¿Qué hacer en un fin de semana en Roma?
- Pasear por la ciudad y perderse por sus calles antiguas
- Cenar en Trastevere
- Hacer cola en el Vaticano
- Alquilar una scooter y recorrer la ciudad como un auténtico Romano
Nuestro itinerario de fin de semana en Roma:
SÁBADO:
Llegamos en Roma Fuimicino con mucho sueño pero con ganas de pasear por la Bella Roma. Parece que hará un poco de frío así que chaqueta en el bolso y a andar! Primera sorpresa al utilizar el transporte público: los italianos se han «civilizado»: parece que los buses llegar a la horas y están mejor controlados; y en el metro, todo el mundo paga! Estoy impresionada 🙂 Casi no hay tráfico por las calles e incluso algunas calles céntricas están cerradas.Perfecto, así podremos andar tranquilamente!
Empezamos en Piazza Spagna, punto de encuentro de muchos (no sé qué le ven a esa plaza) a Piazza Navona, a comer un ‘panino‘; luego, andamos a Fontana di Trevi a tirar una moneda y, paseando paseando, llegamos de repente al Panteón. Uau! Precioso! Paramos a descansar y crêpe de Nutella (comprobado: son más buenas en París jeje). Nos acercamos a Piazza Venezia y nos refugiamos de la lluvia en el Palacio de Vittorio Emmanuelle, donde descubrimos que a este señor le gustaba conquistar. Reinventamos frases para la posteridad… Yo sigo creyendo que «Padre della Bella Italia» hubiese quedado mucho mejor 😉 Deja de llover y andamos al foro imperial y de allí, directos al Colosseo. Como siempre: colosal, fabuloso, estupendísimo! No entramos pero sí que hacemos mil fotos desde fuera.
Rodeamos el Arco de Triunfo (no nos dejan pasar por debajo) y llegamos al Circo Massino. No hay demasiado a ver así que tomamos el metro: «Prossima fermata Termini, Next stop Termini«, y ya estamos de vuelta en el hostal. Tras descansar y reponer fuerzas -ha sido una buena caminata- nos preparamos para salir a cenar. Trastevere es el lugar idílico para una velada romántica con una buena pizza, un «gelato» y una buena compañía. Los italianos se encargan de poner la música en las calles y de animar el ambiente. Después de Trastevere, andamos al Campo di Fiori donde hay un ambiente más italiano y más marchoso. Perfecto para tomar algo después de cenar.
DOMINGO
Como ya habíamos visto Roma a pie el día anterior, el domingo nos levantamos con la idea de recorrerla en moto (por 35 euros al día!). Sería un sueño hecho realidad poder descubrir la città sobre ruedas! Tuvimos suerte de poder alquilar la última scooter que quedaba libre, así que un buen consejo sería reservarla por internet antes, para asegurarse moto. La scooter estaba un poco vieja y le faltaba aceite pero dio el pego y nos llevó por Roma la mar de bien! Para los que conduzcan habitualmente por Madrid y Barcelona en moto, la sensación de caos es más o menos la misma; hay que estar pendiente todo el rato de los retrovisores y vigilar con el equilibrio porque muchas calles tienen adoquines viejos. Pero a parte de eso, el viaje en moto fue de lo más divertido del fin de semana! 😀
Con la fantástica actuación del copiloto (tiene mérito ir de «paquete» por Roma intentando no caerse de la moto e interpretar a la vez el mapa de calles), nos recorrimos cada calle de Roma hasta las 18h. Primero, nos plantamos en el Vaticano y allí estuvimos un rato haciendo cola para ver la Basílica y la Cúpula (vale la pena subir hasta arriba: ánimo!). Desgraciadamente, no llegamos a tiempo de entrar en el Museo (consultad los horarios previamente!). Luego, rebentados de tanto subir escaleras en el Vaticano, nos dejamos llevar por la moto hasta Piazza Navona para comer unos deliciosos Gnocchi y Fetuccini, con música de ópera de fondo incluida (un hombre cantó maravillosamente bien y nos hizo la comida todavía más agradable).
El día acompañaba y el vientecillo de la moto nos cargó las pilas otra vez. Los domingos, muchas calles céntricas están cerradas al tráfico, por lo que pasamos la tarde yendo de un lado para el otro, intentado llegar al Coloseo para poder dar la vuelta en moto típica. Lo conseguimos y para demostrarlo, foto al canto! 🙂 Seguimos conduciendo hacia Circo Massimo y la Bocca della Verittà; lo que ayer nos costó unas horas andando, en moto resultó bien fácil y agradable.
Devolvemos la moto en Termini y tenemos el tiempo justo para recoger las maletas e ir al aeropuerto. Nos vamos cansadísimos pero muy contento de haber visto una Bellisssssima Roma 🙂 Definitivamente, Roma ya está en nuestro Top 3 de viajes favoritos!