Amsterdam o las segundas partes del turismo
Dicen que las segundas partes nunca son buenas, pero hoy estoy aquí para elogiar las segundas veces que visitamos un destino. Esa segunda vez en la que llegas a una ciudad sin la santa presión por tener que verlo todo, hacerte fotos en cada monumento y tener que ir de un lado al otro con la lengua fuera. Así ha sido mi segunda vez en Amsterdam.