Ayer llegué al aula 46 media hora antes de que empezara el curso, me senté en un banco e intenté no ponerme más nerviosa de lo que ya estaba. No había nadie todavía, pero pronto empezó a llenarse el «hall» de docenas de estudiantes que, como yo, empezaban ayer algún curso de idioma. Me miré a los estudiantes de mi alrededor… No tenían mucha pinta de querer estudiar italiano (…y yo sí?). Me volví a sentir como una niña pequeña, sin saber dónde meter todo el entusiasmo que llevaba conmigo desde hacía horas, e intenté disimular mi nerviosismo.
Por fin entramos en clase. Rosella Livoli, una Romana de nacimiento y catalana de adopción desde hace más de 30 años, sería la encargada de hacernos «imparare» italiano durante los próximos meses.
A través de jueguecitos, post-it i presentaciones varias, pronto fuimos conociéndonos los casi treinta estudiantes que llenábamos el aula. Efectivamente, todos éramos muy distintos pero queríamos aprender italiano por motivos parecidos: para viajar, para aprender una lengua cantando, para desconectar, para salirnos de la norma «inglés, francés, alemán» y, sobre todo, para divertirnos ^.^
Ayer, por primera vez, durante las 2 horas que duró las clase, la profesora pudo hablar todo el rato en italiano y no hubo ningún problema de comprensión. ¡Cómo se le sube el ego a uno, al comprobar que puede entender e incluso contestar (chapurreando, pero eso sí, con toda la gracia del mundo) un idioma más ya sólo en la primera clase! Deberíamos cambiar el eslogan de Redbull por: «¡el italiano te da alas!». Estábamos todos encantados, escuchando la bonita melodía que sonaba y pensando que algún día nosotros también podremos «parlare» así de bien; todos menos uno: John Andrew, un americano que apenas sabe hablar en castellano y que, el pobre, no pillaba ni una. En el otro extremo, también descubrimos gente que ya habla italiano a un nivel fluido por tener novios, abuelos o amigos Erasmus que les hablan todo el día en italiano. En fin, yo como siempre estoy por allí en medio, todavía más ilusionada que ayer y deseando que llegue «giovedi» para aprender algo más y empezar a hacer mis posts en italiano ^.^ «Per fardare, claro!»
uoooo!! jo he entes el ke has dit en italià!!! jeje, no si resultarà ke no soc tant ruc : P
apa haviam si ens veiem i ens aborrim junts!!!
bacios ; )
hola muy bueno tu blog un beso chau trji