De vermut por Barcelona

¡Es viernes! Y eso significa que se acerca el momento del vermut del sábado o del domingo. Cuando digo «vermut» me refiero a la actividad de hacer el aperitivo, de abrir el hambre para la gran comilona familiar. Ese exquisito momento entre las 12 y las 14 horas de un sábado o domingo soleado, que tiene lugar alrededor de una mesa llena de cosas para picar,  desde patatas chips hasta berberchos o mariscos. ¡Absolutamente delicioso!

Aquí va una selección de mis lugares favoritos para un vermut en Barcelona.
Aviso al lector: los bares a continuación han sido probados y degustados una o varias veces por una voluntaria y su fiel compañero de aventuras. Hay mil más, de eso estoy segura, pero las listas no pueden ser infinitas; y, claro está, éstos son mis favoritos. También a tener en cuenta que los locales están en la zona del Eixample-Centro que es la zona que conozco mejor. 

BAR CALDERS

Dirección: C/ Parlament, 65.
Horario vermutero: Sábados y domingos abren a partir de las 11.30h

Soy muy fan del Calders. Es el bar para todo: para una cena informal, para una copa por la noche, para un café y también para un vermut el fin de semana. Y quizás por eso, la mezcla resultante es muy variopinta. Sus «patatas al curry romero» están exquisitas y es el lugar perfecto para un vermut original. Los mediodías de un sábado se está muy tranquilito.

BAR ROSSO – HOTEL MARKET

market-rossoDirección: C/ Comte Borrell, 68.
Horario vermutero:
a partir de las 12h.

El bar Rosso está apostando fuerte por el aperitivo. A su fórmula vermut habitual (patatas chips, olivas y vermut casero 4,95€) hay que añadirle su nueva fórmula (en modo beta) que incluye erizos de la Costa Brava !!! Así de fuertes van. Dos erizos + vermut casero por 3,50€. El bar es precioso, muy chic y con buena música de fondo. El restaurante (y hotel boutique) Market es bien conocido por locales y turistas, pero el bar todavía goza de tranquilidad (que por otro lado puede ser demasiada si buscas un bar con ambiente).

 

BAR VELÒDROM

Velódromo

Dirección: C/ Muntaner, 213.
Horario vermutero: siempre abierto, de 6 a 3 de la madrugada. Cuanto antes mejor porque suele llenarse.

Aparece en todas las guías y pedirse una caña en el Velódromo es como pedirla en medio de las Ramblas (por ambos, turistas y precio) pero aún así es uno de esos sitios en los que nunca fallas para un buen vermut. Lo mejor, sus calamares (aunque hay que reconocer que los del Bar Rosso se le acercan muchísimo!). Y lo segundo mejor, ir sobre las 12.30 o 13h y hacer el aperitivo sentado al lado de guiris que se piden una sopar y una hamburguesa. La mezcla de culturas siempre ha enriquecido este ciudad 😉

EL 300 DEL BORN

Dirección: Centre Cultural del Born. Plaça Comercial, 12 (dentro del centro cultural)
Horario vermutero: abierto a partir de las 11h.

El nuevo restaurante a cargo de Moritz Barcelona nos sorprendió por su original carta de tapas catalanas, aliñado con un toque de humor histórico que gira alrededor de las historia de 1714. Bombas de Santa Eulalia, Patatas de Felipe V o la nueva cerveza Born 17.14 de Moritz. Una carta original, entretenida y además muy suculenta. Aunque también un poco cara, como va siendo habitual en las propuestas gastronómicas Moritz.

Si conoces otro bar ideal para el vermut, puedes añadirlo aquí.

Video de un vuelo en helicóptero por Nueva Zelanda

A este post le sobran las palabras. El vuelo en helicóptero por la región de los Lagos del Sur de Nueva Zelanda fue uno de los tops de nuestro viaje (como hacer snorkel en la Gran Barrera de Coral). Ese día hicimos entre los dos más de cien fotos pero es difícil explicar la sensación con una imagen fija. Por eso, me he dedicido a hacer un pequeño montaje de 180 segundos con videos que grabamos ese día durante el vuelo. Señores pasajeros, abróchense los cinturones y bienvenidos a la Tierra Media.

 

Brunch en Sant Cugat – Somewhere Café

En Sant Cugat hay un café monísimo donde sirven brunchs y cafés como los de Melbourne. También como los de Londres o Portland, dicen sus propietarios, pero yo lo único que puedo asegurar es que tienen sabor y estética australiana. Es el Somewhere Café en la calle Sant Antoni 56 (Telf 93 328 25 31), en pleno centro, a tres minutos de la parada de ferrocarriles (FGC).

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¿Y qué hacíamos nosotros en Sant Cugat? Descansar de la ciudad de Barcelona. El Somewhere Café nos recordó a Melbourne también por la tranquilidad y «ambiente progre» que se vive en Sant Cugat. Parece mentira que a menos de diez paradas de ferrocarriles haya una ciudad más verde y sin tráfico.

Cuando llegamos al Somewhere el sábado a las 13h para nuestro Brunch, el local estaba a tope (aunque nos quedamos un buen rato para tomar fotos cuando no hubiera gente… jeje). Sobre todo familias con niños y grupitos de 30-y-tantos, y 40-y-tantos. El ritmo de servir iba frenético y aluciné cuando Pau i Natàlia nos dijeron que llevaban abiertos solo 14 días. ¡Parecía que llevaban varios meses funcionando! Han sabido proponer una oferta de brunch de calidad en un local monísimo, arreglado por ellos. Para mí, tienen lo mejor de los bares de Barcelona con lo mejor de estar fuera de Barcelona. BRAVO.

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El éxito de Somewhere quizás recaiga en la calidad de los productos: comprados día a día; no congelan nada y cocinan lo que tienen en ese momento; o en su extrema cura por el buen café fichando a los mejores baristas de Barcelona (últimamente vemos a Cafés El Magnífico del Born por todos lados); o a tener a Olly Melhuis como socio y cocinero de los exquisitos brunchs (no todo el mundo puede fardar de tener a un chef que ha trabajado en un restaurante con dos estrellas michelin). Pero para mí algo esencial que hará que volvamos pronto es su trato tan cercano y auténtico. Cuando estuvimos en Australia nos dimos cuenta de lo amable que es la gente que trabaja en bares o cafés y va de cara al público. A diferencia de Nueva York, no esperan propina sino que lo hacen porque les sale así y saben que un buen trato coneguirá una mejor experiencia y un cliente fiel. Y ayer en el Somewhere todos los camareros consiguieron que nos sintiéramos realmente a gusto.

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Los precios del brunch rondan los 9-13 euros y van repletos de calidad. «Hemos decidido tener pocos platos, queremos ir poco a poco» nos dijo Pau. Huevos revueltos de verdad, huevos fritos, clara de huevo a la plancha, combinado con morcilla, tostadas, alcachofas, tomate, fruta o yogur. Hay opciones deliciosas también para los más pequeños, que incluso tienen un espacio dedicado para sentarse y jugar o pintar. Hubo espacio en nuestro estómago para probar los típicos Scones y para una caña de cerveza propia en colaboración con Moritz Barcelona, con un sabor entre la Moritz habitual y la Epidor.

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Para primavera-verano están arreglando ya su patio trasero para habilitarlo como terraza exterior. Viendo como han dejado el espacio por dentro, ya me imagino lo precioso que quedará la parte de fuera! Por cierto, en la planta de arriba han habilitado una sala para eventos y talleres. Ayer había un taller Do it Yourself en el cual nos dejaron espiar un poco… ¡¡Mamma mia, parecía que estuviéramos dentro de Pinterest!!

 Qué más deciros. Este lugar nos encantó. Somewhere Café y Sant Cugat. No nos importaría vivir allí.

Planes de chicas: Fashion Travel Bloggers

Las mejores decisiones siempre se toman alrededor de una mesa. Y así fue como un día (o dos o tres) nació la idea de crear Fashion Travel Bloggers: 7 chicas blogueras, con ganas de compartir sus planes y aventuras en las redes sociales nos juntamos para llegar a una mayor audiencia. Como podéis imaginar (o no; porque lo del fashion no lo llevo muy bien), yo soy una de ellas, y qué mejor que el blog para contaros de qué va el tema.

¿Por qué nos unimos?

Ante todo, porque somos amigas. No negaremos que nos encanta quedar para cotillear, comer cupcakes o probarnos sombreros. Pero además de eso, las siete tenemos en común que nos encanta compartir nuestras aventuras viajeras y animar a más gente a descubrir experiencias únicas. Por eso, nos unimos para crear planes de chicas y probar experiencias singulares; en Barcelona o en cualquier lugar del mundo. Y, eso sí, con mucho carácter, como a todas nos encanta.

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En realidad, pocas cosas cambiarán. Yo seguiré haciendo lo que siempre he hecho: escribir, fotografiar y compartir mis recomendaciones y consejos. Y Meritxell, Isabel, Vero, Pat, Is y Esther (las demás Fashion Travel Bloggers) también lo harán, en sus blogs y redes. En nuestra web recién publicada FashionTravelBloggers.com podréis encontrar siempre todas las experiencias a las que nos apuntamos.

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¿Planes de chicas?

¡Claro, con siete chicas no podía ser de otra forma! Una vez al mes aproximadamente nos juntamos para probar experiencias únicas que nos cuiden. Porque ya no estamos para según qué trotes, la verdad; y porque hay un sinfín de hoteles cucos, spas milagrosos, cafés encantadores y tiendas monísimas a descubrir. Las novedades irán saliendo sobre todo en las redes sociales (¿Cómo, que todavía no me sigues? Facebook, Twitter, Instagram).

Aquí va un video de hecho el verano pasado en el Hotel Espanya (un hotel modernista y precioso, por cierto). El video es de Ane Pujol de MissInstantaneas.com (una gran comunicadora audiovisual y mejor persona).

Planes de chicas descubiertos hasta el momento

Aquí van mis recomendaciones personales de las experiencias más singulares descubiertas hasta el momento…

  • En julio fuimos a la Terraza Alaire Ramblas del Hotel Espanya para tomar unas tapas y cocktails veraniegos. Una buena opción para el buen tiempo en pleno centro de Barcelona, muy cerca del Liceu y de las Ramblas. El Hotel Espanya es uno de los míticos de Barcelona y su restaurante (con Martín Berasategui como director gastronómico) un buen lugar para comer, tanto para turistas como para gente local.
  • Sesión de maquillaje en el centro de imagen Marisol Jiménez donde nos pusieron a todas guapísimas para una sesión de fotos de presentación del grupo (¡incluso nuestra fotógrafa, Laura Massana, acabó maquillada!). Sí, yo soy de ir más «al natural» pero no negaré que a veces apetece sentirse un poco princesa con un poco de maquillaje y plancha de pelo.
  • Una deliciosa comida de grupo hecha por el Chef personalJoan Gurguí. Como si fuera nuestra «comida de Navidad«, en diciembre nos juntamos otra vez alrededor de una mesa para mimarnos a base de delicatessen. Fue en un lugar secreto y extraordinario en pleno barrio gótico de Barcelona: el UpArt BCN, un piso precioso y muy acogedor, dedicado a las celebraciones y eventos. Un lugar que me cautivó desde el primer momento. ¡Cuántas veces he buscado un lugar para hacer una fiesta fiestas sorpresa o un evento familiar! Así que ya lo sabéis, si tenéis una celebración, exposición, presentación o evento próximamente y buscáis un lugar con carisma para unas 10-30 personas en el centro de Barcelona, echad un vistazo a la web de UpArt Barcelona. El piso de UpArt fue el lugar perfecto para nuestra sesión de fotos de grupo. ¡Cuánto glamour!
    Y en cuanto a nuestro chef personal, lo cierto es que esto de que alguien venga a casa y te cocine lo que quieras por ti no es para nada una mala idea en una comida de grupo!!! Además, Joan Gurguí también realiza cursos de cocina personalizados en casa para aprender a cocinar –desde cortar una cebolla hasta preparar un estofado, lo que tú quieras.

Las fotos tan impresionantes son de Laura Massana de Three Feelings e Is Leyva de 5th Con Bleecker

 

¿Y qué es lo siguiente?

Spas, cocktails con vistas, restaurantes chic, afternoon teas y un viaje a Roma están en nuestra agenda para los primeros meses del 2014. ¿Listas?

Fed Square Melbourne

Lo mejor de Melbourne – Nuestro Top 20

Sydney tiene la ópera, los fuegos artificiales de Año Nuevo y a Nemo. ¿Y Melbourne qué tiene? ¿Sabríais dibujar Melbourne? Yo tampoco. Se la conoce sobre todo por su cantidad de actividades culturales y deportivas: Moto GP y Formula 1, festivales o el reciente Open de Australia. Sin duda, Melbourne es la ciudad más activa (culturalmente hablando) de Australia. No hay grandes monumentos emblemáticos pero sí una enorme potencia artística. Museos, galerías, teatro, arte en la calle, festivales de música, una enorme tradición por el café y por socializarse, edificio de diseño, afición por la gastronomía exótica…  No esperéis grandes edificios emblemáticos ni iconos operísticos, pero abrid los brazos a los parques, las bicis y la cultura.

Durante nuestra vuelta al mundo, estuvimos 1 mes viviendo en Melbourne y, tras muchas reflexiones (los vuelos de larga distancia dan para mucho), éste es nuestro top 20 más honesto de la ciudad; lo que nos gustó más y lo que recomendamos fervientemente.

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20. LOS DOCKLANDS

En todas las ciudades hay un proyecto de especulación inmobiliaria en el que construyen un barrio super moderno con algún atractivo y mil restaurantes y hoteles. Y en el caso de Melbourne, éste son los Docklands, una zona marítima que no consigue los resultados esperados. Si tenéis tiempo, podéis ir a dar una vuelta; siempre es agradable pasear por el puerto. En caso contrario, si no vais, no os habréis perdido nada. El icono principal de los Docklands es su enorme Melbourne Star, una noria al más puro estilo London Eye que, tras varios años (y millones) en construcción, dejo de funcionar y tuvieron que volver a empezar. Shit happens, también en países sobresalientes como Australia. La Melbourne Star es la risa de todos los habitantes de Melbourne. Nosotros no conseguimos verla funcionando.

19. ALBERT PARK

Pasar un domingo dando la vuelta al lago del parque de Albert Park es un buen plan. Un buen lugar para caminar, correr, pasear el perro o incluso hacer gimnasia. Los melbournianos son muy activos y deportistas y os vendrán ganas de uniros a ellos. Azul y verde predominan en este pequeño oasis entre el centro de la ciudad y la playa de St Kilda. No es un gran qué pero a los que venimos de Barcelona, tanto verde nos marca y tenemos que mencionarlo en nuestro Top 20.

18. SOUTHBANK – RIO YARRA

Una ciudad con río es más ciudad. Aunque éste sea de color marrón (por los sedimentos que arrastra en el camino). Y la gente de Melbourne también lo sabe. Por eso, a lo largo del río Yarra hay un siempre un gran ambiente: músicos en la calle, esculturas de street art a lo largo del paseo, terrazas, restaurantes… El paseo por Souhtbank incluye además muy buenas vistas a los rascacielos del distrito financiero. Es como estar paseando por una ciudad futurista.

17. TRANVÍAS

Es imposible hacer una foto de las calles de Melbourne y que no aparezca ningún tranvía. Los cables eléctricos la hacen una ciudad retro total. Los tranvías funcionan bien, dan un toque todavía más ecológico a Mebourne y son útiles para moverse de punta a punta. Sin embargo, son muy caros (3,5 AUD por billete) y por eso los relegamos a las últimas posiciones. Hay un tranvía «turístico» (City Circle Line) que es gratuito y da una vuelta en círculo por el centro de la ciudad. Sinceramente, os lo podéis ahorrar. Está absolutamente lleno de gente, seguramente no podréis sentaros y las explicaciones no sirven de gran cosa.

16. VISITOR SHUTTLE BUS

Tranvía turístico no, pero Visitor Shuttle sí. Un bus rojo recorre los puntos principales de la ciudad. Ideal subirse el primer día de vuestra llegada a Melbourne y hacer el tour entero para tener una primera idea de lo que hay en la ciudad. Los conductores son majísimos y divertidísimos: van contando anécdotas de cada parada (en inglés) y dan consejos muy honestos sobre cada lugar – su visión personal de cada lugar. Hasta Octubre 2013, este shuttle era gratuito. Ahora, se paga 5 AUD y puedes subir y bajar tantas veces como quieras en un día (niños menores de 10 años viajan gratis). Más info

15. PIZZA NUTELLA DEL MERCADANTE

Melbourne, como tantas otras ciudades del mundo, está llena de italianos; italianos que hacen pizzas. Probamos muchas pero las de la pizzería Mercadante (123, Lygon street) nos encantaron. Sobre todo, su postre estrella: la pizza de nutella, hecha con trocitos de masa montados haciendo un pequeño castillo y con nutella por encima. Espectacular. ¡Saldréis rodando!

14. FREE WALKING TOURS

Una buena opción si tenéis poco tiempo es hacer el tour guiado gratuito de Free Tours. Como otros tours gratuitos, funcionan con propinas. Es un recorrido andando de unas 3 horas en las que un guía local te enseñará los principales atractivos de la ciudad y te contará un poco su historia a través de anécdotas. Al final del tour, podrás dejarle como propina lo que te parezca bien (recomendado entre 10 y 25 AUD). Más info I’m Free Tours

13. CRICKET EN DIRECTO EN UN PARQUE

En Melbourne (y Australia en general) el deporte nacional es hacer deporte. Tenis, footing, «fútbol australiano» (parecido al rugby – Si tienes ocasión de verlo en el estadio, no lo dudes!!)…  Y también cricket! Sí, una vez más, los australianos son muy británicos. Nuestro último domingo en Melbourne lo pasamos sentados en el parque de Fawkner Park viendo a grupos de gente jugar a cricket todos en sus trajes blancos impolutos.

12. CENTRO DE ARTE IAN POTTER

El mayor centro de arte dedicado al arte Australiano, con entrada gratuita y exposiciones sobre arte aborigen contemporáneo. Realmente muy curioso y entretenido para un día lluvioso en Melbourne. El centro está en Fed Square. Más info

11. CARRILES BICI

Toda la ciudad está conectada en carriles bici y es realmente cómo y práctico moverse en bicis. Su sistema de bicis compartidas también es apto para los turistas y funciona de maravilla (con tarjeta de crédito). Por 2,8 AUD podrás pedalear tanto como quieras en 24h. No olvides el casco: ¡es obligatorio! En algunas estaciones de bicis puedes comprar cascos por 5 dólares más. Más info del sistema de bicis en Melbourne

10. FEDERATION SQUARE («FED SQUARE»)

Es la plaza principal de Melbourne y el centro cultural de la ciudad. Aquí siempre hay algo organizado, ya sea para un partido de fútbol australiano o para celebrar el día de Arabia Saudí (los hemos visto ambos). Es una buena fuente de inspiración por la que empezar a explorar Melbourne. En esta plaza se encuentra el Museo de la Imagen y el Ian Potter Center (gratis) en el que podréis ver arte aborigen contemporáneo. También está en esta plaza (justo abajo) la oficina de información turística en la que podréis planear todo vuestro viaje (no he visto nunca una oficina turística tan bien preparada!)

9. OUTLETS Y MERCADILLOS EN FITZROY

Fitzroy es uno de los barrios de moda en Melbourne. Bohemio y hispter. El lugar donde encontraréis outlets de grandes marcas, tiendas locales muy cucas y mercadillos callejeros que se anuncian con un cartel hecho a mano. En Fitzroy desdcubrimos los outlets deportivos y la Karmacola. Y desde entonces ya nada fue igual en ese viaje. Cuando os perdáis por sus calles veréis lo bien que vive la gente local en pequeñas casitas.

8. CHAPEL STREET

Chapel Street es otro de los barrios más de moda de Melbourne. Gente joven, brunch, mercados al aire libre y arte callejero. Si vas un sábado al mediodía estará a rebosar de buen ambiente. High Street y Chapel Street son las calles principales pero los mejores locales están en los callejones de alrededor. Para llegar a Chapel Street, tranvía  6, 78 y 79 parada «High Street – Chapel Street».

7. COMERCIO LOCAL EN LANES Y ARCADES

Cuando construyeron Melbourne quisieron hacer calles muy anchas por las que pasaran los transportes de mercancías. Sin embargo, la gente local quiso tener pequeñas callejuelas por las que pasear tranquilamente sin tráfico – y ahí nacieron los «lanes» que significa «callejones». Los hay por todo el centro de Melbourne y dan un carácter único a la ciudad. Explorar los cientos de Lanes es la mejor forma de descubrir el Melbourne más local ya que se encuentran allí (a veces, muy escondidos) bares, restaurantes, pubs y tiendas curiosas. Veréis graffitis enormes, terrazas chulas, pastelerías exquisitas, galerías de arte, restaurantes asiáticos especializados en empanadillas…  Algunos a no perderse: El Hardware Lane lleno de cafés y terrazas; el Hosier Lane, la meca del graffiti; el ACDC lane, para los fans del rock; y el Royal Lane, lujoso y exclusivo.

6. QUEEN VICTORIA MARKET

Desde 1878. De lo más antiguo de esta ciudad y de lo que más orgullosos están los melbournianos. Para los que venimos de países mediterráneos, este mercado no es para tanto la verdad. Pero está bien pasearse por allí una mañana de mercado (5 días a la semana: martes, y de jueves a domingo) para ver el ambiente y tener una excusa para comer fuera: hay mil y una opciones de comida exótica, desde asiática hasta paellas españolas, o los omnipresentes fish and chips británicos (pero con menos aceite). Lo que más nos gustó: poder comprar souvenirs a buen precio y tomar uno de los mejores smoothies que hayamos probado jamás (No recordamos el nombre de la parada: ¿Green Warriors?). Más info Victoria Market

5. WILLY WONKA FACTORY

Una tienda, café y heladería, todo en uno, con un nombre común: Willy Wonka. Este local es como entrar en la mismísima fábrica de Willy Wonka y sus batidos y chocolates le hacen justicia al nombre. Una parada obligada para los amantes del chocolate. Está en un barrio poco conocido pero muy local. Lo único malo de este lugar es que lo descubrimos demasiado tarde y solo pudimos ir una vez. Si viviéramos en Melbourne, éste sería nuestro café de domingo favorito. (Willy Wonka Factory – 90, avenue St). Opiniones Trip Advisor.

4. BRUNCHS Y BARES DE MODA EN MELBOURNE

En Australia todo pasa más tranquilamente y por eso el fin de semana es sinónimo de levantarse sin prisas y salir a hacer un brunch. Huevos, croque-monsieurs, bocadillos vegetales, zumos enormes… Hay mil y un cafés y bares preciosos, que ponen escenario a una de las cosas que más gusta a la gente de esta ciudad: quedar para tomar un té o un café.
Nuestras recomendaciones (probadas): el café Ici (359, Napier Street – Fitzroy), el Isit Café (Izett Street Prahran, Chapel Street), la terraza superior del Bomba Bar (103, Londsdale Street),  Curtis House Rooftop Bar donde también hay cine al aire libre (252, Swanson Street). Hay muchísimos más pero no nos dio tiempo a probarlos todos.

3. ST KILDA BEACH

Aunque St Kilda es un pueblo independiente de Melbourne, está totalmente conectado a la ciudad y es prácticamente como un barrio más. St Kilda es famoso por su playa, en la bahía de Port Philip, y por el parque de atracciones Luna Park. Un paseo por la playa de St Kilda es un plan habitual de domingo por la mañana/mediodía, cuando se llena de gente que pasea, corre, va en bici o simplemente lee un libro frente al mar. Precisamente los domingos también hay un mercado de artesanía.

Hay dos o tres cafés cucos delante de la playa en los que tomar algo o incluso hacer un brunch. Nuestra recomendación: el Republica en el que probamos las pizzas artesanales y el fish & chips. Todo en un ambiente muy relajado, en plan australiano.  Para llegar a St Kilda lo más cómodo es el tranvía: 16, 3A y (95) paran justo enfrente de la playa.

2. JARDIN BOTÁNICO

Si hay algo en Melbourne son jardines y parques. Prácticamente uno cada cinco calles. Es lo que tienen las ciudades modernas, que se han hecho pensando en nuestra calidad de vida actual. No sé como será en verano pero ahora en primavera los jardines están de un verde espectacular. Muy bien cuidados, apetece realmente tumbarse un rato. Un jardín que nos encanta y bien merece una visita es el jardín botánico. ¡Ríete tú de Central Park! El jardín botánico de Melbourne también tiene zonas para ir en bici, explanadas para hacer picnic, grandes vistas a rascacielos y un precioso lago. Sólo falta que graben alguna película por allí y ya será famoso. ¡Una maravilla! No os lo perdáis. Entrada gratuita.

1. LOS PINGÜINOS DE ST-KILDA

Al final de la playa de St Kilda encontraréis el muelle y al final de éste, una caseta con un café. Es allí detrás donde llegan cada noche (de octubre a abril) cientos de mini pingüinos («Fairy Penguins«). Si os soy sincera, nosotros fuimos dos noches y no vimos más de una quincena en periodos de 1-3 horas. Pero aún así… ¡¡¡Son unos pingüinos monísimos!!! Merece la pena acercarse al muelle de St Kilda aunque sea para ver a uno. Acercarse al muelle es gratuito y no requiere ningún tipo de reserva. Además, cada noche hay dos o tres voluntarios de EarthCare St Kilda para resolver todas las dudas acerca de los pequeños pingüinos. Si vais en primavera u otoño, abrigaos que en el muelle hace un frío (y viento) que pela! – Más info

Como veis, una visita a Melbourne es realmente económica. Es cierto que el precio del café o del brunch será más caro que en Barcelona o Madrid (pero no más que NYC o París, donde el nivel de vida es igual que el de Melbourne) pero conocer la ciudad, su historia y cultura, sigue siendo gratuita o muy asequible. Para todos.

 

Cursos y tours de cocina tailandesa, en Bangkok y Koh Samui

Este gran viaje nos ha cambiado. A mejor. Entre muchas otras cosas que iréis descubriendo, ahora comemos mejor. Más orgánico, más verde y más fruta. Y, aunque cada país ha contribuido a nuestra nueva dieta, Tailandia tiene buena parte de la culpa de que ahora nos guste más cocinar. Un nuevo horizonte de verduras y hortalizas pasadas por la sartén y mezclados con pasta o arroz. Sencillo pero gustoso y sano. ¡Bienvenido a Tailandia, el paraíso del wok!

Durante nuestras tres semanas en Tailandia, nos apuntamos a dos experiencias gastronómicas: un curso de cocina en Koh Samui y un tour gastronómico en Bangkok. Y qué puedo deciros… Las experiencias gastronómicas son una buena manera de descubrir un destino porque, además de comer en un restaurante «distinto», aprendes sobre la cultura y vida local de ese lugar.

1. Curso de cocina en Ko Samui: SITCA

Si hay un sitio culinariamente mítico en Koh Samui es el SITCA: Samui Institute of Thai Culinary Arts. El nombre impone y hace justicia a la profesionalidad de sus cursos de cocina para turistas internacionales. Sus cursos duran 3 horas y en ellos aprendes sobre los ingredientes thai, cocinas tres platos típicos y te los comes luego. Todo ello con un equipo de «duendes» con delantal que vienen sigilosamente por detrás y van ayudándote a cortar bien los ingredientes, bajar o subir el fuego del wok y asegurarse de que vas por el buen camino. Y quizás ése sea el secreto del SITCA; durante tres horas te conviertes en un auténtico chef thai al que los platos le salen maravillosamente bien. Lástima que en casa no tenemos a esos duendes (ni esos ingredientes) y ya ni recordamos el orden de los alimentos.

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La clase se desarrolla en una gran mesa con una cocina llena de woks al lado. Los menús van cambiando cada día (mañana y tarde). En nuestro grupo éramos unos 14 «pupilos» mayoritariamente de países anglosajones ya que el curso se desarrolla en inglés. Americanos, ingleses, suizos, alemanes, australianos (en Asia, SIEMPRE hay australianos por todas partes) y también una pareja de Hong Kong.

Lo que aprendimos en esa clase:

  • A cocinar el mejor pad thai que nos hemos comido en Tailandia (claro, estaba hecho justo a nuestro gusto).
  • A no tener vergüenza y pedir un tupper con la comida que nos sobraba para llevar. Los tres platos son realmente demasiada comida, así que no tengáis reparo en pedir que os empaqueten el resto para llevar a casa. Al día siguiente sigue estando delicioso.
  • A que el nivel de picante en la comida thai se mide en chilis. Los turistas podemos aguantar de 1 a 3, pero los thai empiezan a contar a partir del cuarto (lo anterior a cuatro chilis sólo les hace cosquillas).
  •   Que los chilis rojos pican mucho más que los chilis verdes.

Más info
El precio de este curso es totalmente «turista»: 2.250 bahts por persona (50€, una auténtica fortuna en Tailandia), pero los pagaríamos de nuevo sin dudarlo. Fue una de las experiencias que nos gustaron más de Samui. Podéis reservar online.

2. Bangkok Food Tour, el sabor de Bangkok

La web Bangkok Food Tours organiza visitas guiadas por Bangkok desde el punto de vista gastronómico. ¡Aquí no se cocina, sino que se pasa directamente a comer! Tours de día y de noche para conocer el sabor de Bangkok. Son visitas para turistas, pero realizadas por guías locales que, además de llevarte a bares y locales auténticos a los que quizás no entrarías solo, te enseñan mucho más de la cultura del destino que lo que te pueda contar una guía de viaje. Nuestras guías eran dos chicas modernas y con un inglés excelente cuya misión fue demostrarnos que en Bangkok hay mucho más que Pad Thai y arroz frito.

sticky-rice-thaiNuestra primera idea fue realizar el tour de medianoche en Tuktuk, pero tras la mala experiencia del primer día, optamos por algo más tranquilo: un tour de mañana por Bangrak, el barrio histórico de Bangkok, que tiene una buena mezcla de residentes inmigrantes con orígenes diversos: musulmanes, chinos, vietanmitas, hindúes… La visita se realiza andando, de forma muy pausada, con cinco paradas en locales del barrio para degustar platos típicos. Buena parte del éxito del tour es que hay tiempo suficiente para hablar con el resto del grupo y conocer a gente de distintos orígenes con un interés común: probar platos nuevos. En nuestro grupo éramos 8 personas: australianos (¡cómo no!), americanos, canadienses, alemanes e indonesios. Cada nuevo restaurante/bar representa una nueva oportunidad para sentarse al lado de otra persona y probar un nuevo sabor.

Cuando lo piensas, comerse un platito de conejo asado resulta un tanto extraño a las 10 de la mañana de un miércoles. Pero lo cierto es que ese primer plato entró tan bien que le siguieron otros diez, o doce o quince de una forma muy fácil durante las siguientes horas. No hace falta comérselo todo, se trata de probar diferentes platos locales: curry verde, un bollo con cerdo a la barbacoa, té thai refrescante, granizado de coco, ensalada de mango… O incluso una tapa de cerebro para los más valientes. Curiosamente, ése fue uno de los platos preferidos por buena parte del grupo (bueno, los que lo probaron).

Lo que aprendimos en ese tour:

  • Que, efectivamente, en Bangkok la gente local no come Pad Thai todo el día. De hecho, creo que en ninguno de los sitios a los que fuimos había pad thai…- A pronunciar correctamente algunas palabras en Thai. Tras tres semanas en Tailandia, nadie antes nos había dicho la diferencia entre el Gracias dicho por una chica o por un chico.
  • Que el granizado de coco está delicioso, aunque a Arnau le gustó más la tapa de cerebro.
  • Que las visitas gastronómicas no son para los frikis de la cocina solamente; también lo son para los que tenemos ganas de descurbrir un lugar de una forma más local, original y gustosa.
  • Que tras un tour gastronómico de mañana no hace falta pensar dónde vas a comer ese mediodía.

Más info
Podéis consultar todos los tours disponibles en la web de Bangkok Food Tours y realizar la reserva online. El precio de cada tour varía un poco pero para que os hagáis una idea, el que hicimos nosotros de Bangrak cuesta 1.050 bahts (30€). Durante nuestra experiencia nos enteramos que también realizan un tour gastronómico por los mercados flotantes; no estábamos a tiempo pero creo que también es una idea excelente a tener en cuenta.

Cuál es mejor… ¿Sydney o Melbourne?

Hace un par de años, esta infografía me hizo decidir que si algún día iba a Australia, eligiría Melbourne. Por eso, cuando empezamos a buscar intercambios de casa para nuestro mes en Australia, Melbourne fue nuestra primera opción (a pesar de que nos contactó más gente desde Sydney). Bien, ahora tras haber estado en las dos, creo que ha llegado el momento de daros mi opinión. Las infografías están genial para saber los datos estadísticos y «aburridos» de cada lugar, pero ¿queréis saber mi opinón personal? ¿Cuál es mejor: Sydney o Melbourne, Melbourne o Sydney?

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Melbourne tiene ese toque bohemio-hippie-vintage-retro. Todo junto. Es la ciudad hipster de Australia. Algunos bares no venden Coca-Cola sino una versión de refresco de cola orgánica y ecológica hecha en Nueva Zelanda. Y los mercadillos vintage se anuncian por las calles con carteles hechos a mano. El deporte nacional de Melbourne es salir a tomar algo con los amigos y dejar pasar las horas. El mito de que en Australia la gente está relajada y vive feliz es totalmente cierto en Melbourne. Eso sí, cuando luce el sol. Porque la mayor parte de días, hace viento, llueve, nieva y graniza. Todo junto, también. Melbourne es conocida como la ciudad en la que ves las cuatro estaciones en un solo día. En Melbourne vimos los 30ºC tres días después de habernos comprado polares y camisetas térmicas de lo congelados que estábamos con menos de 10ºC (moraleja: si vas a Melbourne en primavera, llévate todo el armario contigo).

Sydney, en cambio, es la ciudad yuppy, la de los ejecutivos y de los modernos. Siempre hay tráfico y sus habitantes se quejan de la cantidad de tiempo que pasan en el coche para ir del trabajo a casa. En Sydney hay ruído y tráfico pero la ciudad tiene algo que no tiene Melbourne: sitios emblemáticos. Y sol. Mucho sol. Cada día hace bueno en Sydney y el cielo es de un azul muy intenso. Se nota que estamos más cerca del trópico –tanto, que en verano se abrasan! Sydney vive del turismo gracias a su gran Ópera (y a Nemo). Es una ciudad que te enamora como turista desde el primer momento.

La rivalidad entre ambas ha sido siempre estratosférica. Tanto, que estuvieron enfrentadas durante muchos años y como no se ponían de acuerdo por cuál de las dos debería ser la capital de Australia, tuvieron que crear una nueva capital (Canberra) situada en medio para forzar el desempate. ¡Igual que dos hermanos peleados!

Melbourne tiene un tamaño muy agradable, llegas a todas partes en bici, tranvía o incluso andando. Hay pocos turistas y es una ciudad ecológica, llena de parques y muy cultural, donde caben todo tipo de exposiciones: desde arte urbano y graffiti hasta exposiciones de arte indígena. En Sydney el deporte del fin de semana es ir a la playa. El sol y buen tiempo hacen que Bondi Beach y Manly Beach se llenen de gente y surfistas. En la gran ciudad es difícil moverse en bici porque hay un montón de colinas y la ciudad se expande a lo largo de la costa. Pero si hay algo que me encanta de ambas es que tienen mar.

 

En definitiva… 

Melbourne es una buena ciudad para vivir (si no te importa el mal tiempo) y Sydney es mejor para hacer turismo -aunque, hay que decir que los espectacules 12 Apóstoles bien merecen una visita y están cerca de Melbourne. Quizás si tuviera que elegir entre visitar una u otra en un viaje a Australia, eligiría pasar 2 días en Sydney.

 

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Dónde ver elefantes en Chiang Mai: Elephant Nature Park

Hay experiencias y experiencias. Y ésta es una de esas que marcan un viaje. Pasar un día entre elefantes en Chiang Mai fue una de las cosas que nos gustaron más del viaje por Tailandia. Y el mejor acierto fue precisamente visitar el Elephant Nature Park.

Los elefantes están a la orden del día en la región de Chiang Mai pero habitualmente la mayoría de tours son para montarlos durante 10-15 minutos o verles en algún show en cautividad. Y en el pasado todavía era peor: acaban cazados o esclavizados para arrastrar troncos de árbol contribuyendo a la deforestación del país. Una realidad cruel para un animal tan simpático.

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Desde 1990, Sangduen Chailert (Lek) rescata elefantes que han estado esclavizados o maltratados, en los bosques y en las calles, y les cuida en una especia de santuario situado a una hora en coche de Chiang Mai. En medio de la selva, Lek les ha ido construyendo un espacio natural donde pueden correr libremente y recuperarse de sus posibles heridas para que algún día, cuando la selva sea segura para ellos, puedan volver a correr en libertad.

En el Elephant Nature Park pasamos todo un día entero dando de comer a los elefantes, acariciándolos, aprendiendo sobre ellos, bañándolos, viendo como los mahouts jugaban con los pequeños. La visita se organiza en pequeños grupos de hasta 10 personas y te recogen y dejan en tu hotel/alojamiento en Chiang Mai. Por cada grupo de 10 hay un guía que te orienta durante toda la visita y te introduce al mundo del elefante. La visita transcurre de una forma muy pausada, hay incluso tiempo libre; una demostración más de que en este lugar se va al ritmo del elefante y no al del turista como en otros tours. En el precio de la actividad va todo incluido: transporte y comida, también.

Nuestro consejo: A pesar de que en la lista de cosas a llevar se incluye bañador y ropa de recambio, realmente no hacen falta (al menos en diciembre). Cuando fuimos, el agua del río estaba muy baja y con arremangarse un poco los pantalones bastaba. El baño es una de las actividades diarias favoritas de los elefantes aunque no para quedar limpios sino para refrescarse. Lo cierto es que resulta desesperante que tras lavarles durante 15 minutos lo primero que hagan luego es tirarse arena y barro por encima! (para ahuyentar los insectos y proteger su piel). Bañarlos es divertido pero no es algo obligatorio; podéis quedaros en la orilla.

A tener siempre en cuenta las recomendaciones del Ministerio de Sanidad: «En los trópicos los cursos de agua, canales, lagos, etc. pueden estar infectados por larvas que penetran en la piel y provocan enfermedades. Hay que evitar lavarse y bañarse en aguas que puedan estar contaminadas por excrementos humanos y animales, ya que pueden ser vías de transmisión de infecciones de ojos, oídos e intestinales. Sólo son seguras las piscinas con agua clorada.» (ya sabéis que en casa tenemos a un médico especialista en salud pública que siempre nos da la alerta en estas cosas ;)).

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La supervivencia del Parque y el cuidado diario de los elefantes es posible gracias a la ayuda de voluntarios que se apuntan a estancias cortas (de pocas semanas) y a la visita de los viajeros que se acercan a conocerles (precio de la entrada: 2.500 bahts por persona; aprox 55€). Así que si viajáis a Chiang Mai y os apetece conocer a estos animales más a fondo, no dudéis en visitar el parque. 100% recomendable y aconsejable, además de que es la mejor forma de ayudarles y conseguir que algún día dejen de estar esclavizados. Gracias a Pruden y Lupe y a Kari por recomendarnos una visita a este fabuloso lugar.

+info: elephantnaturepark.org

30 de diciembre 2013

Publicado en Tailandia

El Chiang Mai más local – Desde lo alto del Doi Inthanon

¡Qué lejos queda la selva, qué lejos queda Tailandia! A pesar del episodio del robo en Bangkok y de los chaparrones de Koh Samui, la verdad es que los cuatro días que pasamos en Chiang Mai fueron de las cosas que más nos gustaron de Tailandia, como a todo el mundo que viaja a Tailandia.

¿Por qué gusta tanto Chiang Mai?

Porque es pequeña, tradicional y tiene una gran variedad de actividades y experiencias. En el siglo XIII fue la «nueva capital» del reino de Lanna y hoy conserva buena parte de sus templos y edificios importantes. A pesar de que la unión al reino de Siam supuso la pérdida del estatus de capital, lo cierto es que Chiang Mai no tiene nada que envidiar a Bangkok: templos de culto, elefantes, un paisaje selvático, una sociedad muy tradicional y rural, cultura y gastronomía son la combinación perfecta para querer pasar al menos tres días en Chiang Mai.

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Todo esto lo aprendimos gracias a Mig, nuestro guía local de WithLocals, con el que pasamos un día entero descubriendo el Chiang Mai más auténtico. Mig es un apasionado de su ciudad y un buen guía turístico con el que pudimos aprender más de lo que pudiéramos haber leído en las guías de viaje. Por suerte, hablaba un inglés impecable y además hacía buenas fotos. Ese día Mig se encargó de todo para llevarnos fuera del circuito turístico a conocer los rincones auténticos. Y no os miento si os digo que en la mayoría de lugares a los que nos llevó éramos los únicos turistas occidentales.

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Tras reservar el tour a través de la web de WithLocals.com, recibimos confirmación de Mig sobre su disponibilidad a las pocas horas. El día del tour Mig nos vino a recoger y se encargó de todo: de llevarnos, de mostrarnos la región, de resolver nuestras dudas sobre el budismo y la historia del país, de sacarnos fotos naturales e incluso de preparnos un picnic con vistas a una catarata. Ese día, Mig además de un guía turístico fue un amigo local.

Nos gustó este tour porque se alejaba de lo que TODAS las demás agencias de viajes ofrecen: el típico tour que incluye un paseo de una hora por la selva, 15 min en elefante y descenso en balsa de bambú. Queríamos algo distinto y más auténtico, alejado de lo que los demás turistas suelen hacer. Nos convenció la idea de visitar el Doi Inthanon, la montaña más alta de Tailandia.

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El Doi Inthanon es un lugar de peregrinación budista y alucinamos con la cantidad de turistas orientales (familias y grupos enteros) que habían venido a pasar el día con flores y ofrenas. A 2.500 metros sobre el mar, es un buen lugar en el que refrescarse en un día caluroso. No olvidéis un buen jersei y guantes si subís! No tuvimos suerte con el tiempo (mucha niebla a partir de los mil metros) pero en un día despejado las vistas que hay desde arriba son muy espectaculares.

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De bajada, pudimos parar a conocer a fondo cómo vive una de las tribus de las montañas. «Las minorities», como les llaman ellos (una forma muy sutil de hablar de los pobres), malvivían y cultivaban opio hasta que el Rey de Tailandia les dio hogar y tierras para que cultivaran plantas, verduras y flores y las vendieran en los mercados para ganarse la vida. Es el famoso «Proyecto Real» (Royal Project) al que los tais como Mig sienten absoluta devoción.

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Hoy las tribus siguen viviendo en las montañas con sistemas un poco inestables de electricidad y agua corriente pero no quieren cambiar su vida. Las mujeres mayores venden los productos en el mercado local (téxtiles, fruta desecada, verduras frescas, flores…) y las jóvenes llevan los bebés a su espalda – siempre, todo el día. Los hombres trabajan (cuando quieren) en los invernaderos recogiendo las frutas y verduras.

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No muy lejos del poblado encontramos una enorme cascada de agua. Preciosa y espectacular. Y un poco más turística: un restaurante local y una cafatería con macchiato y capuccinos se delataron. Se notaba que estábamos acercándonos de nuevo a la civilización. También hubo tiempo para visitar el templo Sri Jomthong. Precioso con ese color dorado iluminado por el sol. Todo cambia cuando aprendes a visitar el templo como es debido (empezando por la izquierda, en el sentido de las agujas del reloj) y cuando sabes cómo se hacen las ofrenas con los cinco sentidos. Todo cambia cuando visitas un lugar con un local.

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¿Recomendamos este tour?

Sí, sin duda. Este o cualquiera de los que encontraréis en la web de WithLocals.com que os puedan gustar según vuestro perfil y gustos. Si, como nosotros, ya tenéis otro plan para ver a los elefantes, y queréis visitar los alrededores de Chaing Mai de una forma más autóctona, es sin duda un buen plan. Fácil, cómodo y qué mejor que conocer la realidad del país a través de la visión de un autóctono.

WithLocals  es una empresa con sede en Holanda que ha abierto el grifo del «peer to peer« en el Sudeste Asiático. Apenas hace un mes de su lanzamiento público y ya ofrecen actividades en Tailandia, Malasia, Vietnam, Singapur, Indonesia, Sri Lanka y Nepal.

 

Fotos del propio Mig, podéis seguirle en su cuenta de instagram.

 

 

29 de diciembre 2013

Publicado en Tailandia