Los pros de intercambiar casa en Nueva York
A las ventajas habituales de disponer de un apartamento en Nueva York en lugar de ir a un hotel (poder cocinar ensaladas para descansar de tanta hamburguesa, ir más a tu aire, hacer la vida que harías en casa, tener un sofá y un salón, poder lavar la ropa…) hay que añadirle la principal ventaja: que es gratis. En una ciudad como New York en la que alquilar un apartamento puede costar mil euros semanales, el intercambio de casa para 4 semanas nos ha venido de perlas!
Como estás viviendo en una casa donde habitualmente vive gente local (y no sólo turistas), la casa está totalmente preparada y equipada para el día a día toallas, sábanas, juegos, revistas, gadgets diversos en la cocina (durante dos semanas en Brooklyn hemos tenido una máquina que hacía agua con gas! Espectacular, Vichy cada día!), e incluso un piano! – Sí, sí, hemos estado practicando; seguro que los vecinos os lo poueden contar.
Si además tienes suerte y das con unos partners de intercambio que son socios del Moma y del Met, y suscriptores de TimeOut y NY Times, y te dicen que puedes coger las revistas que lleguen de su buzón y mirarlas tranquilamente… ¡Imaginaros la cara que se nos quedó de contentos!
¿Y los contras?
Como en todo lo bueno en esta vida, también hay contras. Nos ha costado unos minutos sacarlos pero también los hay. Si nos ponemos tiquis-miquis, un contra sería por ejemplo que intercambiando casa quizás no estarás siempre super bien situado. Nosotros hemos tenido suerte, sí, pero tienes más suerte si te toca un apartamento en Greenwich Village, en Chelsea, en el centro de Park Slope o en pleno Williamsburg de moda. Puestos a pedir, siempre podría ser mejor claro! Los hoteles y apartamentos turísticos siempre estarán mejor ubicados que las casas donde vive la gente local. Es normal, ¿no? Por eso, te tocará andar más, ir a una parada de metro más al final de línea y tener que hacer más trayectos en transporte público que los que harías si estuvieras en algún hotel céntrico.
¿Otro contra? Tener que lavar la ropa a menudo, hacerse la cama, ir al supermercado cada dos por tres y aprender a «vivir» (o sobrevivir) en el destino de forma temporal. Aunque, qué os diré, esto de integrarnos, a nosotros nos encanta!
¿Por qué no me responden los emails que les he enviado con tanto cariño?
Seguro que la mayoría de vosotros aceptaríais ahora mismo ir a Nueva York próximamente. Ahora, imaginaros toda esa cantidad de gente intentando acceder a un intercambio de casa y bombardeando emails a los neoyorkinos. Sí, exacto, es por eso que muchos no responden; están saturados de ofertas de intercambio de casa. Por eso, lo primero que debes saber si buscas un intercambio de casa en Nueva York es que la tasa de respuesta será baja. Por eso, necesitarás paciencia y enviar muchos emails – más de los habituales.
De los 4 destinos a los que viajamos en esta vuelta al mundo, Nueva York ha sido el lugar donde nos ha sido más complicado encontrar intercambio. He hecho un cálculo rápido con mi bandeja de emails enviados y creo que llegué a enviar unos 350 emails de petición de intercambio.
Las fechas: el quid de la cuestión
Es importante que aciertes las fechas en las que tu partner de intercambio podrá viajar. Sino, por muy bonito que sea el piso, no coincidiréis y te quedarás sin nada. Cuanta más flexibilidad de fechas tengas, mejor. Intenta buscar primero el intercambio de casa y luego comprar los vuelos; así tendrás más flexibilidad con tus partners de intercambio. No les envíes un email diciendo «quiero ir del 1 al 10 de agosto», sino algo tipo «quiero ir en agosto, idealmente la primera quincena».
Recibimos algunas solicitudes por parte de neoyorkinos que querían viajar a Barcelona, y la mayoría era para verano. Y para sólo 2 semanas máximo. Los americanos tienen muy pocas vacaciones y por eso suelen viajar sólo una semana o dos. Por eso, si te planteas estar un mes, como nosotros, tendrás que plantearte la opción de hacer un par de intercambio (o quizás tres) en la misma ciudad.
¿cuándo empezar el bombardeo de emails?
Igual de importante es acertar con las fechas como acertar el cuándo empezamos a contactar a la gente. Siempre digo que cuánto más lejos esté el destino del viaje, antes tendremos que empezar a solicitar intercambios: para Australia o Nueva Zelanda empezar 9 ó 12 meses antes es completamente recomendable. Pero para Nueva York no hace falta tanta previsión. Yo diría que medio año de antelación está bien. Intenta que no coincida con fechas de vacaciones. Si vas a viajar a Nueva York en verano, lanza los emails a mediados de enero, una vez hayan pasado las vacaciones de Navidad. Si quieres viajar en Navidades, prueba a enviar los emails en junio, antes de que se vayan de vacaciones y tengan otro intercambio en mente.
A la vuelta de las vacaciones suele ser un momento en el que los que hacemos esto de los intercambios de casa solemos reflexionar y pensar un poco dónde nos gustaría ir la próxima vez. Si en esos días, recibimos alguna petición interesante, tiene muchos números para que prosiga. Esto conseguimos con los de Australia: les contactamos justo después de Navidades y en ese momento estaban decidiendo donde se iban en Octubre. Les propusimos Barcelona y les convencimos. Hurray!
Abre tu mente y tu radio de búsqueda
Cuanto más extensa sea tu zona de aceptación de donde quieres alojarte, más fácil será encontrar el intercambio. Si solo buscas Williamsburg o el Soho te va a resultar complicado… Nosotros nos propusimos buscar todo Manhattan y Brooklyn. Cuando conseguimos 4 ó 5 potenciales intercambios (gente que responde a tu email más o menos interesada y que quiere seguir la conversación) descartamos un par que estaban en Harlem, porque preferíamos estar en zonas más céntricas. Hemos acabado al sur de Park Slope (Brooklyn) y Upper East Side (Manhattan). ¿Nada mal, no?
Nuestra idea era que si tras esta primera búsqueda por Brooklyn y Manhattan no salía nada, empezaríamos a abrir más el radio: New Jersey, Queens… Por suerte, no hizo falta.
¡Qué vivan los jubilados viajeros!
Son un público potencial a intercambiar contigo: tienen todo el tiempo del mundo y ganas de viajar. Y lo más importante, pueden cogerse vacaciones cuando a ti te vaya bien hacer el intercambio 🙂
Mientras estábamos en Brooklyn, fuimos un día a nuestro piso del Upper East Side para conocer a Sandy y Sue, nuestros partners de intercambio. Dos jubilados majísimos, que aceptaron nuestra propuesta de intercambio para poder ir visitar a su nieto que estudiará en la universidad en Barcelona durante un semestre. ¿No es genial? Nos conocimos en su piso, nos enseñaron como funcionaba todo, nos dejaron todas sus recomendaciones (incluídos sus carnets de socio del Moma y del Met) e incluso nos invitaron a comer pizza en su restaurante favorito. ¡Como si fuéramos sus nietos lejanos!
Keep in touch !
Vale, ya tienes a alguien que quiere intercambiar casa contigo y os habéis puesto de acuerdo en las fechas aproximadas. Ahora empieza un momento muy tierno que es toda la preparación del viaje que haces junto a tu partner de intercambio. Es como tener un amigo lejano al que ayudas a planificar su estancia en la ciudad y que él también te pasa información de primera mano sobre lo que tú le pides: horarios trenes, excursiones por la zona, la mejor manera de llegar del aeropuerto a casa, ls restaurantes favoritos… Durante todos esos meses antes del viaje acabas por conocer a esa otra persona y el día que pisas su casa te parece que sois amigos de toda la vida.
Muchos me preguntáis al leer estos posts sobre mis viajes haciendo intercambio de casas… «¿Pero tú con qué página web haces los intercambios?» Pues con IntercambioCasas.com! Tras 10 intercambios y una satisfacción total, ahora tengo el placer de forma parte del equipo también, así que os garantizo (desde dentro y desde fuera) que es una empresa 100% segura. Si utilizáis el link a continuación para registraros, me dan puntos a mí! Gracias de antemano y felices intercambios! 😉