Mis suegros tienen una segunda residencia en La Cerdanya y esto me ha permitido escaparme allí varios fines de semana de los últimos años. Ya tardaba en dedicarle un espacio a esta comarca, ¿verdad?
Excursiones, mercados de artesanía y de productos locales, esquí, rutas a caballo, vuelos en globo, muchos campos de golf, rutas en quads… La Cerdanya es una comarca para el turismo activo.
Se viene a desconectar pero también a pasar un buen rato rodeado de naturaleza. En mi otro blog para familias con niños tenéis nuestra reciente crónica de una escapada de 4 días a la Cerdaña Francesa.
Para los que no conozcáis La Cerdanya debéis saber primero que es una comarca con una mezcla cultural interesante. La mitad de la comarca (la parte oriental) pertenece a la provincia de Girona y la otra mitad (la parte occidental) a Lleida.
Por si fuera poco, al ser una zona fronteriza, ha sido durante la historia territorio catalán y francés; actualmente, la mitad de la Cerdanya pertence a Catalunya y la otra, a Francia, estando situada la frontera en Bourg-Madame, justo al salir de Puigcerdà. Podéis andar tranquilamente por Bourg Madame y cruzar a pie la frontera.
¿Otra particularidad de la Cerdanya? Que es uno de los lugares de España con los nombres de pueblos más raros y más cortos: Err, Ur, Lles, Das, Riu, Alp, Bor, Pi, Urtx, Eller, All, Ger…
Nombres aparte, aquí tenéis una recomendación de lo que sería una ruta por los pueblos más bonitos y con más encanto de La Cerdanya. Aunque empiezo en Bellver, podéis empezar donde más os convenga.
Bellver de Cerdanya
Bellver es una de las localidades más grandes y bonitas de La Cerdanya. Estamos en la provincia de Lleida. Además de ser un pueblo muy bonito para pasear, es un lugar donde hay siempre muchas ferias y actividades organizadas. Echad un vistazo a la agenda de Bellver en el Panxing (la revista por excelencia de cosas a hacer en La Cerdanya).
Si llegáis a la hora de comer (o cenar), hay una nueva pizzería abierta y con muy buena pinta: pizzería Sant Roc (pl. Sant Roc 4-5). Si os apetece algo dulce, en la misma plaza está la pastelería La Rossella (pl. Sant Roc, 11) donde hacen exquisitos suizos (chocolate con nata) – también los hacen para llevar.
Pi
Cerca de Bellver, encontraréis Pi, sin duda uno de los pueblos más bonitos de la Cerdanya. Pi es rural, tranquilo, rústico y lleno de encanto. Un lugar para ir a descansar y desconectar. Dejad el coche y pasead por sus calles y caminos rurales del entorno. El paisaje es precioso.
Prullans
Prullans está alzado en una pequeña cima y goza de buenas vistas al valle. Si estáis de visita en diciembre, no os perdáis el Pesebre Viviente y mercado de artesanía que se realiza cada invierno en Prullans. Si vuestra visita es en verano y otra época del año, parad en este pueblo con encanto para dar un paseo.
Martinet
Siguiendo la carretera principal llegamos a Martinet, un pueblo muy popular por ser una de las puertas de entrada al Parque Natural del Cadí-Moixeró. Es por esto que la localidad recibe muchos turistas amantes de la naturaleza y la montaña.
Varios paseos y rutas de senderismo y montaña parten de allí. Si queréis estirar las piernas sin cansaros mucho, muy recomendable dejar el coche en el parking que hay a la entrada del pueblo, cruzar el puente y hacer un tramo del itinerario de la nutria (fácil, apto para ir con niños).
No podéis iros de Martinet sin haber comprado cocas o algún dulce en la Pastelería Villarrubla (en el otro extremo del pueblo); ¡toda una institución!
Bor – Pedra – Riu
Vamos ya de vuelta hacia el lado oriental de la Cerdanya, pero en lugar de pasar por la carretera principal que va de Martinet a Bellver y sigue hacia Puigcerdà, os propongo pasar por la carretera secundaria que atraviesa tres pueblos diminutos y llenos de encanto: Bor, Pedra y Riu de Cerdanya.
La carretera es una pista de montaña asfaltada, muy frecuentada por paseadores y ciclistas. Si decidís parar para estirar las piernas, os aconsejo Bor, donde podéis dar una vuelta por el valle (media horita aprox) y admirar el paisaje de La Cerdanya más rural.
En Bor podéis comer en la creperia El Tupí de la Cerdanya que tiene un jardín precioso.
Das
Al salir de Riu y cruzar hacia Das, ya estaremos en la provincia de Girona (aconsejable que sigáis por la carretera secundaria, que pasa por Urús).
Das es conocido en los mapas del tiempo de Catalunya por ser una de las localidades más frías (siempre tienen los récords de temperatura más bajas) y por ser un pueblo con encanto en el que hace unos años Mari Pau Huguet recibió una bola de nieve en un especial Fin de Año.
Además de eso, lo mejor de Das es sin duda las vistas de su entorno. Situado en pleno valle, os daréis cuenta de por qué La Cerdanya es la «Suiza Catalana».
En este tramo del valle es habitual ver globos aerostáticos. Si os interesa echad un vistazo a esta actividad que sale en realidad de Bellver de Cerdanya.
Puigcerdà
Y siguiendo la carretera, llegamos a Puigcerdà, la capital de La Cerdanya y donde se mueve todo. Dad un paseo por el lago, id de compras por su zona comercial y aprovechad para ir al mercado (los domingos por la mañana).
Como en Bellver, en Puigcerdà hay muchas actividades a realizar (echad un vistazo a la agenda del Panxing para no perder detalle).
Ger
Ger es otro pueblo típico del Pirineo, con mucho encanto. ¿La diferencia con los demás? Que está situado al otro lado del valle (zona norte) y desde aquí tendréis unas vistas distintas y también preciosas. Solo por el hecho de cruzar el valle y situaros en otro punto de vista, ya merece la pena.
Además, Ger y sus pueblos vecinos (Bolvir y All) son menos frecuentados que la zona sur (Alp y Das), y aquí encontraréis muchas rutas a pie que pasan por ríos, bosques, prados e iglesias románicas.
Meranges: lago de Malniu
Si os gusta el senderismo, no os perdáis la excursión al lago de Malniu. El municipio de Meranges se encuentra a 1.500 m y un paseo de menos de aprox 1 hora (ida y vuelta) os llevará al espectacular lago de Malniu. Es una excursión fácil, ideal para hacer con niños, y una vez en el lago (si es verano y os animáis) os podréis bañar.
Para subir a Meranges en coche hay una pista de montaña llena de curvas, pero no os preocupéis: ¡la excursión y las vistas merecerán la pena! Entre Puigcerdà y el pueblo de Meranges hay una media hora en coche.
Llívia
Saliendo de Puigcerdà, habréis cruzado, sin apenas daros cuenta, la frontera con Francia. De repente los croissants tienen mejor sabor, la gente saluda con un bonjour y las señales de tráfico están en francés. Pero no por mucho tiempo… Al llegar a Llívia volveréis a estar dentro de Catalunya.
Esta hermosa localidad es una burbuja catalana dentro del estado francés (wikipedia os cuenta por qué) y merece la pena dedicarle un par de horas para pasear por sus calles y llegar hasta la cima, donde encontraréis su castillo.
Mont-Louis
Y al salir de Llivia estamos de nuevo en Francia. La siguiente parada que os propongo en esta ruta es Mont-Louis, un pueblo fortificado precioso situado en la encrucijada entre el Capcir, la Cerdanya francesa y el Vallespir. Y por allí pasa el tren amarillo de la Cerdanya.
Les Angles
Por último, llegamos a Les Angles, una conocida estación de esquí del Pirineo Francés – preciosa, rodeada de vegetación, con pistas anchas y sin aglomeraciones de gente; y, además, al más puro estilo de los Alpes, la estación de esquí tiene un precioso pueblo a sus pies.
Si no hay nieve cuando paséis por Les Angles, disfrutaréis igualmente de un paseo por las calles y el lago de Les Angles donde se realizan muchas actividades en verano. En julio y agosto, también podréis montar en su telecabina (desde el pueblo) y subir hasta la estación de esquí para hacer senderismo o rutas en BTT.
Echa un vistazo a las actividades que hay para hacer en la zona de Les Angles – Matemale; te lo cuento en mi otro blog, tras nuestra escapada de 4 días en la Cerdaña francesa.
Otros lugares con encanto en la Cerdanya:
Baños termales naturales de Llo
Antes de llegar a Mont-Louis, os recomiendo una parada en Llo para experimentar unos baños termales naturales. Si el olor a sulfato no os molesta, disfrutaréis de este spa natural con aguas termales a 35ºC. Durante nuestra escapada a la Cerdaña estuvimos en los baños termales de Saint Thomas, que son geniales también. Echa un vistazo en este link.
El tren amarillo de Latour De Querol
Una excursión entretenida, ideal para hacer con niños, es subirse en el Tren Amarillo (Train Jaune) que va de Latour de Querol hasta Villafranche de Conflent. Un precioso tren de época (y de color amarillo) que unía Perpinyà con la Alta Cerdanya.
Durante el viaje, el tren amarillo se interna en túneles, serprentea los acantilados y atraviesa puentes de piedra que impresionan incluso vistos desde la carretera. En los meses de verano, el vagón descapotado tiene mucho éxito. Más info.
El tren amarillo os llevará hasta Villafranche de Conflent, un pueblo medieval precioso en el que merece la pena que paréis un buen rato y paseéis.
Esta excursión con el tren amarillo os puede ocupar medio día o todo el día.
Cómo llegar a la Cerdanya
Lo más cómodo es ir en coche, que os resultará imprescindible si queréis moveros por la comarca. Desde Barcelona hay solo 1h 30min de ruta, por carretera de doble carril y con un cartel de bienvenida en forma de peaje al llegar al Túnel de Cadí (11,5€ de peaje para un turismo).
Desde Barcelona, también podéis llegar en tren (Barcelona – Puigcerdà, 3h) o en autocar con la compañía Alzina Graells (ahora ALSA) (2h 30min).
Si salís desde la provincia de Girona, llegaréis a la Cerdanya por la Collada de Tosses, un puerto de montaña lleno de curvas que pasa por las estaciones de esquí de La Molina y La Masella. Consejo: si podéis, coged el atajo del pueblo de Tosses: la carretera es más estrecha pero mucho más recto y directo.
Dónde Alojarse en la Cerdanya
A estas alturas, después de ver todas las actividades que podéis hacer en la Cerdanya, seguro que ya estáis pensando en donde dormir, ¿verdad? Tanto si buscáis un hotel con encanto como si preferís un camping, podéis ver los mejores hoteles de la Cerdanya en la web de la Asociación de Hoteles y Campings de la Cerdanya. En su web podréis buscar y reservar. Además, os dejo aquí debajo tres opciones que conozco personalmente:
Hotel Golf Fontanals. ¡Un lugar espectacular para dormir, comer o jugar a golf! Mis suegros suelen ir para jugar a golf. Nosotros, en verano, para bañarnos en sus piscinas (exterior e interior climatizada). Y, de vez en cuando, cae alguna comida en su buenísimo restaurante. Estoy segura de que su servicio de hotel es igual de bueno que el resto de cosas que ofrecen. ¡Muy fans del Fontanals! No os perdáis su restaurante, con unas vistas increíbles.
Hotel Del Prado. Situado en las afueras de Puigcerdà, este es un hotel perfecto para ir con niños. Cuenta con un jardín enorme, parque infantil, pistas de tenis y piscina al aire libre (y si es invierno: sauna y jacuzzi).
Hotel Del Lago. Uno de los más míticos de Puigcerdà, muy cerca del lago. Situación inmejorable para poder pasear andando por Puigcerdà, olvidarse del coche y disfrutar de los servicios del hotel: spa con piscina climatizada cubierta y su enorme jardín con tumbonas y sillas. Para los esquiadores: ofrece guarda-esquíes de forma gratuita.
Foto de portada: Maria Rosa Ferre