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Más allá de los pueblos costeros de la Costa Brava (Pals, Begur, Tamariu, Calella, Palamós…), existen otros pueblos de interior, muy auténticos y alejados de los turistas que llenan las playas. Allí es donde vive la gente local (todo el año), y allí es donde encontraréis el encanto de la «Costa Brava Toscanera», sin prisas ni aglomeraciones y con paisajes de postal. Hoy os llevo a los pueblos menos conocidos del Baix Empordà, en el interior de la Costa Brava central.
Situémonos primero: Zona Costa Brava central, donde estaría el Cap de Begur, Pals o Torroella de Montgrí. El corazón de la Costa Brava. Si vamos hacia el interior, encontraremos La Bisbal de l’Empordà, la capital de comarca del Baix Empordà, y el núcleo grande de esta preciosa ruta que os propongo. A su alrededor, pequeños pueblos encantadores para un paseo a cualquier época de año. En verano, el paisaje en esa zona es muy parecido al paisaje Toscano del Valle de Orcia: campos de trigo, bolas de paja, campos de color amarillento, pequeños pueblos medievales que se alzan sobre una pequeña colina… ¿Preparados?
La Bisbal d’Empordà
Al ser la capital del Baix Empordà, en La Bisbal hay mucha vida todo el año. Destaca por su cerámica y pasteles. La singularidad de la cerámica de La Bisbal es que está hecha con terracota (extraída de las terreras de la zona) y algún fabricante todavía la produce totalmente a mano -por eso, cada pieza es única y especial. Si os interesa conocer más sobre el origen de la cerámica podéis visitar el Museo Terracotta. Veréis tiendas de cerámica a lo largo de la calle principal (calle de l’Aigüeta) que cruza la ciudad. Nuestra recomendación para comprar cerámica en la Bisbal: El Talleret Diaz-Costa (c/ L’Aigüeta, 54-56).
Si sois fans de los pasteles, os encantará La Bisbal. Tomarse un «Bisbalenc» es casi obligado en cualquier visita a la Bisbal. Las mejores pastelerías son:
- Sans (Av de les Voltes, 4). La más conocida por su situación céntrica, en las vueltas.
- Font (Plaça Llibertat, 5). Probad el «Càntir», un dulce con mazapán, típico de esta pastelería.
- Massot (Plaça Major, 11): probad el «Rus», un ‘Bisbalenc’ hecho de mantequilla y piñones que entra muy bien.
El casco antiguo de La Bisbal está lleno de comercios locales y de proximidad. Y si os quedáis a comer o a cenar, os recomendamos La Cantonada (buena relación calidad-precio) y El Teatret. Si estáis por la zona durante el 15-18 de agosto, no os perdáis las fiestas de la Bisbal. «La Festa Major» suele incluir correfoc, Castellers conciertos y muchos espectáculos. Más info en la web Bisbal.cat
Monells
Monells es un pequeño pueblo medieval, con mucho encanto y con una plaza central porticada preciosa. El pueblo está construido alrededor de su antiguo castillo (aunque ya solo quedan las murallas). Su identidad es tan auténtica que los productores de «Ocho Apellidos Catalanes» decidieron rodar algunas escenas en Monells.
Cruïlles
Cruïlles, junto a Monells y San Sadurní, foma el municipio catalán con el nombre más largo (43 caracteres): Cruïlles, Monells y San Sadurní de l’Heura. Tal cual. Si se dieran premios a los municipios más bonitos, seguramente éste estaría en la lista top-10 por incluir dos de los más bonitos de la Costa Brava. Igual que Monells, Cruïlles es un pueblo medieval precioso, con mucho encanto. Destaca el Monasterio de Sant Miquel de Cruïlles.
Vulpellac, Fonteta y Peratallada
Vulpellac también ha servido de plató para la película «Ocho Apellidos Catalanes« (y se dice, se comenta, que van a rodar aquí también Juego de Tronos ¿!!!?). Como Monells, es un pueblo muy pequeño pero con mucho encanto, situado en las afueras de La Bisbal. Vulpellac se construyó dentro de una muralla y alrededor de un castillo gótico-renacentista que hoy día es de propiedad privada y no se puede visitar. Pero merece la pena un paseo por su casco antiguo, bien conservado y todavía secreto por la mayoría de turistas que visitan esta zona de la Costa Brava.
Vulpellac forma junto a Fontenta y Peratallada el municipio de Forallac. Fonteta y Peratallada, por su parte, cada una merecen una visita. Peratallada es, de los tres, el más conocido y ya sale en todas las guías de la Costa Brava, por lo que también llegan los turistas, pero aún así resulta un lugar agradable para pasear, tomar algo o salir a cenar. Nuestra recomendación para cenar en Peratallada: El Papibou, un restaurante de tapas muy singular, con platos pequeños de precios también pequeños, para que puedas probar varios. El Papibou es también un hotel encantador donde podéis alojaros si estáis de ruta (más info abajo).
Para visitar el pueblo de Peratallada, tendréis que dejar el coche en la zona de aparcamiento fuera del recinto amurallado y entrar andando. Ojo con los tacones que las calles son adoquinadas.
Fonteta, por su parte, es más conocida por su famoso Recuit y porque el filósofo Eduard Punset tiene allí una casa.
Madremanya
Técnicamente el pueblo de Madremanya no pertenece a la comarca del Baix Empordà sino a la del Gironès, pero lo cierto es que por su paisaje y entorno es más fácil ubicarlo en la misma ruta, junto a sus pueblos vecinos. Es un pueblo precioso en el que pasear y resulta una buena situación para alojarse si lo que queréis es explorar también la ciudad de Girona. ¿Queréis comer bien? Acercaos a La Plaça, un hotel-restaurante en un entorno precioso, catalogado dentro de la red de Petits Grans Hotels de Catalunya, que recoge los hoteles con más encanto de Cataluña.
Púbol y La Pera
De visita obligada para los fans del arte y, sobre todo, de la ruta Dalí. En Púbol se encuentra el Castillo que Dalí compró a Gala. Así, junto a Figueres y Cadaqués, Púbol es la tercera punta del «triángulo Daliniano» en Cataluña. El castillo puede visitarse de forma libre, sin necesidad de visita guiada. Podéis ver horarios y precios en su página web.
Tras la visita al Castillo de Púbol, podéis daros una vuelta por el pueblo de La Pera, diminuto y encantador. Si os entra hambre, acercaros al Bar l’Escola, en la plaza mayor del pueblo.
Palau-Sator
Tras pasar por debajo de la imponente Torre de las Horas, descubriréis el pueblo medieval de Palau-Sator, que conserva todo su encanto medieval con las murallas y el castillo. Pasead por sus calles y recorred el pueblo hasta la plaza del castillo, en pleno corazón de Palau-Sator.
Ullastret
Si sois fans de la historia y la arqueología, sin duda tenéis que pasar una mañana en Ullastret, donde encontraréis una ciudad íbera, que a día hoy es el yacimiento ibérico más grande encontrado en Cataluña. Horarios de visita e información práctica. Ullastret es también conocida por su recuit, como en Fonteta — ¿habrá que probar ambos para decidir cuál está más rico, no?
Ruta en Bici por el Baix Empordà
Si sois fans del cicloturismo, esta ruta de pueblos con encanto del Empordà podría hacerse tranquilamente en bici en varios días. Hay toda una red de caminos aptos para ir en bici, alejados de las grandes vías de comunicación y perfectamente señalizados, para recorrer la zona a pedales. Algo bueno es que el terreno es llano, por lo que es fácil y agradable de hacer en bicicleta. Aquí, el slow-travel se practica en serio; sin prisas, disfrutando de los paisajes y del recorrido de pueblo en pueblo. A la llegada, siempre tendréis buena gastronomía y lugares encantadores para descansar como reyes (como los que os recomiendo más abajo). En la web oficial de turismo del Empordà encontraréis más información acerca de los 250km de carriles bici; también recomendable acercase a una oficina de turismo para pedir mapas e información actualizada.
Dónde alojarse: hoteles con encanto
El Baix Empordà está lleno de hoteles con encanto y casas rurales. Su situación a 15-20 min en coche de las playa de la Costa Brava, su buen clima y su paisaje, lo hacen un lugar ideal para una escapada de fin de semana o varios días. Os dejo tres hoteles con encanto recomendados para una escapada de relax, en familia o en pareja:
- Can Bassa. Con sólo visitar la web de Can Bassa ya te enamoras de este pequeño hotel rural con encanto y lleno de cuquismo. Está situado en Madremanya, a medio camino de los pueblos del Baix Empordà y de Girona capital. Todo está cuidado al más mínimo detalle y es el hotel ideal para una escapada en familia, ya que disponen de bicis, piscina, mesa de ping-pong, futbolín y un precioso jardín. Tenéis dos opciones: reservar una de sus habitaciones tipo suites o ir a vuestro aire alquilando una de sus cinco casas independientes para 4-5 personas.
- El Cau del Papibou. Con un 9,1 en Booking y «certificado de excelencia» en TripAdvisor, os podéis imaginar el buen nivel de este hotel. Tiene encanto, está en el centro de Peratallada y cuenta con un restaurante excelente. Se trata de un edificio del siglo XII reformado.
- La Plaça. Como comentaba más arriba, el hotel La Plaça puede ser una buena opción si queréis alojaros en un hotel con encanto o si queréis realizar una boda cuqui en el Empordà. También está situado en el pueblo de Madremanya. Es una antigua masía reformada del s. XV y conserva buena parte de su arquitectura original (las piedras, las baldosas, las bóvedas de cañón y la Bohemia). ¡Un lugar precioso en un entorno encantador!
Mención especial a mi hermano Oriol y a mi cuñada Núria que viven en La Bisbal y me han ayudado enormemente a realizar este post. Ya se sabe que las mejores recomendaciones vienen siempre de la gente local. Gracias a ellos pues por abrirnos las puertas a su preciosa comarca, darnos buenos consejos para recorrerla y ayudarnos a realizar esta ruta de pueblos auténticos del Empordà. Aprovecho estas líneas para recomendaros una visita a la tienda FreeRide Neu & Running (c/ l’Aigüeta 138, La Bisbal), abierta por mi hermano Oriol, donde encontraréis el mejor material de running, montaña y nieve (¡también vende por internet! 😉 )