Esta entrada también está disponible en: Catalán
Escribí este artículo para el Blog de Costa Brava Verd Hotels.
Ahora lo re-publico en mi blog para compartirlo con todos vosotros.
Viviendo en Girona, sabéis lo mucho que voy a la Costa Brava y lo mucho que me gusta hablar de ella. Tras escribir sobre las mejores playas de la Costa Brava, (y también las playas a las que ir con niños), sobre la ruta ideal en coche por la Costa Brava, sobre sus pueblos con más encanto, sobre un fin de semana en Begur… Hoy comparto cinco recomendaciones para visitar la Costa Brava a pie y despacio, a través de sus fantásticos Caminos de Ronda, junto al mar.
Estos son, en mi opinión, 5 de los mejores caminos de ronda de la Costa Brava. Todos ellos son paseos cortos y fáciles, junto al mar y muy conocidos, accesibles para todos los niveles (pueden hacerse incluso con niños), y que os llevarán por algunos de los paisajes más bonitos de la Costa Brava. Como he elegido tramos muy cortos, podréis ir y volver fácilmente, dejando el coche en un lugar.
Camino de Sant Feliu a S’Agaró
[5km. 1h aprox] Este tramo empieza en cala Jonc, en Sant Feliu de Guíxols. Empezad subiendo las escaleras que salen de esta playa para llegar al camino de ronda. Hay que cruzar primero una urbanización hasta llegar a un pinar. Por el camino, descubriréis la cala el Molí, donde se encuentra la única vía ferrata colgada sobre el mar, y también cala Maset.
En este tramo de Sant Feliu a S’Agaró podréis disfrutar del paisaje tan típico de la Costa Brava: acantilados de piedra sobre el mar y aguas de color turquesa. El camino de ronda sigue al lado del mar hasta llegar a la Playa de Sant Pol.
Una vez en S’Agaró el camino de ronda se convierte en un paseo novecentista precioso, diseñado por el arquitecto Rafael Masó. Este paseo artístico os llevará hasta la playa Sa Conca.
De vuelta en Sant Feliu, si estáis cansados y necestáis un masaje en los pies, en el Hipòcrates CurHotel os cuidarán a base de tratamientos relajantes y reparadores.
Camino de La Fosca a Castell
[1,5 km. 22 min aprox] Nos encontramos en la playa La Fosca, en Palamós, que recibe su nombre por el gran islote negro que se sitúa justo en medio (“fosca” en catalán significa “oscura”). Mirando al mar, seguís hacia la izquierda (dirección norte), hacia el Castillo de Sant Esteve (s.XIII). Pasado el castillo, llegaréis al pinar de Gori. ¡Y atención porque desde aquí tenéis una de las mejores vistas de la Costa Brava! Delante vuestro: S’Alguer, un antiguo barrio pescador, diminuto y con mucho encanto.
Siguiendo el camino llegaréis a Platja Castell, una de las mejores playas de la Costa Brava. Lo que hace especial esta playa es su estado virgen; es de las pocas que ha conseguido sobrevivir a la urbanización.
Camino de Calella a Llafranc
[1,5 km. 20 min aprox] El camino de ronda entre Calella de Palafrugell y Llafranc es uno de los más elegantes y sencillos de la Costa Brava. Es fácil, está en muy buenas condiciones y tiene una gran amplitud.
Salís del pueblo de Calella de Palafrugell, famoso por sus arcos, su cantada de habaneras (el 1er sábado de julio) y por sus tabernas. Acercaos a la playa de Port Bo: mirando al mar, hacia la derecha veréis los jardines de Cap Roig y las islas Formigues; a la izquierda, la dirección que queréis seguir: la punta del Conill y, detrás de esta, la playa de Canadell, donde la familia del escritor Josep Pla tenía una casa.
Tras atravesar la playa de Canadell y caminar un rato llegaréis a Llafranc, el barrio marinero de Palafrugell. Son unos veinte minutos. Al llegar a Llafranc, encontraréis la mayor dificultad de este tramo: un montón de escaleras que bajan a la playa de Llafranc (tendréis que subirlas para volver a Calella).
Si 20 min os ha parecido poco, podéis continuar el camino de ronda hacia el Far de Sant Sebastià, a 175 m sobre el nivel del mar, donde tendréis una de las mejores vistas al mar de la Costa Brava. Si llegáis arriba, vuestra merecida recompensa se llama Hotel El Far (y es también un exquisito restaurante).
Camino de L’Escala a Sant Martí d’Empúries
[5,2 km. 1h aprox] Iniciamos este camino de ronda en una de las playas de L’Escala: playa Riells. Continuad por el paseo del Mar, dirección norte. Si no conocéis L’Escala, aprovechad para recorrer su núcleo antiguo y probar su especialidad: las anchoas. Si os apetece tomar algo, acercaos a la enoteca Els Barrils (c/ Alfolí, 8), un lugar de moda para hacer los vermuts. En esta enoteca sólo podréis pedir para beber agua o vino. Además, se encuentra en una de las calles famosas de L’Escala, la calle Alfolí, que mira hacia el norte, de cara a la tramontana. ¡Todo un reto en los días en los que sopla fuerte! Podéis leer nuestra experiencia de un fin de semana en L’Escala.
Momento de volver al paseo del Mar y continuar el camino de ronda. Siguiendo siempre junto al mar, dirección norte, pasaréis la cala de la Creu, donde veréis las barcas de pescadores.
Un poco más allá os encontraréis el Lampadòfor, el monumento a la llama Olímpica. Girad a la derecha para tomar el paseo de Empúries. Este tramo de camino de ronda está muy bien condicionado, transcurre bajo un pinar y pasa por las tranquilas calas de Rec del Molí, el Portitxol y Les Muscleres, además de las magníficas ruinas de Ampurias y el muelle griego donde los griegos desembarcaron en la Península Ibérica.
Siguiendo el paseo de Empúries llegaréis a otro de los rincones con más encanto de la Costa Brava: el pueblo de Sant Martí d’Empúries.
La playa del Portitxol es una de mis favoritas en la Costa Brava. Allí además se encuentra, justo enfrente, un hotel fantástico: el Hotel Spa Empúries. Hiper recomendable. Si no lo conocéis todavía, os cuento mi experiencia aquí.
Camino de Cadaqués a Portlligat
[1,15km. 20 min aprox] Acercaos a la Oficina de Turismo de Cadaqués, donde os darán mapas y más información detallada sobre esta ruta. Mirando al mar, seguid hacia la izquierda, dirección la playa de Es Poal. Durante el camino podréis apreciar algunos noraix que se conservan en el pueblo (antiguas piedras que servían para amarrar las barcas) y la casa donde se alojó Picasso el verano de 1910.
Delante de la playa de Es Poal hay una pequeña plaza con una olivera desde donde sale la calle de la Miranda, el antiguo camino a Portlligat. Subid esta calle de inclinación pronunciada hasta la ermita de Sant Baldiri.
Tras pasar la ermita, a la izquiera, seguiremos hacia la carretera que nos llevará hasta Portlligat, el puerto natural de los pescadores de Cadaqués. En esta cala se instaló Salvador Dalí con su musa Gala durante 50 años, tras decidir que este era “el lugar más bonito del mundo”. La casa museo de Salvador Dalí es más que recomendable. Leed nuestra experiencia de un fin de semana en Cadaqués.
Fotos: calafellvalo, jofre ferrer, Roser Goula, Jaume CP BCN,
llunatica81, Albert Torelló, Jorge Franganillo