Cómo ser un buen Couch Surfer y no morir en el intento

Últimamente estamos recibiendo alrededor de 30-40 peticiones semanales para dormir en nuestro «couch». Barcelona está de moda, esto ya lo sabíamos; y lo que también está de moda es hacer Couch Surfing, es decir, dormir en casa de otra gente que vive en la ciudad que quieres visitar.

Supongo que los 2 milllones de usuarios registrados hacen que el boca-oreja ya funcione ahora a la perfección como estrategia para seguir teniendo cada día a más Couchsurfers registrados. La lástima es que muchos de los nuevos usuarios no acaban de entender la filosofía del sistema. CouchSurfing NO se trata de una web de caridad donde cualquiera puede pedir asilo y alojarse gratis en un piso de Barcelona, con todos los gastos pagados (iva y comida incluidos).

Está claro que no todos son así (menos mal!) pero no obstante últimamente estamos recibiendo muchas peticiones de «nuevos» que ni siquiera se limitan a enviarte un email atrayente y motivante. Son de los que llegan sin un duro y lo único que quieren es un sitio gratis donde dormir. El resto, les da igual. La negativa a esos emails es inmediata, sobre todo cuando ves que no se han dignado ni un momento en ver cuál era tu nombre. En la mayoría de casos, los ves venir. Aunque hay que decir que desde este pasado mes de julio (tras un par de experiencias no positivas) somos un poco-bastante más exigentes. Couch Surfing se trata sobre todo de un intercambio: cultural, lingüístico… To share is to love, my friends! Los buenos CSers se pagan su comida o invitan a cenar un día a sus huéspedes; o incluso, los más atrevidos, cocinan algo de su país. No se trata de pasear todo el día por la ciudad y llegar al piso como si fuera una pensión, esperando a ver qué hay de cenar.

Consejos y/o buenas prácticas para ser un buen Couch Surfer y que te acepten en su «couch»:

1. Cuando envíes un email de petición de «couch» a un couchsurfer, asegúrate que va dirigido a él/ella. Suena obvio, pero hemos recibido más de dos y más de tres emails sin nombre (con un simple «hola,» ) o incluso con el nombre equivocado…

2. Los emails «copiar-pegar y envío a 20 CSers distintos» no gustan. Los que vivimos en ciudades como Barcelona y recibimos hasta 10 peticiones al día sabemos identificar los emails trabajados de los simples «copiar-pegar».

3. Personaliza tu email tanto como puedas. El Couch surfer debe ver en tu petición que te tomado 10 minutos para leer su perfil de arriba a abajo.

4. Enviar un email a un CouchSurfer debería ser como aplicar a un trabajo. ¿Verdad que si el puesto de trabajo anunciado te encanta, te curras mucho la candidatura? Una buena carta de motivación con el porque deberían contrarte, qué puedes hacer por la empresa, qué has hecho anteriormente, cuáles son tus objetivos en la empresa, una fotografía decente,… Pues un email de Couchsurfing debería ser lo mismo: cuánto más te lo curres más probabilidades tendrás de ser el elegido en una ciudad difícil como Barcelona. Cosas a poner en el mail: quiénes sois, porque venís a Barcelona, qué otra experiencia en CS tenéis, cuáles son vuestros planes en Barcelona, porque deberíamos elegirte a ti y no a los otros 20 que quieren venir…

5. Cíñete a lo que ofrece el Couch Surfer. Si dice que sólo puede (o quiere) hospedar a 2 personas, no pidas sitio para 3. Si dice que como máximo te puedes quedar en su casa 2-3 días, no le digas que buscas un «couch» para 4 noches. De nuevo, ahórranos tiempo y emails LEYENDO SU PERFIL.

6. Haz lo que te gustaría que hicieran los demás en tu casa. Y, de la misma manera, no hagas nada que no te gustaría que hicieran.

7. Estás «invadiendo» su espacio, por lo que lo adécuate a la vida de tu «host»: comida, horas de irse a dormir, horas de levantarse…

8. Al fin y al cabo, como he dicho antes, si haces Couch Surfing es porque «en teoría» te interesa conocer un sitio más profundamente, de manera más local y real; compartir con la gente que te acoge historias, opiniones o unas risas. Tus huéspedes te acogen porque quieren conocer otras culturas y otra gente; para saltarse un poco la rutina y seguir viajando desde el sofá de su casa. Si todo esto te suena a cuento chino, no lo intentes en Couch Surfing; nos ahorrarás otro email diciendo «no, así no».

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