Soy fan de la gente que quiere mejorar el mundo y que salta del sofá de su casa para perseguir sus sueños. Por eso, soy MUY fan de El Vuelo de Apis, el nombre con el que esta familia ha bautizado su proyecto educativo y colaborativo, en el que los niños son los protagonistas – empezando por sus tres hijas de 8, 6 y 4 años.
Doce meses para recorrer Sudamérica despacio y con buena letra, en su 4×4 traído desde Sevilla, donde empezaron en agosto (2016) su aventura. Han iniciado la ruta en Colombia y ya están en Perú.
Dicen que viajando se aprende mucho más de lo que un libro te pueda enseñar y estoy plenamente de acuerdo. Andrés e Ingrid son profesores y toda la familia se ha tomado un año sabático para hacer realidad esta aventura. Ahora que en Cataluña está más de moda que nunca el futuro de la educación (en un intento de hacer una escuela moderna más parecida a la de Finlandia), me parece súper interesante ( y un sueño para el futuro) la idea de tomarse un tiempo para recorrer el mundo con tus hijos.
Elsa, Cloe y Nora (por poner el orden al revés a favor de las peques de la casa) hacen «trip schooling» es decir aprenden durante el viaje. Las niñas cuentan, en pequeñas clases itinerantes, un montón de cosas que van aprendiendo durante el viaje: los volcanes, los descubrimientos culinarios, la fauna… Todo es una buena excusa para profundizar en un proyecto concreto llamado «Colombia» o «Ecuador» en el que se habla de ciencas, biología, historia o educación física.
Aquí dos ejemplos muy interesantes:
Su itinerario: Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil. Pasando más o menos un mes o un mes y medio en cada país. Se alojan en casa de familias locales, encontradas la mayoría de ellas a través de la comunidad de HomeExchange.com.
Andrés e Ingrid hace varios años que también intercambian su casa (en Sevilla) para viajar. En esta ocasión han pedido expresamente a las familias sudamericanas que se queden en casa con ellos para convivir juntos varios días. Es lo que se llama intercambio de hospitalidad y me parece una idea estupenda para conocer a la gente local e integrarse mejor en la cultura de un lugar.
Hoy este artículo va por ellos. Tuve la suerte de conocerles en persona este verano en Cádiz, tras un par de años de colaborar juntos. Este es pues mi granito de polen añadido a la gran colmena que han creado. Que su proyecto llegue a muchas más escuelas y casas, y que su atrevida aventura consiga convencer a mucha otra gente a saltar del sofá de casa y perseguir sus sueños. ¡Buen viaje, familia!
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Podéis seguir su aventura en su blog, youtube, instagram y facebook.
Todas las fotos y vídeos son propiedad de El Vuelo de Apis.