Sempre Viaggiando

Historia de un vuelo a Australia

¡Hemos sobrevivido al vuelo de 22 horas (6+16) hasta Australia! No ha sido peor que cualquier otro vuelo de 4-5 horas. En realidad ha sido incluso mejor. Al menos en estos vuelos largos hay pantallas individuales con todo tipo de entretenimiento (juegos, películas, documentales, guías de viaje) y comida gratis. Pero el secreto de este vuelo ha sido poder dormir durante bastante horas: tener tiempo de sobras para descansar e intentar dormir, sin prisas. En 16 horas seguro que caes rendido en algún momento. Ha sido como pasar la noche durmiendo en un gran albergue con 300 personas más, compartiendo habitación.

Así lo hemos vivido:

23 septiembre, 14:00h Apartamento recogido y llaves al portero del edificio. 2º intercambio de casa completado. Nos vamos ya para el aeropuerto, con 5 horas de antelación. Ya perdimos una vez un vuelo en Londres Stansted por culpa del tráfico y éste no lo queremos/podemos perder.

15:20h Llegamos a JFK. La línea E del metro + AirLink son muy eficientes. (7,5 USD en total, por persona).

18:25h Embarque del vuelo Nueva York – Los Angeles Aquí, los embarques son rápidos y no suponen ningún trauma para nadie. Los pasajeros se comportan como gente civilizada y entran por orden, siguiendo los números de asientos.

18:55h Puntualidad máxima. Volamos con Qantas, compañía australiana. Primera valeriana para tranquilizarme. Esto de pensar que quedan tantísimas horas dentro de un avión me angustia un poco.

19:15h Ya estamos en el aire y sin necesidad de cinturones.

19:30h Hora de estrenar el sistema de entretenimiento de Qantas. Tres capítulos de Modern Family. ¡Cómo ha evolucionado el entretenimiento en un avión! Todavía recuerdo cuando ponían pelos a ciertas horas, para todo el mundo igual, y si te pillaba durmiendo, acababas viendo sólo el final de la peli.

19:55h El piloto nos dice la hora local en Los Angeles. No estoy segura de querer cambiar el reloj (¿a qué hora debo vivir hoy?) pero lo hago. De repente son las 16:55h

17:45h Cena nº 1. Qué hambre! Macarrones y ensalada.

18:30h Momento para los estiramientos y para hacer nuestro balance de Nueva York. Lo mejor, lo peor, lo que nos ha gustado, lo que no tanto, personas que hemos conocido en el camino… Siempre hacemos (hago) balance al acabar un viaje.

19:30h Necesito que pasen las horas más rápido. Una película (The Internship) – esto me asegura que al menos pasarán un par de horas de golpe.

21:00h Casi sin apenas comentarlo, de repente ya estamos aterrizando en LAX. Este avión continuará hasta Sydney, por lo que la mitad del avión saldrá para volver a entrar (junto a otros pasajeros nuevos). Los que vamos a Melbourne salimos para coger otro avión, situado un par de puertas de embarque más allá. La tripulación baja aquí y suben nuevos azafatos (sí, «azafatos»; la mayoría son hombres).

22:00h En media hora embarcamos otra vez en un avión. Nos da tiempo solo de pasear un poco, estirar las piernas, pasar por el baño y conectarnos a internet. Sillas muy cómodas, wifi gratuito y enchufes por todos lados. Este aeropuerto mola!

22:30h De nuevo, otro embarque perfecto y puntual.  Tenemos la suerte de estar sentados en el lado ventanilla y con un asiento de sobras. *Nota: en el mostrador de check-in en JFK he intentado el truco de decirle a la azafata que estamos de Luna de Miel para ver si le sobraba algún puesto en primera clase. No ha colado pero curiosamente a nuestro lado no había nadie (y el avión iba a tope!). ¿Un regalo de boda de la azafata o una agradable coincidencia? Nunca lo sabremos.

22:45h Las fuerzas flaquean. Y la radio me tranquiliza todavía más. Momento para una cabezadita.

24:00h Cena 2ª parte. Nos despiertan las azafatas con una nueva cena. El piloto había dicho que podíamos pasar y pedirla luego, pero el olor delicioso nos ha hecho abrir los ojos como platos. Esta vez elegimos buey con puré de patata y verduritas. Muy bueno y calentito. Segunda valeriana dentro para ver si duermo un poco.

01:00h Viendo una película (El diablo viste de Prada), a ver si así me entra el sueño otra vez. Las azafatas pasan con bolsas con tentempiés y agua para las próximas horas. Me gusta, así nos dejarán dormir y cada cual comerá cuando le apetezca.

01:45h El avión está en silencio y las luces se han ido apagando progresivamente hasta estar completamente apagadas. Esto me obliga moralmente a pausar mi película e intentar dormir.

05:30h Parece que ha funcionado! 🙂 Unas horas de sueño muy bienvenidas. Buenas noticias: ya solo quedan 9 horas de vuelo. Acabo la película y me obligo a seguir durmiendo como el resto del avión. Ahí es donde me estiro como una campeona, ocupando dos asientos (Arnau dice que duerme perfectamente sentado), dos cojines contra la ventana, y la radio de fondo muy suave.

07.30h Ha funcionado otra vez! Pero creo que ya he agotado el cupo de sueño. Fuera, sigue siendo de noche. Momento para estiramientos y para empezar una nueva película que va perfecta para hoy: «Up in the air».

02:00h Ya no tiene sentido tener puesta la hora de Los Angeles. Cambio el reloj otra vez, ahora con la hora de Melbourne. Son las 2 de la mañana (del día 25 de septiembre, creo -no estoy segura, esto de los husos horarios es muy confuso). Bienvenidos al futuro. El día 24 de septiembre no ha existido – o sí, pero han sido unas horas durmiendo. Quedan 6 horas de vuelo. Ya no hay más sueño y el avión empieza a despertarse.

03:00h Momento para una nueva película: Resacón en las Vegas.

05:00h Estas horas se hacen eternas. Pasan lentas, lentas. Radio, vídeos de guías de viaje sobre Australia, mapa interactivo del avión acercándose a Australia, paseo hasta el baño. Se nos acaban las ideas.

06:00h Menos mal: ¡desayuno! Empezábamos a morir de hambre. Fritata con bacon, patatas, espinacas; yogur, zumo, magdalena. Necesitábamos reponer fuerzas. Añado a todo eso un paracetamol: la cabeza está atontada.

06:45h La azafata se encarga de despertar a todos los pasajeros por el altavoz -por si quedaba alguien por despertarse. Good morning, estamos cerca de Sydney y quedan 1,25h para llegar. ¡Esto es pan comido!

07:15h Momento para «declaraciones» — pero no las románticas sino las de aduanas. Hay un fabuloso video en las pantallas de Qantas que explican cómo rellenar el papel y el cuidado que tienen de evitar que entren epidemias al país. En Australia también tienes que rellenar un papel indicando qué llevas. Hay que declarar toda la comida que llevemos en el equipaje, así como objetos de madera y plantas. (* Nota: y antes de volar tuvimos que rellenar el ESTA de Australia para inmigración).

08:05h Aterrizamos puntualísimos en Australia. Desde arriba, Melbourne es totalmente plana y de tonos verde claro y marrón.

Más allá del avión, una vez pasados los controles de inmigración, nos esperan nuestros nuevos partners de intercambio de casa, Irene y Paul, que han venido a recogernos al aeropuerto. Pasaremos el día juntos, antes de que ellos cojan un avión esta noche para volar hacia Barcelona. ¡Empieza nuestra aventura aussie!

 

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