gracia y Born, donde hay multitud de tiendas y talleres independientes.
Para los interesados en Gracia, lo mejor es bajarse en metro Diagonal o metro Fontana y desde allí recorrer las calles del barrio. Encontraréis muchas tiendas en las calles: Asturias, Or, Torrent de l’Olla, Verdi… En esta web recogen algunas tiendas interesantes, pero lo mejor es perderse y dejarse sorprender.
El Born es más pequeño y de fácil orientación. Todo está más centralizado entre la estación de Jaume I y el Passeig del Born. Allí encontraréis desde tiendas de moda hasta chocolaterías; y eso sí, los precios pueden ser más caros ya que es una zona muy turística.
*¡Ojo con los horarios! La mayoría de tiendas cierran al mediodía (de 13.30h a 17.00h aprox). Tenedlo en cuenta para planificaros la ruta. En las calles comerciales del centro (Portal de l’Àngel, Portaferrissa, Passeig de Gràcia…) hay grandes marcas multinacionales que siguen abiertas todo el día.
Día 4. Sitges y paella marinera en la playa
Como estos dos chicos habían hecho sus deberes y ya conocían buena parte de la ciudad, decidimos pasar el sábado en Sitges. Así, veían algo distinto de Barcelona y podíamos disfrutar de una playa más limpia y no tan masificada como la Barceloneta. Les impresionaron la cantidad de top-less –menos mal que no les llevamos a la playa de Sant Sebastià!
Otro top-less en Sitges
Hay trenes de Barcelona Sants a Sitges cada 15-20 minutos aprox y el viaje dura solo 35-40 minutos. El billete de ida y vuelta cuesta 7 euros. Sitges es una pequeña población costera famosa por su Carnaval, su estatus gay-friendly y su festival de Cine Fantástico. Además, es un lugar habitual de domingueo de los barceloneses en primavera-verano 🙂 Por eso, con toallas y chanclas, nos fuimos a Sitges a tumbarlos en la playa y a comernos una deliciosísima paella frente a la playa.
*Recomendación para paella en Sitges: El Rincón de Pepe. Menú de mediodía 19€ completísimo, que incluye primer plato, segundo (opción paella), agua, pan y postres.
Nuestra paella del Rincón de Pepe. Foto de Jess @jaejeanne
Por la tarde, al llegar a Barcelona y descansar, nos fuimos a ver las fuentes de Montjuic. El espectáculo de «La Font Màgica» llena Montjuic de agua, luces, colores y música. Algo francamente muy turístico pero uno de mis favoritos en Barcelona! Antes, el show se hacía sólo en verano (de jueves a domingo, de 20 a 23h). Ahora, se hace durante todo el año aunque la temporada de invierno hay menos frecuencia (viernes y sábados, de 19 a 21h).
Font Màgica de Montjuic
* Ojo con el espectáculo con luz de día. Ésta era la primera vez que íbamos a las Fuentes con luz de día (a las 20h en abril, con el cambio de horario de verano, todavía es de día). No hay luces ni colores por lo que el espectáculo pierde «magia». De noche, la fuente es mucho más impresionante.
Día 5. En moto por Barcelona y castellers
El Park Güell y la montaña de Montjuic los dejamos para el último día. Dos parques enormes de complicado acceso (o al menos pesado) si no dispones de vehículo propcio. Por eso, la mejor decisión fue la de alquilar para ese día una scooter para Jess y Jarrod. Nosotros les acompañamos con nuestra propia moto.
El día empezó con unos Castells en Gracia, en la plaça de la Revolució. La tradición Castellera es única de Cataluña y por eso es una de las cosas que más entusiasma a los visitantes. Trabajo en equipo, esfuerzo, música alegre y chiquitines de apenas 5 años que trepan la torre humana hasta arriba en un pim-pam. ¡Son nuestros Castells! Podéis consultar el calendario de castells de toda Cataluña en la web de la Coordinadora de Colles Castelleres y ver si vuestra visita a Barcelona coincide con algún evento. ¡Si es así, no os lo perdáis!
Castellers
Dos pilares
Luego, recorrimos la ciudad en moto parando cuando nos apetecía y rodeando edificios emblemáticos: el Park Güell, la Sagrada Familia, el Hospital de Sant Pau, el Puerto… Hasta llegar a Poblenou, un barrio local y muy tranquilo. Ideal para una paella, helado u horchata en verano. Tras la multitud del Park Güell agradecimos la tranquilidad que se respira en Poblenou.
Reseguimos la costa de Barcelona y subimos al castillo de Montjuic, donde para mí, hay unas de las mejores vistas de la ciudad. ¡Fue la mejor despedida de la ciudad!
Trepando hasta el Castillo de Montjuic
Esta era la primera vez que J y J visitaban Barcelona y se fueron con una gran sensación. Es su primera vez en Europa. Antes, 
