Esta entrada también está disponible en: Catalán
De los mejores pueblos de la Toscana (según nuestra humilde opinión) ya hablé hace un par de días (puedes leerlo aquí). Hoy toca centrarnos en la región Chiantigiana.
Quizás porque nuestro intercambio de casa se encontraba en esa zona o porque somos muy fans del paisaje verde, quedamos absolutamente enamorados del Chianti. Nos gustó incluso más que la zona de Volterra y San Gimignano. Aunque seguramente también ayudó el hecho de que sea una región sin demasiados turistas ni agobios. La vida es dulce y sencilla en el Chianti, como los Cantuccini (los «carquinyolis» italianos).
Hacer una ruta en coche por los pueblos del Chianti es más que recomendable. Aunque más que visitar pueblos, lo ideal es que recorráis paisaje. En un día (o dos, si queréis) tendréis suficiente. Veréis viñedos y descubriréis pueblos pequeños con personalidad. El paisaje en el Chianti es muy distinto al de la Toscana «clásica» del Valle de Orcia.
Greve in Chianti
Greve es quizás el pueblo más grande y bonito de la zona del Chianti. No os lo perdáis. Todo lo que tiene es una plaza central enorme, con una arcada preciosa y balcones con flores. La gente de Greve ha sabido vestir bien su pueblo y mantenerlo cuidado. La plaza está llena de tiendecitas locales artesanales, un poco turísticas, pero alejadas de las grandes masas de Florencia.
Panzano
Panzano está a apenas 5km de Greve. Es más pequeño pero realmente encantador. El pueblo sube en una pequeña cuesta y en la cima hay una bonita iglesia y un exquisito restaurante con patio interior: Il Vinaio, se llama (Via S. Maria, 22). ¡Comed allí y saborearéis la dolce vita! La comida está exquisita (desde la ensalada caprese hasta la pasta), y entra todavía mejor con las vistas al valle y la sombra de su gran parra. Con un poco de suerte, os atenderá el camarero que nos atendió a nosotros divinamente (era Mexicano y conocía bien Barcelona, pero no recuerdo su nombre). Si es así, dadle recuerdos de nuestra parte 🙂
Bodegas Vallone di Cecione
Si os apetece conocer alguna de las bodegas del Chianti, una excelente idea es acercarse a los viñedos Vallone di Cecione, que están a apenas 5 minutos de Panzano en coche por una calle sin asfaltar. Fuimos por recomendación del camarero del Vinaio y la visita a las bodegas nos encantó.
Vallone di Cecione está regentado por una familia toscana que había trabajado durante muchos años como aparceros (masovers, en catalán). Ahora, como propietarios, se encargan de elaborar un vino sumamente ecológico y de transmitir la pasión por el vino a la gente que quiere conocer su tierra. Son unas bodegas pequeñas, muy familiares, con mucha tradición y típicamente italianas (a diferencia de otras de la zona, que ya han sido compradas por americanos y otra nacionalidades extranjeras).
Llegamos a Vallone di Cecione, recomendados por el chico del Vinnaio. Salió la mamma a recibirnos y preguntamos por Francesco. Como si fuera el guión de una película italiana, ella gritó hacia los viñedos «Franceeeeescoooo!» y a los pocos minutos apareció él para darnos la bienvenida a sus bodegas. Quedamos encantados con la explicación, la cata de vinos informal y la visita con la mamma a sus pequeñas bodegas.
Actualización Feb 2017: Si queréis visitar las bodegas Vallone di Cecione, reservad a través de su página web para asegurar que tendrá disponibilidad. Hay que pagar algo para realizar la visita completa. Hay posibilidad de hacer cata de vinos.
Castellina in Chianti
Castellina es una ciudad etrusca con mucha historia. Si os gusta el arte histórico aquí encontraréis varios palacios y un museo arqueológico del Chianti.
Radda in Chianti
Radda es otro de los pueblos grandes del Chianti. Es un agradable paseo de un rato y vuelta a la carretera. Si, como nosotros, coméis allí algún día, os recomiendo el Bar Dante (Piazza Dante Aligheri, 1). Buen precio y comida.
La Botteghina – Dudda
A Dudda llegamos por recomendación de nuestros partners del intercambio de casas que hicimos en La Toscana. Massimo insistió en que fuéramos un día a comer para probar una auténtica trattoria toscana; y esperamos al último día. Las expectactivas eran altas pero quedaron incluso superadas. ¡Comimos divinamente! Ya se sabe que los locales saben siempre los mejores rincones. Así pues, si estáis por la zona y buscáis un sitio para comer, acercaros al minúsculo pueblo de Dudda (son dos calles) y al pie de la carretera encontraréis la Botteghina (que forma parte de un B&B llamado Casa al Chianti). Es una trattoria muy conocida en la zona así que mejor reservad – cuando fuimos, un sábado al mediodía, estaba a tope. Especialmente recomendado: el taglio di manzo agli aromi (carne, tipo carpaccio pero más grueso, con aromas de plantas y patatas al horno. Exquisito!).
Pizzería Zia Emilia – Poggio alla Croce
Otra recomendación gastronómica de nuestros partners de intercambio fue la de la Pizzería Zia Emilia, en la población de Poggio alla Croce. Pizzas deliciosas, extra finas y extra buenas; la primera vez que vemos que cortan el embutido delante nuestro y lo ponen en la pizza, directa al horno de leña. Poggio alla Croce es un lugar singular y con personalidad. Un pueblo para nada turístico, hyper local e incluso secreto. Queda colgado en lo alto de una montaña pero tiene un ambiente local fantástico. Cuando fuimos, estaban de fiestas locales.
Experiencias y Tours Guiados
Recomendaciones finales