Esta entrada también está disponible en: Catalán
Un spa, una piscina enorme y un entorno tranquilo. El hotel parecía tener todos los ingredientes para que nuestra escapada de relax fuera de 10… y lo cierto es que incluso ¡superó expectativas! Por eso, Casa Anamaria ya está en nuestra lista top 3 de hoteles con encanto favoritos en Catalunya. ¿Por qué? Ahí van algunos de nuestros motivos que nos harían repetir el próximo fin de semana:
Por su enorme piscina
En la última escapada romántica que hicimos antes de ser papás, el tiempo nos jugó una mala pasada y no pudimos darnos un chapuzón, así que esta vez, en Banyoles, lo primero que hicimos fue tirarnos a la piscina de agua salada del hotel. Poco importaba que fuera primavera y que fueran las 17.30h. La piscina para nosotros solos y qué bien nos sentó para refrescar ideas y neuronas. Se agradecieron los 25ºC del primer sábado verdaderamente primaveral. Allí empezamos a practicar el dolce far niente que ya casi habíamos olvidado.
Por su Spa de uso privado
La piscina abrió nuestra sed de relax bajo el agua y ya no pudimos parar. Algo realmente genial de Casa Anamaria es que el spa es de uso exclusivo y privado por habitación, así que tienes el espacio para ti, de forma privada, íntima y tranquila. Basta con reservar la hora en recepción y decidir si quieres añadir alguno de los masajes que ofrecen. El spa consta de una piscina de agua caliente con banco de burbujas, tres duchas de chorros, sauna y ducha de sensaciones (chorros calientes y fríos). Además, puedes servirte agua y tés. Todo para vosotros solos. El spa está en el mismo edificio y se accede vía ascensor directo. El hotel provee toallas, zapatillas y albornoz.
Por su personal atento y amable
Y diciendo esto me quedo corta. Creo que es el hotel en el que nos hemos sentido más acompañados, sin llegar a agobiar. Por poner un ejemplo, diez minutos después de haber subido a la habitación, nos llamó el chico de recepción que había hecho el check-in para preguntar si echábamos en falta algo o si podía ayudar en algo más. Otro ejemplo: el camarero del bar nos vio paseando y nos preguntó si queríamos tomar algo; le pedimos algo para picar y al acabar nuestro paseo teníamos la mesa preparada para sentarnos a descansar y reponer fuerzas. ¡Eso sí es ser atento!
Por sus habitaciones amplias y acogedoras
Casa Anamaria es un boutique hotel, pequeño, de solo 16 habitaciones con un cuidado extremo por los detalles y la personalización de la experiencia del huésped. Pequeños poemas te reciben en cada habitación y las camas son enormes y súper cómodas (¡hacía taaanto que no dormíamos del tirón!). Al ser un hotel tan espacioso y con pocas habitaciones, tienes la sensación de tener el palacio para ti solo. Tuvimos la suerte de alojarnos en la Junior Suite, que dispone de una terraza preciosa donde ves el sol a lo largo de todo el día, desde que sale hasta que se pone.
Por su maravilloso entorno
El hotel se encuentra en un paraje escondido de la comarca del Pla de l’Estany, en la provincia de Girona. Está rodeado de campos y bosques, en un entorno remoto pero de fácil acceso, a 20 min de Banyoles. Puede ser un escondite perfecto para descansar y desconectar unos días.
Por su pista de Tennis y sus Bicis
Tranquilidad no tiene por qué ser sinónimo de aburrimiento. Además de piscina y spa, el hotel cuenta con pista de tennis (y raquetas y bolas a disposición de los huéspedes) y algunas bicis también gratuitas para los huéspedes. El lago de Banyoles está demasiado quizás lejos para un paseo en bici, pero el entorno del hotel tiene una carretera secundaria asfaltada fabulosa para salir a dar una vuelta y admirar el paisaje.
Por volver a pasear por «nuestro» palacio veneciano a nuestro aire
¡Los exteriores e interiores del hotel son fabulosos! Es como vivir en un palacio veneciano lleno de salas, rincones cucos y lugares donde pararse a ver el paisaje. Todo ello da al hotel un toque cálido, acogedor y hogareño. Para los que estéis buscando una casa en Girona para celebrar una boda, en Casa Anamaria también os dan esa opción, echad un vistazo.
Por el desayuno en la habitación
Si eres de los que se les pegan las sábanas, no te preocupes, puedes pedir que te lleven el desayuno a la habitación. Todos los huéspedes pueden elegir desayunar en el salón o que les traigan el desayuno a la habitación. Nosotros elegimos bajar al salón… sobre todo para poder tener máxima variedad y poder repetir tanto de dulce como de salado 😉
Por sus detalles
Un hilo musical de música clásica acompaña de forma suave y hay un piano en el salón-comedor (desconozco si alguna de las veladas se hacen con pianista, pero sería una gran idea, ¿verdad?). También hay una sala más pequeña (la biblioteca) en la que puede cenar un grupo pequeño, con más intimidad. El restaurante está abierto al público y el precio del menú está en los 28€ (dos platos a elegir, postres, copa de vino y agua). Espectacular la crema catalana casera — de las mejores que hemos probado nunca.
Por sus otras opciones de alojamiento si algún día volvemos en familia o con amigos
Si sois una familia o un grupo o, si al revés que nosotros, decidís ir de escapada con niños, os gustará saber que Casa Anamaria también ofrece alojamiento en dos casas anexas al hotel. Por un lado, la antigua masía del s.XIV, totalmente reformada, que consta de dos apartamentos rurales y con acceso a todos los servicios del hotel. Y, por otro, una casa rural totalmente independiente.
Qué hacer en los alrededores del hotel, cerca de Banyoles
El personal del hotel Casa Anamaria os atenderá en cualquier consulta que tengáis acerca de la zona. En la biblioteca del hotel encontraréis rutas a pie, mapas de la zona y varias ideas de lugares a visitar. A continuación, mis recomendados:
Paseo en bici o a pie alrededor del lago de Banyoles
Una vuelta completa en bici o al menos un paseo a pie por el lago son casi de visita obligada en cualquier escapada a Banyoles. Andando tranquilamente y parando para descansar o hacer fotos, tardaréis más o menos 1,5 – 2h en dar la vuelta completa. La empresa Caiac i Natura alquila bicis (y kayacs) y os darán instrucciones para otras rutas en bici recomendadas por la zona (diferentes niveles). En vuestro paseo por el lago, no os perdáis la iglesia de Porqueres.
Un paseo por Girona o Figueres
El hotel está a medio camino entre Girona y Figueres. Ambas ciudades son muy indicadas para un paseo o una visita cultural. En Figueres encontraréis el Museo Dalí (y también el espacio Dalí Joyas, dedicado a las joyas que Dalí diseñó para marcas como Tiffany en los años 50). Girona, por su parte, es conocida por su intensa actividad artística, su judería y sus preciosas casas de colores en el río Onyar. Si paseáis por Girona, no olvidéis parar en la Heladería Rocambolesc, del pequeño de los Hermanos Roca, los mejores cocineros del mundo.
Una vuelta por la Garrotxa: Mieres, Santa Pau, zona volcánica, Olot, Castellfolit y Besalú
Banyoles, Besalú y Olot están conectadas por autovía, a menos de media hora entre los dos extremos. Sin embargo, si os gusta conducir por carreteras rurales y descubrir pueblos más recónditos, os recomiendo ir por la antigua carretera que une Banyoles, Mieres y Santa Pau. Es una carretera estrecha y de curvas, pero con un paisaje precioso y que os llevará a dos pueblos medievales: Mieres (9 km) y Santa Pau (18 km). Ambos son pueblos muy pequeños, de un paseo corto. Si os entra hambre parad en el bar Met de Mieres, a pie de carretera. Auténtico 100% y con unas tapas caseras exquisitas. Más allá de Santa Pau, llegaréis a la zona volcánica de la Garrotxa y de allí a Olot, Castellfollit de la Roca y a Besalú. Castellfollit es un pueblo de origen medieval, construido sobre una enorme pared basáltica impresionante. Besalú, por su parte, es un pueblo medieval precioso y muy turístico. De vuelta, desde Besalú podéis tomar la carretera a Banyoles y llegaréis en diez minutos.
Playas y pueblos de la Costa Brava
Si el buen tiempo acompaña, otra buena idea es acercarse a las playas de la Costa Brava. Estaréis a 35min de L’Escala i Empúries (donde los griegos desembarcaron por primera vez en la Península Ibérica). No os perdáis las Ruïnes d’Empúries y Sant Martí d’Empúries, un diminuto pueblo medieval precioso. La playa de Empúries y Cala Montgó son preciosas y os quedan cerca de Banyoles.
Pueblos medievales del Empordà
Antes de llegar al mar, descubriréis varios pueblos medievales encantadores que merece la pena visitar. Salid en dirección la Bisbal de l’Empordà y haced parada en: Púbol (Castillo que Dalí compró a Gala), Palau-Sator, Peratallada, Monells (escenario de «8 apellidos catalanes»), Pals y Vulpellac.
Feliz escapada!