2014, odisea de emociones
Los 30 llegaron para marcar un punto de inflexión en mi vida. Lo que empezó como una «crisis viajera» que me pedía que no hiciera tantos viajes y me quedara más en casa, desembocó en una auténtica marea de emociones y retos. Había entendido que era mejor improvisar e ir más despacio pero el gran boom estaba por llegar.