Presupuesto de un mes en Australia

Australia es uno de los países más felices del mundo y, sí, sin duda aquí se nos ha subido la felicidad a la cabeza. Como el mes en Nueva York nos costó tan poquito, llegamos a Australia con la tranquilidad de que podíamos gastar más en ocio y turismo. ¡A derrochar! Las 24 horas de avión para llegar hasta aquí hacen que seas totalmente consciente de lo lejos que estás y de lo mucho que hay que aprovechar cada oportunidad. No queríamos volver a casa con la sensación de no haber disfrutado todo lo que podíamos haber disfrutado. Por eso, se nos ha ido el dinero en felicidad visitando la Great Ocean Road, la Gran Barrera de CoralSydney, además de Melbourne, claro. En total, 3.000 euros entre los dos (cinco mil dólares australianos) para un total de 35 días.

Australia no es un país tan caro como parece. Vivir aquí es caro, sí, pero no más que en Nueva York; y, por el mismo dinero, la calidad que obtienes es muchísimo mejor; se nota en la comida, sobre todo. Lo que es realmente caro es el turismo. Hacer el guiri sale caro en Australia: hoteles, restaurantes, helados y transportes es lo que incrementa el presupuesto, lo veréis claramente a continuación. Por eso, una vez más, el intercambio de casa en Melbourne nos ha salvado.

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Esto es lo que nos hemos gastado nosotros en un mes en Australia. Hemos dividido el presupuesto por ciudades o escapadas, para que se note precisamente lo que nos ha costado Melbourne y lo que hemos destinado a «hacer turismo». Espero que este desglose ayude a futuros viajeros que estén pensando a realizar un viaje a Australia. Animaos, merece mucho la pena. Los precios están contados siempre para 2 personas. Han sido tres mil quinientos euros muy bien disfrutados.

3 SEMANAS APROX EN MELBOURNE = 1500 AUD  (1000 EUR)

  • Alojamiento: Gratis
  • Comida: 1000 Aud- 744 Eur
  • Transportes: 146 Aud – 100 Eur
  • Turismo: 73 aud – 51 Eur
  • Regalos: 90 Aud – 64 Eur
  • Otros: 154 Aud – 108 Eur

Vivir en Melbourne ha salido por el mismo precio que vivir en Nueva York. Debido a que nuestro ritmo laboral ha sido mayor que en NYC, no hemos salido mucho: durante la semana comíamos y cenábamos en casa y era el fin de semana cuando pasábamos todo el día fuera. En la comida están contadas compras en el supermercado, comidas y cenas fuera. Las compras en el supermercado no son caras (precio parecido a NYC pero mejor calidad); lo que es caro es comer fuera y tomar algo. Aunque, como no hay que dejar propina, acaba siendo el mismo precio que pagábamos en NYC (donde la propina es 10%-21%). El transporte también es caro (3,5 aud cada billete) pero hemos ahorrado bastante utilizando el Bike Sharing de Melbourne. El apartado «Otros» ha sido para comprar ropa de invierno para Nueva Zelanda y una tarjeta de internet móvil (30 aud). En regalos, contamos postales, sellos y souvenirs. El apartado Turismo es para las visitas y helados/snacks que hemos tomado paseando por la ciudad. Como veis, no sube mucho y es que Melbourne es una ciudad muy cultural pero con un montón de actividades gratuitas.

2 DÍAS EN GREAT OCEAN ROAD = 500 AUD  (350 EUR)

Como ya contamos en la crónica del viaje a la Great Ocean Road, decidimos alquilar un coche e ir por nuestra cuenta. Los tours en autocar cuestan 175 dólares por persona. La escapada en coche, aprox 250). Aquí contamos el alquiler de 2 días, una noche en un hotel en Port Campbell, un depósito de gasolina, comidas fuera en restaurantes y bebidas y snacks durante el viaje. Sin duda, mereció la pena gastar un poco más y verlo tranquilamente a nuestro ritmo. Para alquilar un coche online, podéis ver precios y reservar (de forma segura) esta web (probada y recomendable).

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4 DÍAS EN GRAN BARRERA DE CORAL = 2250 AUD  (1570 EUR)

¿Se nota que la Gran Barrera es donde hemos sido más felices? 😀 Ir a la Gran Barrera de Coral encarece el viaje a Australia pero es una de esas cosas que hay que hacer al menos una vez en la vida; quizás no volvamos así que decidimos hacer el viaje a lo grande.  No hubieron grandes lujos pero tampoco escatimamos en nada: tour de snorkel, tour por el Daintree forest, 3 noches de aparthotel en Port Douglas… Aunque lo que ha encarecido más el viaje ha sido el vuelo. Moverse por Australia es muy caro. Solemos pensar que como es un solo país, el transporte debería ser rápido y económico, pero no olvidemos que de Melbourne a Cairns hay tres mil kilómetros! Reservándolo con un mes de antelación, el vuelo costó 315 dólares (160 eur) por persona en la compañía más low-cost (Tiger), que por cierto es mucho mejor de las que hay actualmente en España (puntuales, dan de comer y no ponen tantas pegas por los equipajes).

Port Douglas, y Queensland en general, es una zona muy turística y por lo tanto muy cara. Preparaos para pagar 150 dólares por noche para un hotel normal. (También hay algún albergue de YHA). Nosotros elegimos un aparthotel para poder disponer de cocina y no tener que salir cada día a comer/cenar fuera.

  • Transportes: 800 dólares (vuelos, bus aeropuerto Melbourne, shuttle de Cairns a Port Douglas).
  • Tours: 670 dólares (Snorkel + Daintree Forest. Ya que pagamos un vuelo de 150 euros para ir hasta allí, al menos pasémonoslo bien, no?)
  • Alojamiento: 500 dólares (3 noches).

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4 DÍAS EN SYDNEY  = 766 AUD (550 EUR)

Sydney es mucho más cara que Melbourne porque es más turística y se nota en el presupuesto. 4 días allí nos ha costado casi la mitad que tres semanas enteras en Melbourne – sobre todo porque en Sydney hemos sido turistas y en Melbourne hemos hecho más vida local en casa. Como teníamos solo cuatro días los hemos aprovechado al máximo y hemos comido y cenado cada día fuera.

Contad también que en este precio hay que sumarle el alojamiento para 3 noches (nosotros hemos podido contar con tres noches gratuitas, gracias a acuerdos con los hoteles). Y además, el vuelo de Melbourne a Sydney ya iba incluído en nuestro itinerario vuelta al mundo, así que también habría que añadir eso. Sydney se dispara pero es una ciudad que merece la pena visitar. Una buenísima opción sería ir más tiempo con un intercambio de casa, sin duda.

  • Comida: 296 dólares (cenas, comidas y desayunos para 4 días)
  • Transporte: 171 dólares (ferrys, bus, tren, shuttle aeropuerto)
  • Turismo: 153 dólares (incluye tickets a la Opera House)
  • Alojamiento: 145 dólares (hotel en el aeropuerto para coger un vuelo muy temprano)

 


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3 días en Sydney

Sydney es la ciudad más emblemática de Australia y también la más turística. Los fuegos artificiales de Año Nuevo, los Juegos Olímpicos del 2.000 y la película «Buscando a Nemo» la han hecho famosa en el mundo entero. Vive de cara al mar, goza de buen clima todo el año y tiene ese factor WOW que enamora a sus visitantes. Es una gran ciudad y una ciudad grande, y puedes pasarte una semana visitándola tranquilamente para poder disfrutar de sus alrededores. Nosotros la visitamos en 3 días, muy tranquilamente, sin prisas. Aquí van nuestras recomendaciones…

Qué visitar en Sydney

Algo muy aconsejable para el primer día es cruzar el puente andando y ver el skyline de Sydney desde el otro lado. Sobre todo al atardecer es una vista espectacular! El camino peatonal del puente está aislado del tráfico y resulta muy seguro. Al otro lado, podéis acercaros al agua, donde hay un pequeño parque (perfecto para un picnic) y algunos cafés, además del Luna Park -el parque de atracciones. Se tardan unos 20-30 minutos en cruzar el puente y está siempre lleno de gente así que no tiene pérdida. A la vuelta, si se ha hecho de noche, podrás aprovechar para hacer fotos de los edificios y la Ópera iluminados.

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El edificio de la Opera House se lleva la palma en Sydney. Se construyó hace justo 40 años y se puede visitar con un tour guiado, pero lo más recomendable, si puedes, es asistir a un evento. Puedes consultar en su página web el calendario de eventos, que van desde conciertos y musicales hasta exposiciones. Si no tienes mucha preferencia por los eventos, mi recomendación es que compres los tickets el día antes. En la web LastTix podrás encontrar entradas con descuentos de último minuto. Nosotros compramos para el musical South Pacific por 69 dólares australianos (50€), con recogida en taquillas de la Ópera desde una hora antes del evento.

Tickets para la Opera House

Tickets para la Opera House

A punto para el musical en la Opera House

A punto para el musical en la Opera House

Opera house sydney

Opera house sydney

Sydney es el paraíso de los surfistas. Sus playas de arena fina y agua de azul turquesa parecen de postal pero las olas, el viento y las fuertes corrientes las convierten en poco recomendables para un baño. De hecho, los vigilantes de la playa ya lo avisan en sus carteles: «si quieres que te salvemos deja que te veamos». El baño está sólo recomendado en la zona vigilada, marcada por banderas de color amarillo y rojo. De nuevo, no por los tiburones, sino más bien por las corrientes fuertes. Los que sí disfrutan son los surfistas. Surfean las olas como si fueran los reyes del mambo, sabiendo que no habrá bañistas que se acerquen a las olas de 2-4 metros.

Bondi Beach

Bondi Beach

Bondi Beach

Bondi Beach

Bondi Beach

Bondi Beach

Sculptures by the sea Bondi

Sculptures by the sea Bondi

 

Bondi Beach (pronunciado «Bondai») es la playa principal por ser la más cercana al centro y la que tiene las mejores olas para los surfistas. Se llega en tren y bus (billetes combinado «Bondi Train + Bus»: 9 dólares). El trayecto dura en total unos 30 minutos. En Bondi hay cafés y tiendas de souvenirs. Lo más habitual es hacer el paseo que va desde Bondi hasta Bronte, otra playa famosa por sus olas surferas. El paseo es tranquilo, tiene poco desnivel y se hace tranquilamente en 45 min (parando a sacar fotos). Nuestra visita coincidió con la exposición de arte en la calle «Sculptures by the sea« en la que se exponían diferentes obras (un tanto alternativas) a lo largo del paseo hasta Bronte Beach. Si no queréis hacer el camino de vuelta, en Bronte podéis tomar un bus de vuelta hacia la estación de Bondi Junction y de allí, el tren.

Otra playa famosa y más familiar es Manly Beach. Está más lejos que Bondi pero las corrientes no son tan fuertes y es más seguro bañarse (y apetece más). Aquí también hay surfistas pero las olas son mucho más pequeñas. Manly Beach es enorme y de arena fina. Se llega en ferry desde Circular Quay (billete ida y vuelta: 14 dólares) y el trayecto dura 30 min. Como Bondi, Manly es un barrio muy turístico y está lleno de cafés, restaurantes y tiendas de souvenirs. Se llena los fines de semana.

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Manly Beach

Manly Beach

Manly Beach. Nadando entre banderas

Aunque nosotros no tuvimos tiempo, también es recomendable visitar el Hyde park, el jardín botánico y el mercado de pescado (sábados por la mañana).  Para los más pequeños, una visita al Taronga zoo puede ser curiosa para ver koalas y canguros además de otros animales exóticos. Dicen que desde el zoo hay muy buenas vistas a la cuidad. Eso sí, los fans de Nemo no busquéis la calle Wallaby 42 porque no existe. Una pena.

 

Dónde comer: recomendaciones de restaurantes

Surry Hills es uno de los barrios de moda entre la gente joven y hay muchos cafés y restaurantes cucos para ir a comer. La mayoría están en las calles de Crown, Bourke y Oxford. Muy recomendable es el restaurante del hotel Beresford. Espacioso, buena comida, buen precio y un jardín interior precioso. Allí conocimos a un grupo de universitarios australianos (futuros médicos) que estaban celebrando el final de curso. Ellos mismos nos recomendaron todo lo que debíamos visitar en Sydney – mejor que una guía turística! Después de la comida en el Beresford, podéis hacer un helado en Messina (también recomendación local). Espectacularmente buenos!

Restaurante Beresford Hotel

Restaurante Beresford Hotel

Restaurante Beresford Hotel

Restaurante Beresford Hotel

Si queréis tomar algo con vistas espectaculares, en el último piso (el 36º) del hotel Shangri-La hay el Blu Bar on 36 donde tendréis la Ópera y el puente a vuestros pies. Los cocktails rondan los 20 dólares australianos (14€) y bien merece la pena subir. Abren de 17h a 24h de la madrugada – y hay cola en la puerta del bar desde 10 minutos antes. Si preferís comer o cenar para una ocasión especial, reservad en su restaurante Altitude (en el mismo piso 36).

Vistas Shangri La Sydney

Vistas desde la terraza del Shangr-La

Blu Bar Shangi La

En el Blu Bar Shangi-La

Blu Bar Shangi La

Blu Bar Shangi-La

El que tampoco podéis perderos es el Opera Bar, que como su nombre indica está justo al lado de la ópera. Está junto al mar, al aire libre, con vistas al puente y justo debajo de la ópera. Es enorme y el servicio es bastante rápido así que puede ser una buena opción para comer algo antes de la función – aunque cualquier hora es buena (incluso de noche) para ir a tomar algo. Resulta curioso ver gente arregladísima y otros totalmente despreocupados.

Opera Bar

Opera Bar

Por la noche, el barrio antiguo de The Rocks, en el puerto, está muy activo. Es muy turístico pero también emblemático. Allí nos gustó especialmente el restaurante japonés (auténtico) Nakashima, en la pequeña calle Cambridge.

También nos recomendaron cenar algún día en King Street, en el barrio de Newtown, pero no tuvimos suficiente tiempo.

 

Dónde dormir en Sydney

Si tienes pensado solo quedarte unos días, la mejor opción es estar céntrico para no tener que moverte mucho. El transporte es muy caro en Sydney (billete sencillo: 3,5 AUD) y la ciudad es muy grande. Casi todos los hoteles están en el puerto (barrio The Rocks), cerca de la Ópera y del puente. Aquí van mis tres recomendaciones, con tres tipos de presupuestos:

SI VAS CON LO JUSTO. Si tu presupuesto es ajustado y no quieres gastar mucho en alojamiento pero sí estar en un lugar cómodo, limpio y bien situado, lo mejor son los hostels nacionales de la red de YHA Australia. Si de algo saben los australianos es de viajar y hospedar a gente; se nota en sus albergues, llenos de actividades para los viajeros (cada día hay algo organizado, así que si viajas solo harás amigos seguro!) y mucho respeto por los horarios, la limpieza de las zonas comunes y el silencio. Estuvimos en dos de ellos (aquí podéis leer nuestra crónica) y nos gustó muchísimo el YHA Sydney Harbour, que es nuevo, muy moderno y tiene una más que espectacular terraza en el último piso, con vistas a la Ópera. Un albergue de diez!

SI QUIERES ALGO MODERNO Y CHIC. La cadena 8 Hotels tiene varios hoteles repartidos por la ciudad. Son hoteles tipo boutique, muy chic y de un diseño moderno exquisito. Prácticos y cómodos para el turista que quiere dormir bien, estar a gusto y más tranquilo que en un albergue.

PARA DARSE UN CAPRICHO. Si no escatimas en alojamiento, en el Shangri-La Sydney estarás de perlas. Sus 36 pisos están llenos de calidad, diseño oriental y atención al cliente. Las habitaciones tienen enormes ventanales panorámicos para disfrutar de las vistas del puerto y un completísimo buffet desayuno del mismo tamaño que los ventanales. Tuvimos la suerte de alojarnos en una de las habitaciones «Premium Grand Harbour». Despertarse con estas vistas no tiene precio, os lo aseguro. En este otro artículo podéis leer más sobre nuestra experiencia de lujo en el Shangri-La. Una buenísima opción para un viaje especial, luna de miel o para quedar bien.

Sydney fue una escapada bien aprovechada. Tras un mes en Melbourne trabajando y quedándonos más en casa, nos sentó bien poder descansar un poco y ser «turistas» por tres días. Fueron como unas vacaciones de nuestras vacaciones de 4 meses por el mundo 🙂

Sydney es una ciudad que invita a estar todo el día fuera. Si algún día visitáis Australia, no os la perdáis! (echad un vistazo a este otro post: ¿Cuál es mejor: Sydney o Melbourne?)

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Adentrándonos en la mayor selva tropical de Australia: Daintree Forest

Tras nuestra inolvidable experiencia bajo las aguas de Coral, al día siguiente nos apetecía alejarnos del mar y pasar un día «con los pies en el suelo». Muy cerca de Port Douglas empieza el Daintree Forest, la selva tropical más grande de Australia y la más antigua del planeta. La posibilidad de ver cocodrilos, plantas exóticas y todo tipo de bichos e insectos tropicales atraía mucho a Arnau así que decidimos que no podíamos irnos de Port Douglas sin haber explorado un poco de selva.


En nuestra imagen mental nos veíamos con machetes, cortando lianas a nuestro paso, y quizás escondiéndonos de algún cocodrilo. Lo cierto es que la excursión fue bastante más tranquila que eso, pero aún así, fue una gran experiencia. Sobre todo, sirvió para darnos cuenta de la enorme diversidad de paisajes y vida salvaje de Australia, un país famoso por sus desiertos pero con espacio también para una selva tropical.

Si vais a visitar Port Douglas o Cairns, y disponéis de varios días, esta es una muy buena excursión. Personalmente, pese a ir con pocas expectativas, quedé encantada. Nuestra recomendación: id con un guía. Si hubiéramos ido solos no hubiéramos visto ni un 10% de las cosas que vimos. Los guías tienen el ojo entrenado para encontrar plantas raras y animales exóticos. Si además vais con Dave de Wonder Tours, la experiencia acaba siendo de lo más educativa y entretenida. Una experiencia de 10, a nivel organizativo y de interés.

Daintree forest

Daintree forest

Daintree forest

La excursión empezó muy pronto, a las 7.10h de la mañana nos recogían en el hotel. ¿El motivo? «Ser los primeros en llegar a cada sitio»nos dijo Dave. Hay muchos tours que recorren a diario la selva y paran en prácticamente los mismos sitios. Dave los conoce bien porque durante unos años fue guía de una de las compañías. Este año, se ha arriesgado con su propia empresa de tours y ha decidido hacerlo mejor que ellos. Por eso, cada mañana es el primero en llegar y realmente eso marca la diferencia: parecía que la selva fuera toda para nosotros. En gran parte del recorrido estábamos solos, lo que permitía estar más en silencio y ver más animales.

La primera parada fue Mossman Gorge, un centro donde crean oportunidades laborales para aborígenes y en el que hay unas gargantas preciosas para bañarse en verano. Luego, fue el momento de cruzar el Daintree River, el hogar favorito de los cocodrilos. Cruzas en un ferry y no te permiten salir del coche – ¿por si salta algún cocodrilo? A partir de allí empieza realmente la selva tropical del Daintree Forest. Una carretera asfaltada cruza la selva de sur a norte hasta Cape Tribulation. Por el camino hay distintas paradas interesantes. Mi favorita sin duda: la playa de Cape Tribulation. Fue nuestra segunda parada y allí nos tenía preparado el desayuno Dave con termos de té y café para aguantar el madrugón y con pastas de coco típicas de la región, además de los exquisitos TimTams de los que ya somos muy fans. El hecho de estar totalmente solos, y el fabuloso paisaje en el que se unen la selva y la Gran Barrera de Coral convirtió ese rincón en algo mágico. Parecíamos personajes de LOST recién aterrizados en una isla desierta.

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Playa de Cape Tribulation

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Playa de Cape Tribulation

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Playa de Cape Tribulation

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Reptil en Mossman Gorge

Daintree forest wonder tours

Durante el día vimos todo tipo de aves tropicales y plantas muy peculiares, cuyos nombres ya ni siquiera recuerdo. Otro de los grandes momentos del tour fue la excursión a pie selva adentro durante aproximadamente una hora. A lo largo del Daintree Forest hay diversas pasarelas (algunas en alto, otras a ras de suelo) para marcar el «camino seguro». Como podéis imaginar, mejor que no os desviéis del camino. La norma número 1 en la selva: Don’t Touch!

El gran momento del día vino durante nuestra parada para comer, cuando nos cruzamos con un Cassowary! Llevábamos todo el día buscándolos y habíamos visto algunas huellas en la selva, pero Dave nos avisó que son muy raros de ver y que lo más probable sería no verlos. Por eso, cuando vimos a ese «pajarraco» de un metro nos llevamos un buen susto! Obviamente, no tuve ni tiempo de sacar la cámara, pero he encontrado esta foto que se asemeja mucho a la realidad que vimos. Los Cassowaries sólo viven en las selvas tropicales de Australia y Nueva Guinea.

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Un Cassowary

Daintree forest

Toda esta zona la visitó James Cook en su día. Un poco más al norte se encuentra Cooktown (la ciudad de Cook) donde se instaló tras sus múltiples aventuras y periplos por la selva y la gran barrera de coral. Allí no llegamos, está demasiado lejos.

El lugar donde vimos al Cassowary era una preciosa garganta de río donde pudimos bañarnos un rato. «Agua fría, aquí no hay cocodrilos, no os preocupéis». Menos mal! Donde sí vimos cocodrilos fue en el Daintree River. De vuelta de la excursión, subimos en un mini-crucero por el río en búsqueda de los reptiles. Y vimos tres. Bingo!

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Bañándonos en agua fría, lejos de los cocodrilos

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Bañándonos en agua fría, lejos de los cocodrilos

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Mini crucero por el Daintree River en búsqueda de cocodrilos

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Cocodrilo del Daintree Forest acechándonos

Podéis reservar el tour hasta el día antes a través de la web de Daintree Wonder Tours. El precio es de 175 dólares (120 eur) muy bien gastados. El tour es para máximo 10 personas y Dave te lleva en minivan. En nuestro caso fuimos ocho: otra pareja australiana y una familia de cuatro de California. Ir en coche quizás hubiera salido un poco más barato pero no habríamos descubierto ni la mitad de las cosas que nos enseñó Dave. Los comentarios de Trip Advisor hablan por sí solos. Imprescindible buen nivel de inglés para este tour. Si tenéis ocasión, no os lo perdáis. Reservas.

 

Snorkel en la Gran Barrera de Coral de Australia con Poseidon Cruises

No sé ni por donde empezar a escribir este post. Sólo me salen adjetivos: impresionante, espectacular, maravilloso, único, fácil, nítido, multicolor. La Gran Barrera de Coral es algo a ver una vez en la vida. Quizás será porque no somos buceadores y no habíamos visto nunca el fondo del mar tan bien como hasta entonces, pero sin duda hacer snorkel en la Gran Barrera de Coral ya es uno de los destacados de nuestro gran viaje.

Durante la preparación desde esta mini-escapada a la Gran Barrera, estuvimos leyendo muchos blogs y opiniones. Para los que no somos expertos en buceo, puede parecer complicado hacer snorkel en esas aguas: medusas, tiburones, cocodrilos, dificultad por ver peces… Las dudas que vienen a la cabeza suelen ser muchas – y la mayoría, infundadas por las pelis que hemos visto. Es mucho más sencillo de lo que pueda parecer. Una excursión prácticamente para todos los públicos.

Tras nuestra experiencia, hoy os quiero explicar cómo lo vivimos e intentar disipar las posibles dudas acerca de hacer snorkel o buceo por primera vez en la Gran Barrera de Coral australiana. Si algún día tenéis la ocasión, no la dejéis escapar! Pese a que es un viaje caro, merece mucho la pena. (Gracias Pepe, por «obligarnos» a pasar por aquí ;))

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La Gran Barrera de Coral de Australia es el mayor arrecife del mundo; tan grande que incluso se ve desde el espacio.  Está justo enfrente del estado de Queensland, al noreste de Australia. Lo primero que hay que saber es que está lejos. La mejor opción casi siempre es el avión. Miramos la posibilidad de ir en tren o autobús pero no tardas horas, sino DÍAS. Así que lo descartamos. Está a 3.000 km de Melbourne  –como si fuéramos de Valencia a Estocolmo. El avión en Australia es más caro que en Europa (normal, son muchos kilómetros) pero conseguimos una oferta con la low-cost TigerAir por 315 AUD (220 eur) ida y vuelta, por persona.

El punto neurálgico de la Gran Barrera de Coral es Cairns. Una ciudad totalmente orientada al turismo de masas, donde está el aeropuerto. Por recomendación de nuestros partners de intercambio, decidimos alejarnos de Cairns y alojarnos directamente en Port Douglas, una ciudad más pequeña y tranquila 1 hora al norte de Cairns. Desde allí podríamos visitar tanto la Gran Barrera de Coral como el Daintree Forest, del que hablaré próximamente.

 

Un tour excelente para explorar la Gran Barrera de Coral

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Los buenos tours y guías marcan la diferencia para que una experiencia sea solo buena o absolutamente perfecta. Y la segunda fue nuestro caso. No podíamos haber acertado más. Si íbamos hasta allí era para ver el fondo marino así que nos aseguramos bien de reservar el mejor tour para visitar la Gran Barrera. Tras comparar varias empresas, elegimos Poseidon Outer Reef Cruises, una empresa familiar, con certificado ecológico y votada como la mejor experiencia en Port Douglas.

Nos acabó de convencer el hecho de que ofrecen tours de snorkel en los que los monitores son biólogos y bajan al agua contigo para explicarte lo que estás viendo. ¡Así sí tiene sentido! Además, ofrecen introducción al buceo (hasta 3 inmersiones) para los que se sumergen por primera vez.

La excursión empieza a las 8 de la mañana y dura todo el día (vuelta sobre las 16:30). El barco sale del puerto de Port Douglas y navega una hora y media mar adentro hasta llegar a la zona del Agincourt Outer Reef. En ese rato, el barco se divide entre buceadores y snorkellers y los monitores se encargan de hacer las explicaciones pertinentes, entregar el material y resolver posibles dudas. Una vez en la Gran Barrera se visitan tres arrecifes distintos (los eligen el mismo día, según la previsión del tiempo), en los que hay tiempo de sobras para ver de todo. No llevaba reloj pero diría que fueron entre 30-45 minutos en cada arrecife. En el barco se sirve desayuno, snacks de salados y dulces (con fruta), y un buffet de pasta, ensaladas, arroces, gambas… Los refrescos y agua van incluidos.

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Aprendiendo sobre lo que acabamos de ver bajo el agua

Great Barrier Reef Australia

Los monitores saltan al agua contigo para explicarte lo que estás viendo

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¿Se ve realmente así de bien bajo el agua? Sí!!!

Nosotros ya habíamos hecho snorkel en los arrecifes de Key West (Florida, EUA), pero allí no vimos prácticamente nada (agua muy removida y solo algunos peces). Aquí, en Australia se ve realmente muy bien, y sólo hace falta poner la cabeza bajo el agua. Vimos peces de todos los colores y tamaños, corales de distintos tipos, nadamos junto a una tortuga marina e incluso nos pasó un pequeño tiburón por debajo (a unos cinco metros). Y todo esto haciendo solo snorkel con un tubo y unas aletas. Supongo que haciendo buceo consigues ver todavía más, pero lo cierto es que quedamos maravillados de la cantidad de cosas que vimos y lo fácil que fue. Así que no podemos hacer nada más que confirmarlo: es tal cual se ve en las fotos! No hay photoshop.

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¿Para quién es este tour?

Para todo tipo de nadadores que quieran pasar el día descubriendo el fondo marino. A diferencia de otros tours, en Poseidon Cruises no hay parada en ninguna playa (para eso ya teníamos otro día). La excursión está totalmente dedicada a descubrir el fondo marino, a aprender sobre los distintos tipos de fauna y flora que viven bajo el agua y a pasar un día agradable en el mar. Había gente mayor en nuestro tour y los monitores les ayudaron a nadar por el coral tranquilamente y a respirar por el tubo con la cabeza dentro del agua. Hay churros y planchas de porexpan para poder flotar mejor y preocuparse sólo de meter la cabeza bajo el agua para disfrutar del fondo marino.

 

Precios y reservas

El tour de snorkel con Poseidon Outer Reef Cruises cuesta 226 AUD (159 eur).  Por 60 dólares (42 eur) añadís una primera inmersión introductoria. Y podéis hacer hasta tres durante el día. Si sois buceadores certificados, las inmersiones cuestan aprox. 20 dólares cada una. Más info sobre precios.

Podéis reservar online a través de su página web o bien reservar en la oficina de turismo de Port Douglas, el día antes (cuanto antes mejor, para no quedaros sin plaza). Veréis que Poseidon Cruises y otras empresas están anunciadas por todos lados en Port Douglas – no tiene pérdida.

 

Video bajo el mar en la Gran Barrera

Además de 500 fotos, hicimos también varios videos para poderos transmitir mejor como es esta gran experiencia bajo el agua. Sin duda, no hay nada como verlo en directo, pero espero que al menos muchos os podáis hacer una idea de lo espectacular que es la experiencia.

 

Cómo ir de Cairns aeropuerto a Port Douglas

Hay varias compañías de shuttle que realizan el trayecto Cairns Aeropuerto – Port Douglas. La que os recomendamos nosotros es Krystal Transport Port Douglas: bien de precio, súper puntuales (en los dos viajes) y gente muy amable. Ida y vuelta cuesta aprox 65 AUD (50 eur) y hay que reservar antes (vía formulario web o por teléfono).

Si os alojáis en Cairns y queréis hacer el tour con Poseidon Cruises, la compañía pone un shuttle gratuito (1 hora): os recogen en el hotel y os devuelven después del tour. Pero sin duda, mi recomendación es que os alojéis en Port Douglas.

 

A tener en cuenta para hacer snorkel en la Gran Barrera de Coral

  • Queensland está en el Trópico de capricornio por lo que tiene clima totalmente tropical: con una temporada seca (mayo – octubre) y una temporada de lluvias (noviembre – abril). Tuvimos suerte con un día de sol, pero es habitual que el cielo esté tapado. No panic.
  • Temperaturas que rondan los 25-30ºC todo el año. Así se entiende por qué es el lugar favorito de los jubilados australianos. Solo necesitáis bañador, chanclas, pantalón corto y camisetas. Más info sobre el clima
  • Si tenéis pensado visitar el Daintree Forest, poned en la maleta también botas o zapatos cerrados y pantalones largos.
  • Coged el repelente contra insectos (sobre todo en época de lluvias) – Aunque a nosotros no nos pico ni uno.
  • Más importante que el repelente de insectos: crema solar. Mínimo, factor +30. Estáis en el Trópico!!! Lo más habitual es ver turistas con la espalda y piernas totalmente quemadas por no haberse puesto crema mientras hacían snorkel. Pese a llevar nosotros crema +30 y +50 y a taparnos del sol (sombrilla en la playa y toalla encima en el trayecto del barco de snorkel), acabamos con un moreno muy rojo. ¡El sol pica muy fuerte!
  • Si tenéis pensado hacer introducción al buceo, aunque solo sea una inmersión, pedid antes de viajar un certificado médico que confirme que estáis sanos y podéis bucear.
  • Si buceáis, tened en cuenta que debéis esperar al menos 12 horas para coger un avión (si se hacen más de una inmersión, más horas. Más info). Si hacéis snorkel no hace falta esperar.
  • Si queréis un recuerdo para toda la vida, una muy buena idea es ir con una cámara acuática. Para nuestro viaje llevamos una Olympus Tough que va fenomenal y que también es acuática. Y con ella hicimos todas estas fotos y videos. Si no tenéis cámara acuática, no os preocupéis, en el tour de Poseidon Cruises te dejan 3 o 4 cámaras (a compartir entre todos)  y hay incluso un fotógrafo profesional buceando todo el rato para sacarte fotos chulas bajo el agua 🙂 Llevarte a casa tres fotos impresas y un CD cuestan 45 AUD (30 EUR).
  • En Port Douglas hay muchos alojamientos y de todo tipo: desde resorts de lujo con spa hasta hostales para backpackers. Nuestra opción (y recomendación 100%): el By The Sea Port Douglas. Un aparthotel muy bien situado, a pocos metros de la playa, piscina privada, excelente wi-fi, mil y un extras gratuitos para ir a la playa (sombrillas, tumbonas, neveras, juegos para niños)  y cocina y terraza en cada una de las habitaciones. Sin exagerar, uno de los hoteles más cómodos y agradables en los que hemos estado. Ver más hoteles en Port Douglas.

 

En bici por Melbourne

En Nueva York estuvimos a punto de probar el city bike pero el tráfico y la distancia en Manhattan nos echaron para atrás. Por eso, cuando llegamos a Melbourne, nuestra ansia por recorrer la ciudad en bici (o en algo que no fuera estar encerrado en el metro todo el día) era enorme y a los tres día ya lo habíamos probado. Melbourne es una ciudad agradable y amable para los ciclistas. Y el bike sharing está pensado tanto para locales como turistas. Si visitas Melbourne, sin duda es una gran forma de explorar la ciudad. Aquí van algunos consejos.

QUÉ ES EL BIKE SHARING

Como otros sistemas de bike sharing de otras ciudades (sin ir más lejos el bicing de Barcelona), el trayecto de 30 minutos hasta otra estación de bicis es gratuito. Si te pasas de 30 minutos, vas pagando cada vez más. Por lo que está pensando como método de transporte de un lugar a otro, de forma temporal.

PRECIO

A diferencia del bicing de Barcelona, aquí en Melbourne puedes utilizarlas aunque no seas residente. Hay tarifas de 24h y semanales y lo único que necesitas es una tarjeta de crédito. Con ella te identificarán y cobrarán la bici. Durante ese periodo de tiempo podrás utilizar una bici tantas veces como quieras y será gratis mientras no te pases de los 30 minutos.
El precio para 24h es de 2,8 AUD (1,5 EUR) y el semanal es de 8 AUD (5 EUR). Ir en bici compartida es mucho más barato que ir en tranvía (3,5 AUD cada viaje!) así que esto ayudó a nuestra decidirnos por la bici como principal método de transporte durante nuestro mes en la ciudad.

BICI MELBOURNE

CÓMO FUNCIONA

En cada estación hay un pivote en el que deberás seguir las instrucciones (en inglés). Básicamente, deberás seleccionar que quieres alquilar una bici, qué modalidad quieres (diaria o semanal) y cuantas bicis. Te pedirán que introduzcas la tarjeta y luego te darán un código numérico con el que podrás coger tu bici (como una contraseña de caja fuerte digital). Algo a tener en cuenta es que la ley obliga a ir a todos los ciclistas (también los de bike sharing) con casco. En la mayoría de estaciones hay cascos (compartidos) que podrás utilizar y dejar. Si te molesta compartir casco con otra gente, puedes comprar un casco por solo 5 AUD (3 EUR).

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CÓMO ES IR EN BICI POR MELBOURNE

Es agradable, fácil y seguro. Hay carriles bici por todos lados (muchas veces, separados de los coches) y en caso de estar en medio del tráfico, los coches esperan pacientemente detrás de la bici para girar en la intersección. Se conduce por la izquierda, aunque eso a veces da igual porque las bicis van un poco por donde quieren; las acercas son bastante anchas y a menudo se comparten entre ciclistas y peatones.
Buena parte de la ciudad es llana pero en el centro histórico (la zonas de los «Lanes») abundan las pequeñas subidas y bajadas. Los australianos las hacen como nada, a nosotros nos cuesta un poco más.

CUÁNTO SON 30 MINUTOS EN MELBOURNE

Son mucho. Por ahora hemos conseguido hacer siempre los recorridos en menos de 30 minutos. El hecho de que hayan carriles bici por prácticamente todo el centro y de que el tráfico no sea horroroso, hace que llegues fácilmente al destino en 30 minutos. En algunas zonas (St Kilda Beach, Chapel Street, Fitzroy….) no hay estaciones todavía así que en ese caso el tranvía es la única solución.

 

OTROS CONSEJOS

Es útil descargarse la app móvil Spotcycle para ver en tiempo real donde hay bicis y espacios libres para dejarla. Antes de tener internet en el móvil lo que hacíamos era verlo antes de salir de casa y hacer capturas de pantalla del mapa con la situación de las estaciones.
Otra cosa a saber es que el tiempo en Melbourne es muy variable y el viento y la lluvia son muy frecuentes. Si quieres ser un buen «local» tendrás que asumirlo. Además, tranquilo, que como dicen aquí: si no te gusta el tiempo que hace en Melbourne ahora, no te preocupes que en 30 minutos cambia.

Por último, recordar que siempre hay que vigilar por donde vienen los coches e indicar hacia donde vamos – sobre todo en las intersecciones, ya que aquí se conduce por la izquierda y puede resultar un poco confuso para los que no estamos acostumbrados.

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De ruta (por la izquierda) por la Great Ocean Road

La Great Ocean Road es una de las carreteras panorámicas más famosas y espectaculares del mundo. Empezando tan cerca de Melbourne era impensable no pasar por ella. Teníamos previsto ir más adelante, pero al ver que en la previsión meteorológica decían que los dos mejores días de octubre (con 12ºC de diferencia) serían martes y miércoles, decidimos improvisar nuestra escapada last-minute y aprovechar el sol australiano.


El mar azul, los acantilados, el color rojizo de las rocas, las montañas verdes que llegan hasta el mar, pingüinos, koalas, serpientes, moteles de carretera y, sobre todo, todas esas historias que se generan alrededor de un «road trip» típico. Un viaje emblemático que todo el mundo debería hacer al menos una vez en la vida. Nosotros ya podemos marcar un checked! en la lista –Así recorrimos la Great Ocean Road.

 

La Great Ocean Road (porque «Carretera del Gran Océano» no suena tan impresionante) tiene aproximadamente 240 km y va desde Torquay hasta Allansford, casi siempre muy cerca del mar -lo que significa que hay bastantes curvas. A lo largo del recorrido hay varios puntos de interés (sobre todo vistas panorámicas), aunque se trata sobre todo de un viaje en el que paras unos minutos y continúas la ruta.

El punto turístico culminante (y el motivo por el que tanta gente hace 5 horas de curvas) es ver The Twelve Apostles (Los Doce Apóstoles), un agrupamiento de agujas de piedra caliza que sobresalen del mar en la costa del Parque Nacional de Port Campbell (gratuito). Las agujas son fruto de la erosión por la acción del agua, por lo que en los próximos miles de años podrían crearse nuevas cuevas y agujas en el Parque. Más info en Wikipedia.

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Doce Apóstoles

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Port Campbell National Park

Muchos de los turistas que visitan Melbourne se escapan un día en autocar para ver los 12 Apóstoles reservando un tour guiado. Estuvimos pensándolo nosotros también pero creímos que sería mejor verlo por nuestra cuenta, alquilando un coche y parando donde quisiéramos; y aunque fueron muchas horas de conducción, acertamos totalmente.

Uno de los principales motivos de ir a tu aire es poder ver los 12 Apóstoles al atardecer o al amanecer, cuando todos los tours ya están de vuelta y el parque está mucho más tranquilo. Por no decir que la luz entonces es espectacular y hace que el momento sea absolutamente mágico. (Durante la puesta de sol, un turista alemán le pidió matrimonio a su novia! El lugar tiene magia para todas las culturas, sin duda).
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Doce Apóstoles al atardecer. Con el trípode preparado.

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Doce Apóstoles al atardecer. Esperando la puesta de sol.

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Los «pros» también esperan la puesta de sol con trípode

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Momento de disparar

rentalcarsAlquilamos un Golf con Europcar, con la suerte que una vez en la oficina, nos dieron un Audi A3 con GPS incorporado – menudo upgrade! Obviamente, lo elegimos automático. Conducir por la izquierda ya era para nosotros (conductores poco habituales) un reto en mayúsculas. Lo cierto es que conducir por la izquierda en Australia es bastante fácil. La «crisis» sólo aparece cuando llegas a una intersección y tienes que pensar por donde vienen y en qué carril debes colocarte. Pero una vez encarrilados por la izquierda, es cuestión de tirar millas. Y en la Great Ocean Road a veces te van recordando (por si te olvidas con los impresionantes paisajes) que «aquí, se conduce por la izquierda».

 

 

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Carteles recordatorio tras una parada panorámica

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Con un A3 es mucho más fácil

Nuestra recomendación: a pesar de que la mayoría de gente hace la ida por la costa y la vuelta por el interior, nosotros lo hicimos al revés y creo que no nos salió nada mal la idea. Esto te permite llegar directamente a los Apóstoles el primer día, visitarlos por la tarde con la puesta de sol y si quieres también al amanecer. Y al día siguiente te vas tranquilamente siguiendo la costa y parando donde te apetezca. Lo único que debes tener en cuenta en este caso es que la mayoría de paradas panorámicas estarán al otro lado de la carretera (deberás cruzarla cada vez).

 


Mostra un mapa més gran

Aunque los Doce Apóstoles ya son un reclamo en sí, toda la carretera está llena de vistas impresionantes. No os perdáis el Loch Ard Gorge (a pocos kilómetros de los Apóstoles) ni el Arch (a 20km). Apollo Bay es una parada interesante para comer (nuestra recomendación: el Café 153, en la misma carretera; no tiene pérdida). Y si queréis emociones fuertes, subid al Teddy’s Lookout (ojo que algunas calles son muy inclinadas), desde donde las vistas son totalmente impresionantes.

Otro de los reclamos de la Great Ocean Road son los koalas salvajes, en libertad. Buscamos por todo el camino pero el único lugar donde los vimos fue en la carretera que va hasta el Faro de Otway. Hay algunos espacios en la propia carretera donde puedes pararte sin problemas, buscarlos y hacer fotos (probablemente no serás el único). Son monísimos. Además de koalas, la zona de la Great Ocean Road es muy salvaje y hay todo tipo de animales – incluídos canguros y serpientes. (Ojo al conducir con los canguros que se cruzan; unos turistas españoles nos contaron que justo después de la puesta de sol se les cruzó un canguro – menudo susto!)

koala

koala

snakesaustralia

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MÁS RECOMENDACIONES SOBRE LA MARCHA

  • Apollo Bay y Port Campbell

    Son los dos pueblos más grandes y con más oferta de restaurantes, supermercados y hoteles. Aunque para haceros una idea, Port Campbell tiene 600 habitantes. Si preferís algo más rural y no os preocupa estar sin cobertura, hay algunos cottages rurales entre ambos pueblos.

  • Ojo con los horarios

    A pesar de que la carretera es muy turística nos sorprendió que no está explotada turísticamente. Lo cierto es que hay muy pocos alojamientos y los horarios se rigen por la gente local, no por los turistas. Para poneros un ejemplo, en Port Campbell, el café cerraba a las 14h, la recepción de nuestro hotel solo estaba operativa de 16 a 19h (y sin prisass, que la chica llegó a las 16:40h) y la única pizzería de Port Campbell, a partir de las 20h solo hacía pizzas para llevar. Así son las cosas en la Australia profunda! Pero nos encanta.

  • Dónde dormir en Port Campbell

    Nosotros dormimos en el Port O’Call Motel. Sí, motel, porque aquí casi todos los hoteles son «de carretera», claro. La gente conduce, duerme y sigue conduciendo. Este motel está realmente muy bien si queréis ir sobre seguro y dormir cerca de los 12 Apóstoles (a sólo 10 km, carretera fácil). Limpio, mucho espacio, tranquilidad y una terracita para desayunar/comer a vuestro aire. Hay pocas habitaciones y son tipo aparthotel: disponen de cocina y nevera. Sólo hay que tener en cuenta que la recepción abre «a partir de las 16h» (hasta las 19h). Ah, y punto a favor: el wifi funciona de maravilla – y si no funcionara, en la oficina de Turismo de Port Campbell es gratuito y va genial; además, son muy amables y dan buenos consejos para visitar la zona.

El día que vimos canguros y koalas en Australia

Desde que empezamos a preparar este gran viaje, sabíamos que al llegar a Australia, una de las primeras cosas que queríamos hacer era ver canguros y koalas. Esos divertidos animalillos se han convertido en el mejor símbolo de Australia y teníamos unas ganas locas de verlos en directo. Al preguntar a nuestros partners de intercambio cuál era el mejor lugar cerca de Melbourne para ir a verlos, no dudaron ni un segundo en recomendarnos una visita al Ballarat Wildlife Park. A sólo 1 hora y pico de Melbourne en transporte público, era el lugar perfecto para escaparnos un día.
ballarat wildlife park

De camino a Ballarat. Canguros en los próximos kilómetros, bien!

ballarat wildlife park

Ballarat Wildlife Park

ballarat wildlife park

Ballarat Wildlife Park

El Ballarat Wildlife Park es un parque con financiación privada, regentado por una familia australiana. La entrada cuesta 25 AUD (17 EUR) y te permite pasar el día cerca de koalas, canguros y todos los animalillos «aussies» típicos de Australia: wombats, equidnas, tortugas gigantes, serpientes, aves exóticas… A diferencia de un zoo, en este parque el contacto es directo con los animales; las avestruces y los 100 canguros que tienen corren libremente por las instalaciones, paseando y saltando a tu lado. Ballarat Widlflife Park es el centro australiano de vida salvaje en el que puedes estar más en contacto con los animales.

Pasamos el día tocando canguros, dándoles de comer (venden bolsas de 3 AUD) y haciéndonos fotos con ellos hasta cansarnos. A pesar de que tienen fama de tener mala leche, nos parecieron adorables, simpáticos y la mar de tranquilos. De hecho, la mayoría pasan el día tumbados en el césped, tomando el sol.Será verdad el tópico de las imágenes de anuncio con canguros con gafas de sol tumbados en la playa? 

ballarat wildlife park

Es un parque muy familiar, donde los niños se lo pasan en grande. Nuestra visita coincidió con las vacaciones escolares de Melbourne y estaba lleno de niños.

Una buena idea es llegar a las 11h, cuando empieza un tour de reconocimiento (gratuito) por las instalaciones. Uno de los cuidadores te acompaña por el recorrido y dedica varios minutos a los principales animales, explicándote lo esencial de cada uno y acercándotelos para que puedas verlos de cerca y tocarlos. Es sin duda una buena manera de recorrer el parque y perder el miedo a ir paseando junto a los canguros.

Además, durante todo el día (y especialmente por la tarde), hay diferentes sesiones de unos 20 minutosen el que se destaca un animal en concreto y puedes tocarlo, hacerte fotos con él o preguntar todo lo que quieras a su cuidador. Hay sesiones con koalas, serpientes, caimanes y wombats. También hay sesiones de fotos profesionales con cada animal para quien quiera sacarse una foto a solas con el animal (coste: 25 AUD).

ballarat wildlife park

ballarat wildlife park

Podéis plantearos pasar allí medio día. Dos o tres horas son suficientes, ya que el parque es pequeño. Una buena opción es comer allí. Hay una cafetería donde sirven comida y también una zona de picnic por si prefieres llevártelo de casa (zona compartida con los canguros y avestruces, por cierto).

En el Ballarat Wildflife Park hacen especial atención al cuidado de los animales. Hay incluso una zona en la que los humanos no podemos entrar para que los animales descansen de los «pesados humanos» y puedan tener sus momentos de desconexión 😉 Y para cada animal te explican detenidamente como tratarlos y qué hacer para no molestarles.

ballarat wildlife park

 

 

Cómo llegar a Ballarat Wildlife Park

El parque está a sólo 1 hora y poco de Melbourne, hacia el interior. El paisaje hasta allí es precioso (sobre todo con luz de la tarde). Si vas en coche propio, puedes aprovechar la visita a Ballarat para ver el pueblo, famoso durante la fiebre del Oro de 1850 (hay un barrio ambientado de la época).

ballarat melbourne

ballarat melbourne

Si no tienes coche, puedes llegar fácilmente en transporte público. Hay un tren cada hora que conecta Melbourne y Ballarat -aunque en nuestro caso, el tren estaba en obras y había un autocar que cubría la ruta (también cada hora). El billete de ida y vuelta cuesta 15 AUD (10 eur). Una vez en la estación de Ballarat, puedes coger allí mismo los autobues locales 8 o 9 para llegar hasta el parque. El bus te deja en la misma puerta de entrada del parque, así que no tiene pérdida. Puedes comentarle al conductor que vas allí y él te avisa (los dos conductores que conocimos eran realmente muy simpáticos -conversación asegurada para todo el viaje). Con el billete de tren desde Melbourne, el bus local de Ballarat es gratuito, así que no hace falta comprar ningún otro ticket. Sólo hay que tener en cuenta que el bus pasa cada media hora. Si tienes prisa, puedes coger un taxi en la estación de tren (hemos calculado que saldría por unos 10 AUD el viaje hasta el parque).

Ver en un mapa más grande

 

¡Sin duda, una visita obligada si estáis unos cuantos días en Melbourne!

 

La vida en Melbourne, Australia

Llevamos ya 10 días en Melbourne y, a pesar de que han servido sobre todo para ponernos al día en el trabajo y en nuestro ritmo de vida post-jet-lag, estos días han dado para mucho. Aquí va un pequeño resumen para los que no estáis al día a través de Facebook:
  • Prácticamente conocemos ya toda la ciudad. O al menos hemos pasado por todos los sitios como mínimo una vez. Nuestro lugar favorito por ahora es el Jardín Botánico que justo está a cinco minutos de casa. Es como un mini Central Park lleno de plantas de colores y estanques. Un lugar súper agradable para pasear y para descansar.
  • Hemos visto arte aborigen contemporáneo y también dimos un tour por Melbourne a pie. Pero de las cosas que hay que ver en Melbourne ya hablaré otro día.
  • Hemos salido de Melbourne para ver canguros – en un parque salvaje en Ballarat y también los vimos en libertad: a lo lejos, desde el autocar; pensé que eran vacas o caballos pero al ver que uno de ellos iba dando saltos, vi que eran canguros!.
  • También hemos visto koalas, wombats, equidnas, serpientes, caimanes y pingüinos. Éstos últimos viven en el puerto de Melbourne. Son pequeños, les llaman «fairy penguins«, y cada noche vuelven a casa (el puerto de Melbourne) a dormir.
  • Tras comprobar que ir en bici por Melbourne es súper sencillo y práctico, nos hemos sacado una tarjeta de bike-sharing semanal y ahora vamos en bici a todas partes. En menos de 30 minutos estamos en el destino. Así hacemos deporte y ahorramos: el bike-sharing cuesta 8 AUD semanales mientras que el tranvía cuesta 3,5 AUD cada viaje.
  • Nos hemos comprado una tarjeta para navegar por internet por 30 AUD, que debería permitirnos trabajar a distancia cuando no estemos en Melbourne.
  • He acabado por comprarme un polar debido al frío que hace (Columbia, a mitad de precio, una ganga). Creíamos que la primavera australiana era más suave y nos pasaríamos el día en chanclas y pantalones cortos pero lo cierto es que vamos tapados hasta arriba (y un gorro y guantes no nos vendrían mal). En realidad, vemos muchísima gente en pantalón corto y chanclas, pero no lo entendemos, nosotros estamos congelados. MORALEJA: Si vas a dar la vuelta al mundo, pon un polar en la maleta por si acaso, aunque estés a 30ºC cuando haces la maleta.
  • Nunca acertamos con el tiempo. Mirar por la ventana para ver qué tiempo hace no sirve de nada en esta ciudad. Es totalmente cierto lo de que en «Melbourne el tiempo cambia cada 30 minutos».
  • Hemos adelantado una hora (horario de primavera). Ahora estamos a 9 horas de Barcelona. El día es más largo y nos dará tiempo a ver más cosas.
canguros en melbourne

Nuestros amigos los canguros

koalas en melbourne

Los Koalas son un poco más aburridos pero igual de monos

 

Cómo es la vida en Melbourne

Como ya vimos los primeros días, Melbourne es una ciudad muy tranquila. Hay muchísima vida cultural y una fuerte tradición de salir a la calle, pero se respira un ambiente muy relajado. Será que Australia es una isla y el ritmo aquí es distinto, pero aquí creo que la palabra «prisa» no existe. Incluso los coches van detrás de las bicis, esperando tranquilamente.

Aunque parece que estamos gastando lo mismo que en Nueva York (excursiones y viajes aparte), la sensación es que aquí todo es más caro, aunque de mayor calidad que en Nueva York. Hay naranjas todo el año, la fruta está buenísima y casi todo los productos llevan la etiqueta «aussie made» (producto de Australia). Tenemos un supermercado a dos calles de casa y una cafetería restaurante justo abajo. Ambos regentados por chinos – sí, aquí también son los reyes de los negocios.

Es como vivir en una ciudad americana pero con mayor calidad de vida. Tienen lo mejor de América (parques, mucho espacio, cultura globalizada, series americanas, mucho deporte…) y lo mejor de Europa (cafés, terrazas, música en la calle, buena dieta, pasión por la historia y la cultura…). Y también tienen lo mejor de Asia: la comida. No hay «comida australiana»: la comida típica de aquí es la comida que han traído los inmigrantes: fish and chips,  pizzas italianas, restaurantes griegos y, sobre todo, noodles y empanadillas asiáticas. Están por todos lados.

En el centro de Melbourne, las calles principales tienen callejuelas, llamadas «lanes», en las que hay un montón de cafés yr estaurantes escondidos, tiendas locales y cosas curiosas por descubrir. Melbourne es ese tipo de ciudades en las que no hay grandes edicios/monumentos emblemáticos que visitar y que puede parecer que no hay nada que hacer; pero es precisamente en el día a día, con pequeñas coas, que te das cuenta de lo bien que se está aquí.

 

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Estrenando polar en el Jardín botánico. Un día que acabó haciendo sol y 25ºC… No acertamos ni una.

Intercambiar casa con alguien de Melbourne

Cuando pensamos en intercambiar con alguien de Australia sabíamos que buena parte de nuestras posibilidades estarían en Sydney y Melbourne. Lo cierto, es que fue el país para el que más peticiones de intercambio recibimos: los australianos desviven por venir a Europa! – sólo hay que ver la cantidad de ofertas europeas que hay en los aparadores las agencias de viajes. Recibimos propuestas sobre todo de Queensland (Brisbane y alrededores), también muchas de Sydney, pero nosotros queríamos Melbourne así que no paramos de enviar solicitudes hasta que lo conseguimos.

Para intercambiar casa con alguien de Australia hay que tener clara dos cosas:

  1. Empezar a organizarse cuanto antes, con más de seis meses de antelación. Los billetes de avión son tan caros que los australianos necesitan comprarlos con bastante antelación. Nosotros contactamos en enero, después de las vacaciones de Navidad y conseguimos un intercambio para Octubre.
  2. Hacer intercambios largos, de como mínimo 3 semanas. Australia está tan lejos, que hacer un viaje de 2 semanas no sale a cuenta. Por eso, los australianos buscan siempre intercambios largos (3 semanas o 1 mes). Aunque, bueno, también se podría montar un intercambio de 2 semanas en un sitio y otras 2 semanas en otro.

Vivimos en un apartamento en una zona residencial. Tenemos portero y una barbacoa en el balcón. Delante de casa hay tranvía y parada de bicis. Tenemos lavadora y secadora en casa y el apartamento tiene moqueta. A mí me recuerda a las ciudades canadienses: tranquilas, con mucha calidad de vida y en las que nadie te molesta. En 3 paradas de tranvía, 15 minutos andando o 7 en bici, estamos en la plaza principal, donde siempre hay algún show montado.

bike sharing melbourne

Bicis compartidas de Melbourne. Es obligatorio ir con casco. Algunas bicis lo incluyen

ESCAPADAS POR AUSTRALIA DESDE MELBOURNE

Las próximas dos semanas nos esperan 3 escapadas por Australia para ver un poco más de este espectacular país. El hecho de intercambiar casa en Melbourne nos permitirá poder ir más tranquilos a la hora de hacer turismo por Australia, gastando en hoteles y tours.

greatoceanroad GREAT OCEAN ROAD

La Great Ocean Road es una de las carreteras panorámicas más espectaculares del mundo Empieza muy cerca de Melbourne y recorre unos 243 kilómetros bordeando la costa australiana. Obviamente, no lo haremos todo; sólo un pequeño tramo – el más conocido, cerca de Port Campbell, donde se encuentran las rocas conocidas como Los 12 Apóstoles. Hemos alquilado un coche y reservado una noche de hotel allí. Iremos tranquilamente (por la izquierda, por la izquierda, por la iz…), visitaremos la zona y volveremos al día siguiente tranquilamente parando en los pueblos costeros que nos apetezca. La primera aventura australiana es un reto en mayúsculas.

coralGRAN BARRERA DE CORAL

Cuatro días después de la Great Ocean Road, cogeremos un avión para ir a explorar la Barrera de Coral. Volaremos hasta Cains, que está nada más y nada menos que a 3,5 horas en avión desde Melbourne (¡sería como ir de Barcelona Suecia, y seguiremos en el mismo país!). Allí hemos contratado un tour de snorkelling y quizás nos atrevamos a sumergirnos un poco más con los instructores. ¡Esperamos poder encontrar a Nemo y quizás alguna tortuga marina – quién sabe! Tenemos planeados 4 días allí para disfritar del tour, de las temperaturas tropicales de Queensland (están a 30ºC) y del Daintree Forest.

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SYDNEY

La última aventura australiana nos llevará a Sydney, desde donde nos despediremos de Australia para ir todavía más lejos, hasta Nueva Zelanda. Esperamos que cuatro días en Sydney sean suficientes para conocerla a fondo y poder decidir cuál de las dos grandes ciudades australianas nos gusta más (tienen una rivalidad parecida a Barcelona y Madrid).

 

 

Fotos: tentencents, 8lettersuk, Caut

 


Muchos me preguntáis al leer estos posts sobre mis viajes haciendo intercambio de casas… «¿Pero tú con qué página web haces los intercambios?» Pues con IntercambioCasas.com! Tras 15 intercambios y una satisfacción total, ahora tengo el placer de forma parte del equipo también, así que os garantizo (desde dentro y desde fuera) que es una empresa 100% segura. Si utilizáis el link a continuación para registraros, me dan puntos a mí! Gracias de antemano y felices intercambios! 😉

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Primeras impresiones (con jet-lag) desde Melbourne

Hace casi una semana que llegamos a Australia. Aquí ha empezado la primavera y hemos comprobado que, efectivamente, los remolinos en el hemisferio sur giran al revés.

Nos ha costado más de lo que pensábamos recuperarnos del jet-lag. Las 14 horas de diferencia respecto a Nueva York y las otras 6 respecto a Barcelona, han hecho de nuestro ritmo vital un embrollo difícil de reorganizar. La falta de descanso real en el viaje en avión y el brutal cambio horario han conseguido que nos despertáramos cada día entre las 3 y las 5 de la madrugada (no importa las valerianas o lo cansados que estuviéramos el día anterior) y que tuviera que pasarme el día estirada por los sitios, medio mareada, como si estuviera en un barco. Arnau lo ha llevado mejor – siempre se adapta más rápido.

Nuestro consejo si vais a viajar a Australia o algún sitio hacia el oeste y con mucho desfase horario: domir tanto como podáis durante el viaje, descansar mucho cuando lleguéis (y días posteriores), mucha agua durante el viaje y mucho sol  cuando lleguéis al destino (y días siguientes). Rosemary, una australiana que vive en Francia, nos dijo «dormid cuanto tengáis sueño – os recuperaréis antes; lo importante es que hagáis las comidas cuando tocan».

 

¿Vale, pero cómo es Melbourne?

Hemos salido poquito pero ya hemos visto bastantes cosas. Melbourne es una ciudad de un tamaño muy agradable, fácil de recorrer a pie. Muy distinta de Nueva York y parecida a las ciudades europeas y mediterráneas.

En parte, Melbourne se parece a Berlín, pero con mejor clima (o eso esperamos). Tranvías, parques enormes, un río que cruza la ciudad, mucho espacio, graffitis, arte por todos lados, artesanos vendiendo en las calles, muchos cafés donde tomar algo, y, sobre todo, esa multiculturalidad y sensación de que aquí hay espacio para todo el mundo.

melbourne ophelia

melbourne ophelia

melbourne

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Aquí no hay bocinazos; apenas hay tráfico. El centro está lleno de tranvías. Y los edificios antiguos (teniendo siempre en cuenta que Melbourne tiene 178 años de historia) conviven con los ultra-modernos, contemporáneos, con un look incluso futurista. Vivimos cerca de la plaza central, Federation Square, y vamos andando a casi todas partes. No sabéis lo agradable que es volver a pasear sin prisas y sin necesidad de subir al metro para moverse.

También se parece a Barcelona por su playa (St Kilda) con un precioso paseo que el domingo se llena de gente paseando, corriendo o tomando el sol. En toda la ciudad hay un gran ambiente por las calles, pero no es nada estresante, al contrario, todo es muy tranquilo, sin prisas, muy laid-back -viniendo de Nueva York, parece fácil que sea así, verdad?

melbourne

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Por ahora no hemos tratado con muchos australianos (aparte de nuestros partners de intercambio) pero a nivel turístico son un encanto con nosotrosy la oficina de turismo es la mejor preparada que he visto. Hay un shuttle-bus turístico gratuito (cinco dólares australianos a partir de octubre) en el que puedes subir y bajar tantas veces como quieras – y la conductora que nos llevó era más divertida que Andreu Buenafuente. Algo curioso de lo que ya nos habían avisado es de la cantidad de asiáticos que hay. Turistas y también locales, hijos de inmigrantes.

Aquí, vamos ocho horas por delante de la hora central europea, así que hemos cambiado nuestro ritmo turístico-laboral. Si en Nueva York trabajábamos por la mañana y salíamos por la tarde, aquí solemos hacerlo al revés: por la mañna, mientras Europa se va a dormir, salimos a ver cosas; y por la tarde trabajamos aprovechando que Europa se despierta. El problema es que cuando empezamos a recibir emails (a partir de las 18-20h), nosotros ya estamos mentalmente cansados. Sin embargo, sienta bien esto de levantarse y saber que tienes 8 horas por delante para hacer las cosas y entregarlas a tiempo, antes de que los demás se despierten 🙂

Dicen que en Melbourne se ven las cuatro estaciones en un sólo día. Y en esta semana ya lo hemos podido constatar. El tiempo es totalmente imprevisible. En un mismo día llueve, sale el sol, hace calor, sopla un viento fuerte y hace frío. Hay que salir preparados de casa con paraguas, chaqueta, jersey y también gafas de sol.

fred

melbourne albert park

melbourne

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El deporte es una constante en la ciudad. Algunos van en bici, otros muchos corren y algún que otro rema por el río. Hemos coincidido con la Gran Final del fútbol australiano (y tras 3 horas de partido, creo que entendemos las reglas) y hemos comprobado la devoción de este país por el deporte -y por el civismo.

Hay un sistema de bike-sharing que queremos probar. Sin embargo, antes queríamos estar seguros de haber superado el jet-lag y de entender cómo se circula por la izquierda.

Melbourne nos resulta familiar: el fish and chips, la cultura del café, los viñedos en las afueras de la ciudad, las pizzas (aquí también hay un «Little Italy»), la playa… No sabíamos qué nos íbamos a encontrar, pero Melbourne ha superado (con creces) nuestras expectativas. Hay muchas cosas que hacer (teatro, cine, festivales…) y aventuras por descubrir (canguros y pingüinos incluídos) — no habrá tiempo para aburrirse, si el clima y el trabajo nos lo permiten.

Fins aviat!