Restaurantes, tiendas y cosas bonitas del Born de Barcelona

Siguiendo el dicho catalán «Roda el món i torna al Born», he dado la vuelta al mundo, he visto cosas muy variadas, he vivido en varios países, y he vuelto a Barcelona. Ok, vivo del Eixample pero siempre hay buenas excusas para salir a pasear por el Born.

Si sois de fuera, llegaréis al Born para ver su ambiente nocturno, sus tiendas modernas (y caras), el museo Picasso o la gran basílica de Santa Maria del Mar. Si sois de Barcelona, seguramente haga mucho tiempo que no paseáis por el barrio por la cantidad de turistas que hay. Tranquilos, no siempre. Es un barrio lleno de historia y tiendas bonitas; y merece la pena que también lo disfrutéis. Acercaros un día entre semana o quizás un sábado por la mañana; veréis lo a gusto que se está.

Foto de Freddy Monteiro Licencia CC via Flickr

¿Por dónde empiezo a contaros mis recomendaciones del Born? Por Santa Maria del Mar. Aaaah, sin duda mi iglesia favorita de Barcelona. Comprobad los horarios antes de ir para aseguraros que podréis entrar a verla. Si además queréis ver buenas vistas, podéis subir a la azotea de la basílica (abierta desde hace un año).

Muy cerca de la iglesia, encontraréis la mítica tienda de Cafés El Magnífico (c/ Argenteria, 64). Podréis comprar café de Colombia, Brasil de una de sus mezclas. Os lo envasaran para llevar o podréis probarlo in situ (ojo, no es una cafetería: no hay sillas ni mesas; pero el café está delicioso).

Pero si lo que os apetece es hacer un vermut catalán, tan típico y tan nuestro, acercaros al 300 del Born (plaza Comercial, 12), en el nuevo Centro Cultural del Born. El centro ocupa el lugar del viejo mercado del Born -cuando quisieron renovarlo, excabaron y encontraron ruinas de la batalla de 1714 y decidieron preservarlas y mostrarlas al público. Podéis visitar las ruinas de forma gratuita o apuntaros a una de las visitas guiadas diarias.

Tienda Ivori Barcelona – Foto Fashion Travel Bloggers

Seguimos por Mirallers, una calle en la que encontraréis todo tipo de tiendas locales, con diseñadores independientes y en la que seguro tendréis ganas de llevaros algo a casa: Ivori (c/ Mirallers, 7) es una tienda muy mona de ropa y complementos «made in Barcelona«; justo a su lado, La Bicha Creativa (c/ Mirallers, 7), un pequeño taller artesanal de bolsos muy prácticos, hechos a mano; y enfrente, la mítica Lomography, para los amantes de la fotografía analógica y vintage. Otro taller (éste, de bolsos artesanales y reciclados), lo encontraréis en Pinzat (c/ Grunyi, 7): bolsos, mochilas, monederos de plástico reciclados de los carteles de las calles.

Si vuestro plan es cenar en el Born encontraréis mil y una opciones: tapas de pie, tapas sentados, restaurantes hindúes, noodles… ¡Realmente hay para todos los gustos! En las calles del Rec y Comerç encontraréis mucha variedad local, pero si lo que queréis es un plan más íntimo, probad El Senyor Parellada (c/ Argenteria, 37, muy cerca del metro de Jaume I) uno de los restaurantes de Barcelona que más recomendamos a los viajeros que quieres probar comida tradicional catalana. Luz ténue, un comedor acogedor y una carta de platos tradicionales catalanes «per llepar-se’n els dits!»: escudella amb carn d’olla, esqueixada, caracoles, canelones, paella, butifarra con judías secas, pulpo a la brasa… Los platos principales de la carta rondan los 9-20 euros. Si vais para cenar, mejor reservad mesa ya que suele llenarse. A la hora de comer, tienen un menú de 14€ muy completo. Consejo: si queréis un extra de intimidad, pedid que os pongan en el entresuelo, donde hay unas mesas encantadoras en las que podréis estar solos.

Cartel antiguo del hotel-restaurante

restaurante Senyor Parellada

Junto al restaurante Sr Parellada, está el hotel Banys Orientals, del mismo propietario. Se trata de un excelente hotel relación calidad-precio, elegante, de diseño, pero sin pretensiones (Precios hab doble: 85-105€/noche; Promoción «Bonus Fonda» 150€, incluye alojamiento una noche, cena en el restaurante para dos con vino y desayuno. Comprobad disponibilidad y precios en la web del hotel). Lo que pocos barceloneses saben es que este hotel se fundó como la primera «Fonda para Viajeros»: alojamiento, aseo y restauración para los viajeros que llegaban a la estación de Francia y se iban al día siguiente con el primer tren. Este hotel en el centro de Barcelona fue uno de los primeros vecinos del barrio del Born y ha ido adaptándose a las nuevas generaciones de viajeros que llegaban a la ciudad.

¿Conocéis otros lugares recomendables para visitar en el Born?
¡Podéis dejarlos en los comentarios!

Ruta «Tapa a Tapa» de Sitges

Apuntaros esta fecha: principios de abril. Destino: Sitges

La excusa de conocer los edificios modernistas de Sitges nos ha llevado a pasar el día allí. Pero ha sido otra ruta más gastronómica la que ha conseguido que nos quedáramos. ¡Y tan a gusto! Del 3 al 13 de abril 2014, Sitges celebra su ruta Tapa a Tapa !!

Sitges es más bonita en primavera: sin turistas, con mucho sol y sin ese calor sofocante. Su fama viene por el carnaval, la playa y el ambiente gay-friendly; pero lo cierto es que en el casco antiguo hay varios edificios novecentistas y modernistas a no perder de vista. Solo hay que mirar hacia arriba para encontrarlos. No os perdáis el Cau Ferrat o el espectacular e inmenso palacio de Maricel (visitas los domingos), detrás de la iglesia.

Entre tanto arte, ha entrado hambre y, a la hora del vermut, la ruta artística ha dado paso a la ruta de tapas. La ruta Tapa a Tapa de Sitges se celebra cada año (este 2014 es la 4ª edición) en abril. Una tapa + un quinto de cerveza o agua, por 2,5€. Lo mejor: que esto dura 10 días!! Tapas muy elaboradas y sabrosas y una exquisita forma de descubrir el centro antiguo de Sitges. Descargar PDF

Movidos por el marketing del evento, hemos decidido participar de pleno en la ruta Tapa Tapa, rellenando los 4 sellos necesarios para participar en el sorteo de premios. Lo cierto es que no ha sido una tarea para nada difícil… 😉 La primera tapa ha animado a la segunda, y a la tercera y… la cuarta ha venido ya casi sola. Podríamos hacerlo cada fin de semana.

33 bares y restaurantes del centro de Sitges se han unido a la propuesta de Tapa a Tapa. Un 10 para la organización de la ruta: hay libritos explicativos para saber cuál elegir, los bares están bien señalizados por fuera y hay una buena afluencia de gente, sin aglomeraciones (al ser tapas, el movimiento de gente en los bares es constante). Tan recomendable que el año que viene esperamos repetir.

Nuestro cuatro elegidos han sido: EL CABLE, KVA, QUEBO e IZARRA. Si os tengo que recomendar alguno, el Cable, sin duda. Su «relaxing cup of café con leche» hecho con caldo de pescado, espuma de alioli, gambas y patata, nos ha conquistado a todos. Buenísmo también su relleno vegetal. Y sorprendentes y frescas las sensaciones del Quebo.

La ruta de Tapas en Sitges 2014 estará activa todavía hasta el domingo 13 de abril. Podéis ver la lista de bares y tapas participantes en este este pdf.

+ info: Lo más fácil es llegar en tren y pasar por la oficina de turismo que está justamente en la plaza de la estación. Allí os darán el librito de la ruta de la tapa. Si os interesa el arte, pedid también un mapa con los edificios singulares y artísticos de Sitges. Web Sitges Turismo

Fin de semana en Girona

He dejado de contar las veces que he estado en Girona. Es una ciudad que me encanta. Ideal para hacerla andando y con gran variedad de cosas a visitar y hacer. ¡Aquí van mis 10 cosas favoritas a hacer en Girona para un fin de semana de diez!

Volver a ser niño en el Museo del cine

El museu del cinema de Girona es un museo para mayores y pequeños, para aficionados a las películas antiguas y para apasionados de las historietas. Es un museo entretenido, lleno de objetos de coleccionista que jamás habrás visto y, sobre todo es un museo para jugar y tocar. En el museo te invitan a que juegues con los aparatos y veas por tu propia experiencia cómo se fue inventando el cine poco a poco. Fabuloso y mágico. Precio entrada: 5 €.

Tomar un helado de los mejores cocineros del mundo en Rocambolesc

Casi obligatorio tomarse un helado de Jordi Roca en su heladería Rocambolesc, en pleno centro de Girona. Helados diferentes, muy poco clásicos y con sabores gustosos. La heladería del hermano pequeño de los Roca está cerca del río, en la calle Santa Clara, 50. A no perderse tampoco la pastelería que hay justo enfrente donde hacen «xuxos» (bollos rellenos de crema) buenísimos.

Foto CC de Gonzalo Iza via Flickr

Foto CC de Demi via Flickr

Aprender historia en el Museo de los judíos

El barrio judío de Girona es uno de los mejor conservados de Occidente. Es difícil saltárselo pues sus límites coinciden con el barrio antiguo de Girona. Perderos por sus callejuelas estrechísimas, entrad en la tienda del Carrer de la Força num 16 para ver una casa antigua (ventana y puerta tapiada), y entrad en el Museo Judío si tenéis ganas de descubrir un poco más sobre la cultura judía y su historia de los judíos en Cataluña. El patio del museo es precioso, por cierto. Se accede por c/ de la Força, 8. Precio: 4 €. Ver visitas y horarios.

Cruzar los puentes de Girona

Nunca me cansaría de cruzar los puentes de Girona. El más especial, sin duda, el Pont de Ferro (de hierro) de Gustave Eiffel (sí, el mismo que hizo la Torre Eiffel). Pero también tiene su encanto el Pont de la Princesa (candados) o el mítico y majestuoso Pont de Pedra, donde suele haber mucho ambiente comercial. Todos ellos van prácticamente seguidos, en el río Onyar, así que no tiene pérdida. Desde todos ellos la perspectiva a las casas de colores es preciosa.

Pont de ferro, Girona, de Gustave Eiffel. Foto CC por Federico via Flickr

Comer lo que quieras y cuando quieras en el Croaks Bistro Bar

Muy cerca de la Plaça Independencia encontraréis el nuevo Croaks Restaurant de Girona, una apuesta divertida, moderna y muy sana. Hamburguesas premium, patatas fritas artesanas, calamares exquisitos y unos postres de mmmmmm! total. Incluso los fingers de pollo son artesanos y hechos con amor. También tienen tapas buenas, ensaladas, pizzas pequeñas y sándwichs. Todo cocinado con mucho amor y sabor; ideal para los que queremos comer «guarrerías» saludables 😉 Lo mejor: que están abiertos todo el día y la cocina no cierra nunca, así que podéis pedir lo que queráis cuando queráis! Dirección: Gran Vía Jaume I, nº 1. Web

Visitar la Casa Rafael Masó

La casa de la familia Masó (Rafael Masó fue arquitecto del Noucentisme) se encuentra en la orilla del río Onyar que atraviesa Girona. Sí, su casa es una de las casas del río. La de color blanco con ventanas azules, para ser concretos. Se puede visitar por dentro pero solo acompañados por una visita guiada que hay que reservar con antelación. Si os gusta el arte y la arquitectura, es una visita a no perderse. Página web. Dirección: Ballesteries, 27

Tomar algo en el café Modernista La Terra

Si os gustaría ver el río Onyar desde dentro de una de sus casas pero no queréis visitar la Casa Masó, una muy buena opción es tomar algo en el bar La Terra, que está justo al lado de la Casa Masó. Se trata de un bar modernista, precioso y con mucho encanto para una tarde tranquila. Si tenéis suerte, podréis sentaros en una de las mesas que dan al río y tener una perspectiva única de la ciudad. Dirección: Ballesteries, 23

Café Modernista La Terra, Girona

Bajar las escaleras más románticas de España

Las escaleras de Sant Martí de Girona ha sido calificado como el rincón más romántico de España. No sé si será así (¡nos quedan muchos lugares con encanto por descubrir!) pero sin duda el lugar en el que se ubica el café es realmente único y muy fotogénico. Allí mismo hay el café Le Bistrot, cuya comida está buena y el precio es asequible. Tienen un menú diario de 14€ con platos muy apetecibles y distintas opciones. Más info. Dirección: Pujada Sant Domènec, 4.

Cafe Le Bistrot, Girona. Foto cc por Oriol Lladó, via flickr

Pasear por las Murallas y el Parque Arqueológico

Tras reponer energías en alguno de los restaurantes recomendados de Girona, podéis bajar los kilos de más andando por el parque arqueológico y siguiendo sus murallas. Una mezcla de naturaleza e historia y, sobre todo, un lugar muy tranquilo. Desde las torres de las murallas las vistas son excelentes. ¡Abstenerse los que no quieran subir escaleras!

Murallas de Girona. Vista aérea. Foto CC de Alvaro Galve via Flickr

Ir de escaparates en las Ramblas

Y por supuesto, algo que no puede faltar en Girona y que siempre apetece es pasear por las calles del casco antiguo, escuchar música en directo en las Ramblas o tomar algo en la Plaça de la Independencia (la de las vueltas) donde encontraréis muchos cafés y terrazas. Seguro que el paseo se alarga porque paráis en dos o tres tiendas bonitas por el camino: ¡Girona está llena de pequeño comercio y tiendecitas monas!

Ramblas de Girona. Foto CC de Nitachem via Flickr

Dónde alojarse en Girona

La oferta hotelera de Girona es muy amplia. Nuestra recomendación si queréis pasar un fin de semana chic, con encanto y queréis estar bien:

El Hotel Llegendes de Girona Catedral, un hotel con encanto en Girona, ideal para un fin de semana en pareja en plan relax o romántico. Es el hotel en el que durmieron Mark Zuckerberg y su mujer cuando estuvieron en Girona para un fin de semana hace un año durante el MWC en Barcelona 😉 ¡Saben elegir bien!

Pertenece al grupo de Petits Grans Hotels de Catalunya y está ubicado en el casco antiguo, junto a la Catedral de Girona.

El Hotel Carlemany, uno de los hoteles más reconocidos de Girona, con 4 estrellas y diseño moderno. Mucho encanto, comodidad, arte, diseño contemporáneo y exclusividad. Lo que también es exquisito es su restaurante El Pati Verd, donde probaréis las delicatessen del chef Xavi Arrey. El hotel Carlemany está situado en el centro de Girona, muy cerca de la estación de tren y autobuses; resulta muy práctico y cómodo si necesitas desplazarte fuera de la ciudad. Podéis ver más ofertas en la web de Costa Brava Verd Hotels.

Can Cuch, escapada romántica en el Montseny

Trabajar en casa es fabuloso pero cuando llega el fin de semana, creedme, lo que más me apetece es salir de ella. Adonde sea: Amsterdam, Roma o incluso algún paraje rural a una hora de Barcelona. Hoy os quiero mostrar un hotel singular, precioso, totalmente encantador. De los que te encaprichan a simple vista y te enamoran por el estómago. No es raro que sea uno de 25 los mejores pequeños hoteles de España en Tripadvisor.

Os presento el Hotel Can Cuch, un hotel de auténtico placer.

Can Cuch está sólo a 1 hora de Barcelona, en el Parc Natural del Montseny, muy cerca de Cardedeu. Los de Barcelona tendemos a «escaparnos» lejos pero lo cierto es que a veces se nos olvida el privilegio de vivir tan cerca del Montseny. Y es precisamente en este tipo de hoteles cerca de Barcelona en los que uno encuentra verdaderamente la calma y el relax de nuestro buen amigo, el dolce far niente.

Tuvimos el placer de conocer a Salvador, el director del hotel (y cocinero) en los dos últimos años, que nos contó cómo ha conseguido darle un giro buscando que sea un hotel próximo, ecológico y muy natural. Salvador y su equipo son ese tipo de gente que siente pasión por lo que hace y eso se nota en cada detalle: atención al milímetro, buen gusto por la decoración, saber preservar la antigüedad de la masía y sus reliquias… (nos fascinó la puerta principal de la masía, de madera y con tranca: ¡como vivir en un auténtico castillo!). Las suites mantienen elementos restaurados de la masía. Sin duda, merece la pena elegir una de las suites con chimenea y bañera clásica.

Soy muy fan de los hoteles pequeños. Por su tranquilidad, su calma, por ese trato directo con el personal del hotel y por esa singularidad e historia que hay detrás de cada uno de ellos.

El hotel se encuentra en lo alto de un monte, siguiendo la carretera que pasa por Cardedeu y Cànoves. Aviso ya que el tramo final para llegar al hotel es una pista forestal, con algunas curvas peliagudas en subida – pero ya sabe que para conseguir algo hay que sufrirlo. Y con esas vistazas no esperabais que estuviera a la orilla del mar, no? Cuando ves las vistas que hay desde la casa, se te olvidan todos los males.

Una vez arriba lo mejor viene cuando sabes que no tienes ninguna necesidad de volver a bajar. Estás «atrapado» en un precioso hotel rural donde se encargan de que tu estancia sea simplemente perfecta. Naturaleza por todos lados, habitaciones acogedoras con chimenea, salas comunes para relajarse, un restaurante digno de estrella michelin a precios asequibles y un wifi que funciona mejor que en mi casa. ¡Yo no necesito nada más, oigan!

Algo a no perder de vista para el bien de vuestro estómago es el restaurante del hotel. Gastronomía moderna, rica y, sobre todo, de proximidad. Como todo en este hotel. El restaurante tiene un buen éxito entre la gente de la comarca.Los platos de la carta rondan los 13-22 €. Y su menú gastronómico con varios entrantes, primeros, segundos y postres por 45€ es una más que exquisita idea. Lo mejor para mí: los raviolis «de carn d’olla», el canetón y el pulpo. ¡Mamma mia! Todo ello a unos 700 metros de altura. Aquí, todo sabe mejor.

Postres deliciosos que se deshacen en la boca

El pronóstico meteorológico daba fin de semana de lluvias apocalípticas pero Salvador ya nos avisó por email que «la climatología del Montseny es muy especial» y que podía pasar cualquier cosa o quedarse en nada. Llovió, hizo viento, granizó, nevó (lo justo para subir unas cuantas fotos), salió el sol e incluso vimos un arco iris. Una auténtica clase de ciencias naturales. Lo cierto es que estábamos TAN a gusto que no nos hubiera importado que la nieve hubiera cuajado y hubiéramos tenido que quedarnos una noche más…

Si queréis hacer un regalo de bodas, de aniversario o «de mimos porque sí», no lo dudéis ni un segundo. Hotel Can Cuch. Un hotel para repetir.

Excursiones cerca de Can Cuch – Montseny

Para que vuestra escapada esté completa, aquí van algunas ideas para hacer cerca del hotel. El Parc Natural del Montseny es enorme y hay mil cosas por ver. Os recomiendo que echéis un vistazo a su web oficial. En el propio Can Cuch también os podrán informar sobre rutas a pie que salen desde el hotel.

1. «Castanyer de Can Cuch» (el castaño de Can Cuch). Un paseo muy agradable y sencillo, de 35 minutos y otros 35 de vuelta, apto para todos los niveles. Es prácticamente todo al mismo nivel con leves subidas y bajadas. El camino es fácil y es muy popular por lo que seguro que estaréis acompañados. En el hotel os pueden indicar por dónde empezar. El castaño de Can Cuch es uno de los árboles más antiguos de Cataluña, con mucha historia. No tiene pérdida, es enorme; tanto, que podréis entrar dentro. Leer más

2. Subir al Sui. El Sui es un pico que queda muy cerca de Can Cuch y con unas vistas fabulosas en un día claro. Si estáis en forma, no os será complicado subir los 600 metros de desnivel hasta llegar a los 1300 (el hotel está en los 700-800). Hay al menos una hora de subida. Pero los que han llegado arriba dicen que merece la pena (yo os animo desde el restaurante…).

3. Un paseo por el pueblo de Cardedeu. El aparcamiento en Cardedeu es gratuito (muchas zonas señalizadas y grauitas) y el centro se puede hacer andando en un paseo tranquilo. Si queréis comer algo os recomiendo el restaurante Granat, en la plaza del Ayuntamiento o el bar El Pla de La Calma en la plaza de la iglesia (ambos muy cercanos).

4. El outlet comercial de La Roca Village se encuentra muy cerca y puede ser una buena idea hacer una parada antes o después de vuestra escapada. Marcas y moda chic.

Volando en Empuriabrava (y sin lanzarme de un avión)

El mundo se divide entre la gente que se tiraría de un avión y la gente que no sería capaz. Y yo soy del segundo grupo. No dudo que tiene que ser una experiencia alucinante pero el miedo a que no se abra el paracaídas a tiempo puede conmigo. Si ya le tengo respeto a volar en avión, ni os cuento cómo se me retuerce el estómago al pensar que tengo que salir por la puerta mientras esté en vuelo !

Por suerte, la sensación de volar es algo que se puede experimentar sin necesidad de saltar al vacío. En el túnel del viento de Windoor Realfly de Empuriabrava se dedican precisamente a eso. ¿Queréis verme volar?

Para Reyes, mis padres nos regalaron un vuelo de iniciación en Windoor Reafly. ¡La sensación de entrar en ese tubo mágico y ver que flotas en el aire es indescriptible! Algo así como entrar en el mar y empezar a flotar, moviéndote.

En túnel de viento que veis en el video hay una turbina de aire, programada por un chico que está fuera y le da más o menos fuerza dependiendo de tu peso y lo alto que quieras ir. Los que nos iniciamos en esto de volar tenemos que ir siempre acompañados por un monitor que, antes de entrar te tranquiliza explicándote cómo funciona y lo fácil que es. En realidad, volar es fácil: sólo tienes que estirarte y arquear tu cuerpo, intentando que tus brazos y piernas no se muevan. Lo complicado está en conseguir mantenerte estable en la misma posición, pero el monitor te ayuda en todo momento, dándote señales de cómo debes colocar tu cuerpo para mejorar tu posición y subir o bajar en el aire.

¿Lo recomendaría? ¡Por supuesto! Sobre todo para un regalo especial en pequeños grupos o parejas. Veréis que se reserva por minutos (mínimo: 2 minutos por persona, en dos rondas). Nosotros hicimos un pack de 10 minutos a dividir entre los cuatro. A pesar de que pueda parecer poco, un minuto allí dentro dura mucho y lo disfrutas un montón. ¡Tanto, que yo no hubiera dudado en volver a entrar!

Para los más valientes, hay la posibilidad de subir hacia arriba en el túnel, que es lo que hago al final del video. Eso es opcional y se decide tras haber probado el túnel. ¡Si tenéis ocasión, no dudéis en hacerlo! Ir hacia arriba fue como ser Superwoman por un momento!! Sin duda, fue lo mejor de la experiencia.

El túnel de viento es apto para todos, adultos y niños, de cualquier edad, que no tengan problemas de espalda o de corazón. Como podéis imaginaros, los clientes más habituales de este túnel de viento son los aficionados al Skydive, que lo utilizan para practicar sus piruetas antes de saltar del avión. Nosotros coincidimos con el equipo nacional de Skydive de Italia. Una vez conoces los movimientos, eso sí que tiene que ser divertido!

A pesar de que cuando llegamos y vimos «el percal del viento» nos entraron todos los dolores de barriga posibles, no nos arrepentimos ni un segundo de haberlo hecho. ¡Menuda experiencia y menudo regalazo! Gràcies!

Escapada Chic a Roma

Este año viajo mucho, pero repito destinos. Amsterdam en febrero por ~~(tercera)~~ segunda vez y Roma ahora por tercera vez. No me cansaría nunca de ir a Roma -creo que en otra vida fui italiana. Sino, no se explica mi devoción por ese país (descubre por qué este blog tiene nombre italiano). La primera vez fui a visitar a la incansable Rosa que estaba de Erasmus. La segunda, me escapé con Arnau en lo que era nuestro primer viaje de noviazgo (y míranos ahora: ¡casados!) y esta tercera vez, me he ido un fin de semana con mi grupo de chicas «fashion» en busca de una escapada glamurosa. ¡Porque nosotras lo valemos!

Estas son mis buenas direcciones de las que podéis tomar nota si estáis planeando un fin de semana chic en Roma:

Tour en Fiat 500

Si hay algo comparable a ir en moto por Roma …es ir en Cinquecento! De los clásicos! …Y de colores! El tour en Fiat 500 fue uno de los TOP de nuestro fin de semana, sin lugar a dudas! Divididas en tres coches, recorrimos Roma en estos monísimos coches. La gente por la calle nos señalaba e incluso se hacían fotos con los coches. Alvesio di Giulio es el propietario de Rome 500 Experience que cuenta con varios modelos cinquecento (y vespas!) y se conoce la ciudad al dedillo. Un hombre que ha hecho de su pasión, su trabajo; y eso se nota en el tour. Él y su compañera Ethel nos acompañaron por la ciudad, de punta a punta, mostrándonos una Roma menos típica pero preciosa: la Boca de la Verittà, las colinas del Testaccio y Aventino, el templeto de San Pietro in Montorio, Santa Sabina, el cañón de Gianicolo (que se dispara a las 12 en punto cada día para indicar a las iglesias que deben tocar las campanas)… Fue un placer ver Roma desde otra perspectiva y alejada de las masas de gente. Todos estos son sitios de más difícil acceso si no tienes vehículo propio.
Es necesario reservar el tour con antelación. Podéis elegir conducir vosotros o que os lleve Alvesio. La agencia está detrás del Colosseo, en Via Ostilia, 48. Dadle recuerdos a Alvise de mi parte!! Página web

Bibenda Wine Concept

Precisamente muy cerca del garaje de Rome 500 Experience, se encuentra este restaurante – enoteca delicioso y recomendable. Estamos en el barrio de moda entre los jóvenes locales: Monti. Aquí por la noche hay buen ambiente pero hay que conocer las buenas direcciones. En Bibenda Wine Concept comimos y nos recuperamos de las emociones de subir las colinas de Roma en cinquecento. Un menú degustación de dos platos exquisitos acompañados por tres vinos italianos, cafés y postres costaron aprox 30€ por persona. La lasagna y la frittata estaban exquisitas. También tienen opciones para celíacos. Dirección: Via Capo d’Africa 21. Página web

Restaurante Il Gusto

Buen restaurante-café para desayunar, tomar un brunch o cenar. Estaba muy cerca de nuestro apartamento y fue nuestra primera parada en la ciudad. Ese día nos levantamos a las 4 de la madrugada para tomar un vuelo a las 6 y, quizás por eso, ni nos dimos cuenta al entrar que el precio del café sentados en la mesa era de 5 EUROS. (en la barra: 2,5€). Pero lo cierto es que el lugar es bonito y no me importaría volverlos a pagar 🙂 Dirección: Via della Frezza, 16 Ver página web

Vermut en Il Palazzetto

En lo alto de la escalinata de Piazza Spagna (subiendo, arriba del todo, a la izquierda) se encuentra una terraza muy mona en la que tomar un vermut puede ser un lujo costoso pero apetecible: Il Palazzetto. Buenas vistas y un ambiente un tanto elitista. Con un poco de sol, unas olivas y un buen Aperol Spritz fresco se os pasará el mal trángulo del precio (12€). Para los que tengan un día de «yo-lo-valgo» también podréis comer allí (incluso pizzas). Dirección: Vicolo del Bottino 8, Página web

Gelateria Della Palma

Muy cerca del Panteón, en una de las calles que sube desde la plaza se encuentra esta enorme heladería en la que hay más gustos de los que habrás podido imaginar. Sabor fresas con chocolate, sabor twix, sabor kinder bueno y mil más. Dirección: Via della Maddalena 19/23 – Web de la heladería.

Alojamiento

Con la opción del intercambio de casas descartada (grupo grande y no podía echar de casa a Arnau, pobre), la opción que mejor nos iba era la de alquilar un apartamento para el fin de semana. Hay muchas webs distintas pero nosotras elegimos Only Apartments, que tiene una buena oferta en Roma y la web es muy intuitiva. Barajamos dos o tres opciones de apartamentos y elegimos uno situado en Via del Corso por su buena localización. Tres noches costaron 700€.

Si habéis estado en Italia, sabréis que los alojamientos no son algo excepcional…. No nos engañemos, este apartamento nuestro era un pelín viejo (los fotógrafos hacen siempre un gran trabajo) pero lo suficientemente grande para las siete, muy tranquilo y sobre todo muy bien situado entre Piazza del Poppolo y Piazza Venezia, cerca de Piazza Spagna. En pleno meollo del barrio de compras, como no podía ser de otra manera. Via del Corso es una calle muy concurrida por locales y turistas, la calle de compras de la ciudad (lo que sería Portal del Angel en Barcelona). Fuimos andando cada día por todos lados; y solo tomamos el metro para ir a Termini a buscar el Aerobus hacia Ciampino.

En Roma es importante elegir bien la ubicación del alojamiento. Hay muchos que se encuentran cerca de Termini; quizás serán más nuevos pero la localización no es la mejor (lejos del centro andando y por la noche no es la mejor zona de Roma…). Cerca del Colosseo también hay muchas opciones y buenas. En el barrio antiguo las opciones suelen ser más caras. En cualquier caso, los chicos de Only Apartments podrán orientaros si tenéis alguna duda.

Los esenciales de Roma

No te pierdas la Piazza Navona, la Fontana di Trevi, ni el Panteón (entrada gratuita). En el Fontana di Trevi debes lanzar tres monedas de espaldas a la fuente: una moneda para cada deseo. San Pedro del Vaticano también merece la pena: deberás hacer cola para entrar en la iglesia pero va rápido. Puedes subir a la cúpula si tienes mucho tiempo y visitar el Museo del Vaticano (Capilla Sixtina) si todavía dispones de más tiempo libre o ganas de entrar en museos. Campo de Fiori, la escalinata de Piazza Spagna, el Castillo de Sant Angelo, el Foro Trajano, el Colosseo. Pasea de noche por Santa Maria in Trastevere.

Recomendaciones finales

Coge un mapa y métetelo en el bolsillo. Camina, camina y camina. Párate cuando te apetezca y sigue los callejones que más te gusten. Piérdete por sus calles, no es difícil orientarse (solo hay que seguir a los demás turistas) y, si te pierdes, utiliza el mapa que tienes en tu bolsillo. Roma está LLENA de edificios y piazzas encantadoras, más allá de las visitas esenciales. Cuando veas un banco o un lugar para sentarte, aprovéchalo; aunque sea para 2 minutos. En Roma se anda muchísimo y, al final del día, vas a agradecer haber sumado minutos de descanso. Por eso, calzado cómodo es esencial. La ciudad está llena de lambordas y andar con tacón todo el día puede ser cansado. Todo el mundo va en zapatillas deportivas o zapatos planos (tipo manoletinas). ¡La comodidad es lo primero!

¿Añadiríais algo más? ¡En los comentarios, please!

EYNA, colonias educativas en la naturaleza (o una ilusión hecha realidad)

Más de uno habrá pensado alguna vez en dejarlo todo y largarse para realizar un proyecto sostenible o de turismo rural o de educación. Acabar con el estrés urbano y vivir una vida más tranquila y agradable haciendo lo que a uno realmente le hace feliz. No negaré que también se nos ha pasado por la cabeza; más de una vez.

Aplaudo a la gente que se atreve a cambiar su rumbo, que se atreve a buscar la felicidad y que, en definitiva, se atreve a vivir. Por eso, hoy os llevo de viaje a la comarca de Sobrarbe, Huesca, donde dos buenos amigos han vuelto a empezar de cero persiguiendo su sueño. Este post va por ellos y su nuevo proyecto: EYNA.

Pedro Punzano y Laura Fernández son barceloneses, maestro de educación infantil y enfermera, respectivamente. Monitores de tiempo libre y buena gente, como todos los scouts. Dejaron sus trabajos para volcarse de lleno en un proyecto, una ilusión y una forma de vida en la que creen ciegamente. Después de darle muchas vueltas, decidieron salir de su “zona de confort” y luchar por perseguir su sueño. Así, el pasado verano hicieron las maletas y se fueron a vivir a la montaña (el mismo lugar donde hace dos años se casaron). Son emprendedores, si queréis llamarles con la palabra de moda. Pero por encima de todo, son grandes aficionados a la naturaleza. Y precisamente de la unión perfecta de sus dos pasiones, la educación y la naturaleza, nació EYNA: estancias o colonias basadas en actividades de educación ambiental estando en contacto directo con la naturaleza.

¿Os acordáis de las colonias que hacíais en el colegio? Al menos en Cataluña, es muy frecuente que toda una clase vaya de colonias escolares dos o tres días para aprender fuera del aula. Tres días en los que aprendes a convivir con tus compañeros de clase, pones en práctica lo aprendido durante el curso, te haces un poco más mayor lejos de los padres y aprendes a no caerte de la litera. Tres días en los que aprendes grandes valores — Quizás a los mayores no nos vendría mal irnos también de colonias para recuperar valores como la solidaridad o el respeto.

Desde EYNA, Pedro y Laura proponen unas colonias educativas para aprender en el propio medio natural del Pirineo de Huesca. «Trabajamos con alojamientos situados en plena naturaleza, lo que facilita y fomenta el contacto directo y aprendizaje.» Su metodología pasa por hacer que cada participante sea a la vez el protagonista y el receptor de las vivencias. Y por eso, adaptan cada actividad al perfil y necesidades de los participantes. Porque no es lo mismo unas colonias para chavales de 7 años que para adolescentes con barba de 17. «Es una metodología activa: se aprende mientras se hace, con la práctica. Una imagen vale más que mil palabras. Por eso seguramente tendrá más valor para la persona aprender qué es un roble o un macroinvertebrado teniéndolo delante y tocándolo que no recibiendo sólo una explicación oral», cuenta Pedro. «Y se utiliza el aprendizaje significativo: por un lado, relacionar los nuevos aprendizajes con los ya adquiridos y, por otro, ver la utilidad o la función de aquello que aprendes para poder darle más valor y, por tanto, poder comprenderlo mejor.»

Como educadores y monitores, conocen la importancia de aprender fuera del aula, en contacto con la naturaleza. «Ofrecemos una intención educativa detrás de cada acción realizada. Tenemos diferentes tipos de actividades distribuidas en: talleres, excursiones, deportes de montaña, visitas culturales, juegos y actividades de noche.» (Un momento de recuerdo para todas esas linternas que pusimos en las mochilas deseando que hubiera una actividad de noche incluída en el planning de las colonias).

En una sociedad en la que parece que los valores están desapareciendo a marchas forzadas, estancias educativas como las que plantean Pedro y Laura son una esperanza para una mejor educación de los pequeños que van a tener que tomarnos el relevo: «En Eyna trabajamos los siguientes valores: el respeto, tanto por la naturaleza como por los demás; el trabajo en equipo, la convivencia en grupo y la comunicación y coordinación entre ellos; la solidaridad -compartir forma parte de convivir, para lo bueno y lo malo; la austeridad, comprobar y entender que se puede vivir perfectamente sin tantas comodidades; el esfuerzo por terminar el objetivo que te has marcado; y, por último, y no menos importante, el desarrollo de la autonomía personal -un aspecto muy importante para el correcto desarrollo de la persona. Aprender a sobrevivir sin el apoyo de los padres… o, al menos a pedir ayuda, otro gran aprendizaje.»

¿A quién van dirigidas estas colonias? A escolares desde 1º de Primaria hasta 2º de Bachillerato, de 7 a 17 años aproximadamente. La base del proyecto es la misma, pero cuentan con actividades separadas en dos etapas: Primaria y E.S.O + Bachillerato. ¡Animaos maestros de toda España; tendréis a vuestros alumnos en muy buenas manos! www.eyna.es

Hace un par de semanas fuimos a verles en su nueva casa, en Laspuña. Nos llevaron de excursión al Parque de Ordesa Monte Perdido, vimos buitres y quebrantahuesos (¡cinco, nada más y nada menos!), nos contaron curiosidades de las plantas y bichos de alrededor, nos explicaron historias y hazañas de Ainsa, fuimos en busca de fósiles en Jánovas, nos descubrieron el magnífico mundo de los Rondadores e incluso nos cocinaron una crema deliciosa para cenar. ¡Yo si tuviera que elegir unos monitores de colonias, no lo dudaría ni un segundo, oigan!

Mucha suerte a Pedro y Laura en este gran proyecto de vida. Para nosotros, ellos siempre serán nuestra inspiración!

Nuestro top 14 de Nueva York

Tenía este post pendiente desde que subí al avión que nos llevó hasta Australia. En esas 16+6 horas de vuelo empecé a escribir algo pero el cansancio, el posterior jet-lag y las novedades de Australia, hicieron que se quedara en «ya lo publicaré otro día«. Y creo que cinco meses más tarde ya va siendo hora de que le dé a Nueva York un poco de protagonismo en este blog de viajes.

Nueva York es tan grande y está tan llena de lugares y actividades que es imposible hacer la guía perfecta. Prácticamente hay un plan para cada viajero. Renuncio a deciros lo esencial de Nueva York. No me atrevo. Pero sí que puedo deciros las 14 cosas que más me gustaron de Nueva York y que recomendaríamos sin dudarlo a cualquiera que visite la ciudad. ¿Hay más? ¡Sí, por supuesto! Y por eso os animo a que añadáis otras cosas a la lista que os impactaron en vuestro viaje a NYC y que recomendaríais a otra gente. Puede ser un lugar, un café, una hamburguesería, una tienda, una visita… Dejad vuestra aportación en los comentarios, abajo. ¡Gracias!

1. ISLA ROOSEVELT

Nos la recomendaron nuestros partners de intercambio de Manhattan. Desde su comedor se veía el teleférico de Roosevelt y una tarde decidimos ir a explorar. En la esquina de la 2ª Avenida con 60th Street, hay la parada del teleférico (precio de billete de metro) que te permite cruzar hacia la pequeña isla de Roosevelt, entre Manhattan y Queens. El viaje ya merece la pena simplemente por poder ver el tráfico de Manhattan desde las alturas, pero además las vistas al otro lado son realmente espectaculares, sobre todo al atardecer cuando cae el sol por detrás de los edificios.

2. HIGH LINE

La High Line es seguramente el invento reciente más bonito de Nueva York. Es una antigua vía de tren que se ha transformado en un pequeño parque urbano en las alturas. Recorre once calles (desde la calle 30 hasta Gansevoort Street) entre las avenidas 10 y 9 (Chelsea y Meatpacking district). Un gran plan para un paseo sin coches pero, eso sí, con muchos turistas y transeúntes. Se puede acceder por varias escaleras (también en silla de ruedas) y en la parte sur hay incluso algunos locales (caros) para tomar algo. Lo mejor del paseo son sus plantas y sus hamacas (casi siempre ocupadas).

3. SHAKE SHACK

Es posiblemente el restaurante de comida rápida más famoso de la ciudad, por sus deliciosas hamburguesas y sus patatas fritas. Merece la pena para comer, aunque la cola salga por la puerta. En una ciudad donde las hamburguesas cada vez son más delicatessen, a veces apetece tomar algo rápido y por cuatro duros. Y en ese caso, la mejor opción es Shake Shack. Hay varios Shake Shack repartidos por la ciudad.

4. LA 5ª AVENIDA DE PARK SLOPE

Quedamos encantados con este barrio típico de Brooklyn. Las casitas con las escaleras delante de la puerta, la música en directo por las calle, los mercadillos, el ambiente tranquilo… Un paseo por Park Slope es más que recomendable y apetecible cualquier día de la semana. Más recomendaciones sobre Park Slope.

5. EMPIRE STATE DE NOCHE

¿Top of the Rock o Empire State? La eterna pregunta, a la cual también le dediqué un post. Los dos merecen la pena pero lo cierto es que las vistas desde el Empire State al atardecer son realmente muy espectaculares y las fotos quedan alucinantes. Sin duda, recomendaría subir al Empire State, pese a su precio más caro que el Rockefeller ($44 contra 27$). Ambos forman parte del City Pass.

7. PUENTE BROOKLYN & BROOKLYN HEIGHTS

Pasear por Brooklyn Heights Promenade o tumbarse en el parque del Puente de Brooklyn es un buen plan para ver la vida pasar con los rascacielos de fondo. Cuando hace buen tiempo esa zona se llena de gente y el ambiente está asegurado. Más info

8. CRUCERO POR EL RÍO

De todas las cosas turísticas que hicimos, el crucero por el río es una de las que más nos gustaron. No por la visita guiada en sí, sino por tener la oportunidad de ver los edificios y el skyline desde otro punto de vista distinto. La entrada no es cara y va incluído en el City Pass: Circle Line Cruises. Nuestra recomendación: poneros en la popa; no suele haber nadie y podréis hacer fotos sin que aparezcan otras cabezas desconocidas. Hay varios recorridos; el que hicimos nosotros: semi-circle de 2 horas. Más info.

9. MOMA

De entre todos los museos, el MOMA fue nuestro preferido, aunque por gustos no hay nada escrito. El museo de arte moderno de Nueva York está repleto de Picassos, Mondrians, Kandinskys y Pollocks; pero también de exposiciones itinerantes curiosas a no perderse si te gusta el arte moderno.

10. BRUNCH EN EAST VILLAGE

East Village es un gran barrio para pasear y descubrir. Uno de los más encantadores de Manhattan. Si le añades un brunch o un buen café, la experiencia es cuatro veces mejor. Uno que nos gustó mucho pero al que nunca llegamos a ir está en Bowery con 4th Street. En esta página hay muchas otras opciones.

11. BRYANT PARK

¿A quién no le gusta Bryant Park? ¡Ese pequeño pulmón en pleno Manhattan, con enormes árboles y un césped verde que enamora! Parece mentira que estemos en la quinta avenida. Las sillas no son lo más cómodo del mundo pero al menos es fácil conseguirlas y sentarse en grupo donde os vaya bien.

12. NY PUBLIC LIBRARY

Precisamente en Bryant Park se encuentra la entrada de la famosa Librería Pública de Nueva York. Su edificio principal es realmente espectacular por dentro. ¡Un lugar inspirador!

13. IR EN TAXI

Salir de tu apartamento y parar el primer taxi que se cruce es un deporte muy saludable a probar una vez en la vida en Nueva York. La ciudad se ve distinta desde el coche, y te da tiempo a fijarte en otras cosas que no ves cuando vas andando. Además, Manhattan parece hasta más pequeña cuando el taxista aprieta el gas y en un momento cruzas la avenida Broadway.

14. UNA COMEDIA EN DIRECTO

Si no hay ningún musical que te apetezca ver en Broadway ni ninguna obra de teatro te hace especial ilusión, nuestra recomendación es que vayas a ver una improv-comedy o un monólogo en directo. El precio es más asequible y la experiencia mucho más auténtica. Nosotros fuimos a ver una improv-comedy por 10 dólares en el UCB Theatre en East Village. Más eventos locales en NY

¿Y para vosotros, qué es lo mejor de Nueva York?

Amsterdam o las segundas partes del turismo

Dicen que las segundas partes nunca son buenas, pero hoy estoy aquí para elogiar las segundas veces que visitamos un destino. Esa segunda vez en la que llegas a una ciudad sin la santa presión por tener que verlo todo, hacerte fotos en cada monumento y tener que ir de un lado al otro con la lengua fuera. Esa segunda vez en la que, por fin, sin presiones turísticas, puedes pararte en medio de la calle, descansar y ver la vida pasar. Porque lo cierto es que a pesar de que conoces bien todos los monumentos de la ciudad, te das cuenta que apenas conoces a sus habitantes.

Esta semana ha sido la segunda vez que visitaba Amsterdam (en realidad la tercera, pero hubo una primera vez de visita relámpago de un día que ni siquiera me atrevo a contabilizar como tal). Me preguntaron si iría a algún museo o tomaría un crucero por los canales. Por supuesto que no, eso ya lo hice hace dos años y me apetecía más que nunca no hacer nada turístico.

Me he pasado tres días caminando por sus calles, desorientándome «por culpa» de sus canales y sentándome en muchos cafés con mi portátil y mi té verde. Cosas del tele-trabajo, oigan!

Y me ha encantado. En serio, esta vez sí he tenido la sensación de descubrir Amsterdam. Esta vez he podido ver las caras de la gente, subirme al tranvía nº 5 como ellos, o incluso aprender a pronunciar las primeras palabras en holandés – aunque suenen fatal.

He visitado a mi amiga Mar durante unos días. Mientras ella trabajaba en su nuevo empleo start-up, yo me levantaba tarde, andaba hasta la estación (1 hora aprox), me paraba a sacar fotos y buscaba un café con buen internet para pasar la mañana y responder mis emails. Y como suele pasar en estas ocasiones, la inspiración lejos del despacho y la limitación temporal de la batería conseguían que fuera más productiva que nunca y mi trabajo de cada día se hiciera en apenas un par de horas. Gracias a eso, mi tardes quedaban libre para hacer meetings con otros compañeros y amigos holandeses.

Creo que todos deberíamos dar segundas oportunidades a todos los destinos para que nos muestren su lado más real, local y humano. Aquí os dejo las cosas más interesantes que he aprendido estos días:

1. Que comprar una tarjeta de internet (datos, pre-pago) no es ninguna tontería. La he usado más que nunca: orientarme con google maps, quedar a tiempo real con la gente por whatsapp, compartir fotos, trabajar a distancia… Los 25 euros mejor gastados de estos tres días (con Lycamobile)

2. Que cruzar sin mirar a ambos lados es un deporte de alto riesgo en Amsterdam.

3. Que UI en holandés se pronuncia AU. Ahora muchas cosas tienen sentido. (ej: huiz se pronuncia «haus» – como «house» en inglés)

4. Que en la cafetería del EYE Film Museum el wifi va incluso mejor que en mi casa. Wifi libre y sin problemas. Las vistas son fenomenales y el local frecuentado por gente local. Eso sí, id con la batería cargada porque apenas hay enchufes. Cuando falla la batería, podéis ir a cualquier Starbucks y tenéis 2 horas gratis de internet y enchufes por todos lados.

5. Que los Backfiets son realmente encantadores. Desde ya, muy fan. Los holandeses ya no van en bici; van con backfiets, que son bicis adaptadas para llevar un carrito delante (o detrás) para llevar niños, mascotas o cosas varias. Muy útil. ¡Los hay que son auténticos carruajes!

6. Que los alquileres en Amsterdam están por las nubes. Para economizar todavía más el alquila, es habitual transformar el salón del apartamento en habitación y así poder subalquilarla. ¿Que dónde comen o hacen vida social? Cada uno en sus habitaciones (o en la cocina).

7. Que los tulipanes que he comprado tienen que plantarse cuanto antes mejor (hasta marzo) y que quizás este año salgan pequeños. Pero el año que viene deberían salir más grandes.

8. Que de Museumsplein a la estación de Amsterdam Centraal hay una hora andando aprox y es todo recto.

9. Que las escaleras de los pisos típicos de Amsterdam son super altas. Motivos: edificios muy estrechos pero con techos muy altos. Las escaleras son de vértigo, sobre todo si tienes que bajar con maletas o, peor aún, con muebles.

10. Que pasar un día fuera de Amsterdam también es un buen plan. Subir al tren es casi como subir al metro. En media hora estás en ciudades típicas como Utrecht y en una hora prácticamente te plantas a la otra punta del país.

11. Que el autobús 197 es una buena opción para ir al aeropuerto de Schipol, sobre todo si te alojas lejos de la estación central. En 35 minutos estás en la puerta de Schipol. 5 euros el billete y pasan cada 10-15 min (también por Museumsplein).

12. Que en Amsterdam también puede salir el sol. ¡Tres días seguidos!

¿Conocéis otros lugares recomendables para visitar en el Born? ¡Podéis dejarlos en los comentarios!